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El legado de Michelle Bachelet en la mirada de los presidentes del Senado y la Cámara

Por: Claudia Rivas | Publicado: Viernes 10 de marzo de 2017 a las 04:00 hrs.
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Mañana se inicia el último año del segundo mandato de la presidenta Michelle Bachelet y, como la misma mandataria lo ha dicho, la obra gruesa ya está concluida, por lo que no parece muy adelantado analizar el legado de la actual administración, marcada por la aprobación de reformas estructurales y la extendida desaceleración de la economía. Los presidentes del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), y de la Cámara, Osvaldo Andrade (PS), ponen el acento en las reformas. Coinciden en que es probable que los efectos de los cambios promovidos por el gobierno de la Nueva Mayoría se verán en plenitud mucho más adelante y destacan que este período fue de trasformaciones profundas que es necesario continuar y mejorar en lo que haga falta. Ello, porque también están conscientes de que problemas de gestión empañaron muchos de los logros. 

Presidente del senado, Ricardo Lagos weber: "A este gobierno le tocó hacer frente a procesos de creciente desconfianza"

Para el presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), "hablar del legado político tiene distintas acepciones". Hecha esa necesaria aclaración de su parte, Lagos hace un enfoque en que las reformas basales del gobierno son el elemento principal.

En ese contexto está convencido de que "la gratuidad en la educación, tanto en las universidades como en los centros de formación técnica, llegó para instalarse y seguir creciendo", pero también destaca "la creación de dos universidades estatales en dos regiones de Chile que no tenían, o la creación de Centros de Formación Técnica que no existían", y que son parte de un esfuerzo estatal: "Aquí el legado no es solamente que hay más oferta educacional, sino que hay una oferta educacional que se hace a partir del Estado de Chile (...). Hay un giro, un cambio ideológico".

No puede quedar fuera de este análisis, la reforma tributaria, en cuya tramitación participó directamente Lagos Weber, subrayando que dicho cambio "demuestra que era posible aumentar la carga tributaria de aquellos chilenos a los que les va mejor para financiar fines públicos" y, más aún, destaca que esta "reforma tributaria se hizo por consenso con un acuerdo político que fue desde la UDI hasta el Partido Comunista ¡ese es legado!".

El presidente del Senado, quien se despide de su cargo el 22 de marzo, también hizo hincapié en el avance energético, gracias al cual el ex ministro Máximo Pacheco se convirtió en uno de los secretarios de Estado mejor evaluados de esta administración. Sobre este tema, sostiene que "se hicieron importantes avances y éste va a ser un legado que cambia el marco regulatorio que va a permanecer por mucho tiempo. Se acercan las tarifas al consumo, hay una distribución de los esfuerzos de las zonas de Chile que generan electricidad respecto de aquellas que la reciben y acá hay una redistribución de eso, acompañada de un marco regulatorio que permite ir cambiando, además, la matriz energética".

Respecto a la reforma constitucional parece menos optimista, ya que adelanta que el proceso completo va a "tomar mucho tiempo" y le manda un mensaje a los que les preocupan los cambios en esta materia, asegurando que "nada va a cambiar, porque se requiere un quórum muy alto para modificar la Constitución actual y en tanto no tengamos diseñado ni consensuado de manera muy amplia el tipo de Constitución que queremos, dificulto que por la vía democrática se vaya a cambiar la Constitución actual".

Y si bien "se avanzó en probidad, transparencia, en financiamiento de campañas, en un sistema electoral nuevo, más proporcional que va a dar más cabida a distintas visiones en el Parlamento de Chile" admite que hay una especie de "legado negativo" y es que "a este gobierno, mi gobierno, le tocó hacer frente a procesos de creciente desconfianza que gatilló una situación acumulada en el tiempo: el financiamiento irregular de la política, los temas que afectaron, a la familia presidencial, las colusiones de los empresarios, los desfalcos a raíz del milicogate y ahora el carabinero gate", entre otros, aunque no todos -dice- son responsabilidad del gobierno.

Presidente de la Cámara, osvaldo Andrade: "Bachelet ha hecho reformas que en muchas partes atentan contra el modelo"

Desde el punto de vista del presidente de la Cámara de Diputados, el socialista Osvaldo Andrade, el "legado programático" más relevante del segundo gobierno de la presidenta Michelle Bachelet "es, sin lugar a dudas, la educación, aunque es un tema que todavía está en desarrollo. Y el vínculo entre calidad y gratuidad".
A su juicio, "esa es la tensión que se enfrentó y debiéramos resolver esa tensión de aquí a fin de año".

Pero el ex timonel del Partido Socialista, considerado como uno de los escuderos de Bachelet también le da un espacio preponderante al legado político de la mandataria. Desde ese punto de vista, agrega que "creo que lo más relevante de Bachelet es que ella entendió que la sociedad chilena tiene un mal original, que es la desigualdad. Y para enfrentar ese mal hay que hacer reformas estructurales".

Pese a que Andrade ha reconocido en múltiples ocasiones que durante esta administración y particularmente en la implementación de las reformas ha habido problemas de gestión, en una línea similar a otros importantes dirigentes de la Nueva Mayoría, no deja de valorar el que Bachelet se haya convencido de que para terminar con la desigualdad "no es suficiente un conjunto de reformitas que, desgraciadamente, es la mirada de algunos. Son reformas en el modelo, reformas que en muchas partes atentan contra el modelo. Y por esa razón es que ha tenido tanta oposición".

Andrade, quien también deja su cargo de presidente de la Cámara el próximo 22 de marzo y donde será reemplazado por otro socialista, el diputado Fidel Espinoza, tiene la convicción, que plantea en estas líneas, de que "las reformas estructurales son difíciles de asumir y, además, difíciles de gestionar".

De ahí que sostenga que "lo que hace la gran contradicción del gobierno de la presidenta Bachelet es que siendo certera en la naturaleza de las reformas, la gestión de las reformas, digámoslo de algún modo, ha sido discutible".

La postura de Andrade no es nueva; sin embargo, el que admita que la gestión no ha estado a la altura de lo que las reformas implementadas por Bachelet requerían no significa que sea un crítico de su actual administración.

Por el contrario, Andrade está convencido de que este gobierno requiere continuidad, porque "el gran legado político de Michelle Bachelet es que no es posible enfrentar el flagelo básico de la sociedad chilena si no se hacen reformas estructurales".

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