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Fuad Chahín: "Lo que le hemos dicho al gobierno, como DC, es que hablemos en serio”

Al dirigente le preocupa el ambiente político, que amenaza poner “a la democracia en zona de peligro”. Por eso propone un pacto económico-social al gobierno, en el marco del que se ha reunido, entre otros, con la CPC.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Viernes 30 de noviembre de 2018 a las 04:00 hrs.
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A pesar de las críticas que el resto de la oposición le hace a la Democracia Cristiana por sus acercamientos con el gobierno, el timonel del falangismo, el exdiputado Fuad Chahín (41), tiene la convicción de que la colectividad avanza por el camino correcto. De hecho, desde hace unos días viene proponiendo hacer un pacto económico-social a nivel país con el gobierno, con el fin de confluir en una mirada de mediano plazo que lleve a Chile al desarrollo.

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Militante desde la juventud, llegó a la DC atraído por la figura del expresidente de la tienda, Adolfo Zaldívar, junto a quien dio los primeros pasos en política. El dirigente de ascendencia palestina y de risa fácil es, sin embargo, considerado un duro al interior del partido.

El desafío que se autoimpuso al mando de la colectividad, cargo al que llegó en junio pasado, es que la DC vuelva a ser un partido influyente. Si bien es pronto para evaluar, hasta ahora ha sabido navegar, logrando que la disidencia le dé espacio para desplegar su estrategia como partido opositor. “Cuando postulé a la presidencia del partido me comprometí con los militantes a que iba a conducir un partido que volviera a ser relevante en las decisiones del país y no arroz graneado, como alguna vez nos dijeron”, reafirma.

En esta entrevista con Diario Financiero, el timonel DC defiende la política de los acuerdos. Pero advierte que “el día de mañana tenemos claro hacia dónde vamos a construir nuestros acuerdos electorales y con quiénes tenemos que ser capaces de buscar un acuerdo político sólido, de alternativa de gobierno a la derecha y eso, obviamente que está mirando hacia la centroizquierda y no a la derecha”.

-Hace pocos días habló de hacer un pacto económico-social con el gobierno, ¿A qué se refiere?

-Planteamos ponernos de acuerdo en cuatro o cinco objetivos país, a mediano plazo, que se hagan cargo de desafíos desde lo económico, la infraestructura, la institucionalidad democrática, recuperar la credibilidad y la confianza. Y concurrir a un acuerdo como país con una agenda que sea compartida y que seamos capaces de sacar adelante.

-¿Se siente menos presionado por la disidencia que sus predecesores?

-Quiero valorar que, en términos generales, todos los liderazgos partidarios han entendido que este es el momento para la unidad, para que las discrepancias se conversen y procesen adecuadamente, y que tenemos que estar todos detrás de la estrategia de reposicionamiento del partido. También hemos ido derribando mitos: no queremos el camino propio, sino pasar por esta etapa de reperfilamiento y reposicionamiento y a partir de ahí acordar pactos electorales y acuerdos políticos.

-Sus exsocios perciben todo lo contrario, los ven acercándose a la derecha a partir de algunos acuerdos que le han despejado el camino al Ejecutivo

-Veo un poquito de ansiedad en el resto de la oposición, por discutir primero las cosas tácticas y estratégicas, como son las políticas de alianzas; pero si no tienen claro qué plantearle al país eso es un conjunto vacío. Eso hace que la gente desconfíe, por eso que nosotros elegimos el camino largo, más complejo, más difícil, que es darle sentido a nuestro actuar en política y recuperar la credibilidad, la confianza. Y para eso dijimos tolerancia cero a la corrupción, propuestas, pero también diálogo.

-¿Diría que no hay diálogo?

-Cuando se hace política de trincheras, cuando tenemos un diálogo de sordos, es el país el que pierde. Y cuando la gente nos ve preocupados sólo de exacerbar las diferencias sin capacidad de resolver los temas pendientes, desconfía cada vez más de la política y eso incluso pone en riesgo la democracia. Por eso es que, como partido, creemos que para cuidar la democracia tenemos que recuperar la credibilidad, la confianza en las instituciones. Para eso los partidos políticos tienen que ser útiles en resolver los problemas.

-¿En la línea del pacto económico-social que plantea?

-Claro, y en eso es el gobierno el que tiene el peso de la prueba, tiene que entender que tiene que ceder posiciones, que no tiene mayoría en el Congreso, que eso significa que el diálogo no puede ser simplemente sumarse a sus proyectos. Debe estar disponible a cambiar mucho sus proyectos, a escuchar la voz de la oposición y a que seamos capaces de buscar puntos de acuerdo para avanzar.

-Dice que la DC no busca el camino propio, pero llegó a acuerdo con el gobierno en Aula Segura y en Presupuesto, sin considerar al resto de la oposición.

-Para votar no vamos a mirar a las otras bancadas, vamos a hacerlo de acuerdo a nuestras convicciones. A veces, a la política le sobra parafernalia y le falta sentido común y la DC tiene que jugar el rol de hacer política desde el sentido común.

