¿Es enredado el sistema tributario en Chile? País mejora en ranking pero se mantiene entre los peores del mundo

El sistema tributario en Chile es materia de debate por estos días. Esta semana se iniciaron las exposiciones ante la comisión de Hacienda de la Cámara, que recibió al exdirector del SII, Michel Jorratt, el presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, el titular de la Conupia, Roberto Rojas, y los economistas de la Universidad Católica, Klaus Schmidt-Hebbel, y de la Universidad de Chile, Ramón López.

Las exposiciones generaron polémica, principalmente la de Jorratt, quien señaló que la boleta electrónica -que Hacienda proyecta que ingresará más de US$ 1.100 millones por año a las arcas fiscales-"no recaudará nada".

Al margen de esta controversia, está la discusión latente respecto a qué tan simple y competitivo es efectivamente el sistema tributario. El ejecutivo señala que la interacción entre los regímenes de integración parcial y renta atribuida hace muy complejo el pago de impuestos, razón por la que propuso eliminarlos y migrar a un régimen único para empresas y otro diferenciado para las PYME.

En esta línea, un informe del centro de estudios norteamericano Tax Foundation pone en perspectiva qué tan competitivo es nuestro sistema respecto al mundo. ¿El resultado? El país mejora pero sigue en la parte baja.

En concreto, el sistema tributario chileno se ubicó en el lugar 31 en términos de competitividad a nivel global, entre los 35 sistemas medidos por el think tank estadounidense. Esto implica una mejora de dos puestos en relación al conteo del 2017. Eso sí, el país se ubica entre los menos competitivos a nivel global.

El ranking otorga un puntaje a los códigos tributarios de cada país basados en cuatro pilares: impuesto corporativo, gravámenes personales, tributos al consumo, impuestos a la propiedad y reglas de tributación internacional.

Estonia logró la máxima puntuación en el conteo a nivel global, superando a Letonia, Nueva Zelanda, Luxemburgo y Países Bajos. Nuestro país, en tanto, solo supera en la parte baja a Portugal, Polonia, Italia y Francia. Estonia lidera el conteo por quinto año consecutivo (ver tabla).

"Muchos países han reconocido que un Código Tributario bien estructurado hace más fácil para los contribuyentes cumplir con sus obligaciones y puede promover el desarrollo económico en paralelo con aumentar los ingresos fiscales para las políticas públicas", señala el reporte, que enfatiza que en las últimas décadas, varias naciones han reducido sus tasas de impuesto corporativo y personal "de manera significativa", principalmente los pertenecientes a la OCDE.

"Ahora, muchos países recaudan una significativa porción de sus ingresos a partir de bases más amplias, como impuestos a las nóminas y al valor agregado", continúa el reporte.

"Algunos países, sin embargo, no han estado en línea con las tendencias globales. En el último par de décadas, Francia ha introducido un número de cambios en políticas que han incrementado significativamente las tasas marginales al trabajo, el ahorro y la inversión", señala, destacando tras la reforma tributaria en Estados Unidos –que redujo el impuesto a las empresas desde 34% a 21%- el país galo quedó con el gravamen a las corporaciones más alto del mundo (34%).

Lo bueno y lo malo del país
El informe del think tank destaca que en la mejora del ranking del país influyó la rebaja desde 40% a 35% de la tasa máxima a nivel personal, que comenzó a regir en la Operación Renta de este año.

"En general, los países que tienen un pobre ranking tienen tasas relativamente altas de impuestos corporativos. Los cinco países en el fondo del ranking tienen tasas más altas que el promedio en impuesto corporativo, excepto por Polonia (19%). Además, todos los cinco países tienen altos impuestos altos al consumo, con tasas de 20% o más altas, exceptuando a Chile (19%)", señala el reporte.

Donde el país está ubicado como el peor es en el tiempo destinado a cumplir con el pago del impuesto al consumo, dado que cada contribuyente destina en promedio 124 horas en un año a rellenar documentación relacionada con el IVA.

Asimismo, Chile está en el último lugar en cuanto a su sistema de tributación internacional, debido a su alta tasa -según el reporte- de retención de 35% sobre los dividendos o pagos de intereses que se destinan a entidades o personas extranjeras.

El Código Tributario chileno también se ubica como el último del conteo es en su red de tratados de doble tributación, con apenas 32, mientras que el país líder en el escalafón –Reino Unido- tiene 131 acuerdos en la materia. El promedio de la OCDE es de 77 convenios por nación.

De todas maneras, Chile fue el quinto país que más escaló en el conteo entre 2017 y 2018, siendo superado solo por Canadá, Bélgica, Austria y Australia.