-¿Lo que impide un acuerdo es que cada nuevo gobierno deshace lo hecho por el anterior?

-Es evidente que en gobiernos cortos, en que se impone una lógica refundacional, se impide aquello. Nosotros buscamos este acuerdo y queremos ser protagonistas; no tenemos la principal responsabilidad de hacerlo, pero esperamos que el gobierno tome la iniciativa y seamos capaces de hacer este pacto económico-social.

-¿Cómo asume las críticas acerca de que la DC estaría dando pasos lentos pero firmes hacia la derecha? Se lo pregunto, porque originalmente la mayoría de sus fundadores se escindió de un partido de derecha.

-La Democracia Cristiana nunca ha sido y nunca va a ser un partido de derecha. Estamos en oposición a este gobierno, pero creemos que lo primero es el país. Porque no basta con fiscalizar y criticar como oposición, sino también proponer alternativas.

“La DC tiene que marcar rumbo”

-¿Qué pasaría si este pacto no se concreta, ya sea porque el gobierno no quiere avanzar en eso o el resto de la oposición no los acompaña?

-Creo que la democracia está en zona de peligro. Cuando uno ve los mínimos comunes entre lo que ocurrió en Venezuela -que permitió el triunfo de Chávez en su momento- y lo que pasa en Brasil, es la incapacidad de la política tradicional de hacerse cargo de los problemas que se arrastran durante mucho tiempo; eso hace que surjan populismos de izquierda, en algunos lugares, y de derecha en otros, y nosotros no estamos inmunes a eso. Si nosotros seguimos en esta lógica de las trincheras estamos pavimentando el camino al populismo.

-Algunos hacen un paralelo entre la figura de Bolsonaro y la de José Antonio Kast en Chile, ¿le preocupa eso?

-No solo nos preocupa, nos ocupa. Así como no es casualidad que Bolsonaro llegara al poder en Brasil, sino que tiene que ver con la incapacidad del resto de los partidos de hacerse cargo de la situación que se vivía, nosotros, desde la oposición, tenemos que buscar puntos de entendimiento para hacernos cargo de los problemas. Ese es un tema incluso de patriotismo, de compromiso con el país.

-¿Qué evaluación hace del gobierno de Piñera, generó demasiadas expectativas?

-No sólo eso, sino que en vez de ir resolviendo los problemas provoca otros nuevos y eso ha ido creando un desencanto muy profundo. El gobierno tiene que entender que su receta inicial de responsabilizar de todo al gobierno anterior, de hacer muchos anuncios comunicacionalmente vendedores pero sin sustancia, no sirve. Y si quiere sacar adelante su agenda legislativa a través del pirquineo de votos equivoca su estrategia, lo que nosotros le hemos dicho es que hablemos en serio.

-¿La DC se siente ganadora con la renuncia de Mayol?

-Nadie puede sentirse ganador por las consecuencias políticas de un hecho tan dramático como la muerte de Camilo Catrillanca. Lo que sí hemos demostrado es que la DC es protagonista y es dirimente en el Congreso, que nuestra posición es fundamental tanto para el resto de la oposición como para el gobierno y eso nos permite hacernos escuchar e influir.

"Creemos que el proyecto de reforma a las pensiones es malo"

-¿Cuál va a ser la postura de la DC en la reforma a las pensiones?
-Tomamos posición institucional, creemos que el proyecto de reforma a las pensiones es malo. Estamos de acuerdo con el aumento al pilar solidario, pero no se dice cómo se financia; estamos absolutamente decepcionados del resto del proyecto, porque no tiene ninguna solución para los actuales pensionados, esto podría tener un efecto en 40 años más. No se hace cargo del problema de legitimidad, confianza y credibilidad que tienen las AFP. Por lo tanto, así como está no tiene ninguna viabilidad y el gobierno no sólo tendrá que sentarse a conversar, sino que tendrá que estar disponible para hacer cambios muy estructurales a su proyecto si quiere contar con el apoyo de la DC.
-¿Qué elemento es clave para llegar a acuerdo?
-Estamos disponibles para buscar acuerdos, pero para pasar a un verdadero sistema de seguridad social que le dé respuesta no sólo a los futuros pensionados, sino también a los actuales. A los que nos les llega el pilar solidario y que tienen pensiones absolutamente insuficientes. Si hay voluntad para hacerse cargo de este verdadero crimen social que es el actual sistema, la DC está trabajando un conjunto de medidas para incorporarlas en el proyecto. Así, estamos disponibles para avanzar.
-¿Y han recibido alguna señal del gobierno en esa línea?
-Lo que nos importa es el resultado: a quiénes le vamos a aumentar las pensiones, en cuánto se las vamos a aumentar y cuándo se las vamos a aumentar; que son las tres respuestas clave y para eso hay que tener herramientas orientadas a ese fin. No como lo que presentó el gobierno que no resuelve adecuadamente esas preguntas.

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