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Guillermo Larraín: “Este Presupuesto sólo tiene sentido en la medida que permita al Central una baja significativa de la tasa”

El economista cree que la propuesta del gobierno es “tímida y conservadora”, pero que entrega margen al ente emisor para tener una actitud más agresiva.

Por: Narayan V. Caviedes | Publicado: Lunes 3 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Presentar un presupuesto responsable en lo fiscal es válido, pero conservador. Ahora, si esa propuesta es una señal y, a la vez, un margen para que el Banco Central recorte la tasa de interés es "un precio" que vale la pena pagar. Eso piensa el presidente del Centro de Regulación y Estabilidad Macrofinanciera de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Guillermo Larraín, quien cuestiona otro elemento del proyecto que hoy inicia su tramitación legislativa en el Congreso: la preponderancia de lo social por sobre lo productivo.


Para el economista, Chile lleva muchos años avanzando en demandas sociales, olvidando la inversión, criterio que, a su juicio, se repite en el Presupuesto 2017.


- En término globales, ¿cómo evalúa el Presupuesto 2017 elaborado por el gobierno?


- Me parece muy prudente, casi demasiado, y que sólo tiene sentido en la medida que permita al Banco Central una reducción significativa de la tasa de interés. Para que tenga sentido, por lo menos una disminución de 50 puntos base y rápido. Acá hay un problema de expectativas que está enquistándose en el aparato productivo, que nos tiene creciendo al 2%. El problema de expectativas no es de crisis, sino que de esperar y ver. Y eso es malo. La pregunta es cómo salir de ese círculo vicioso. Una apuesta es presentar un Presupuesto responsable y ganar confianza por el lado de la solidez fiscal, y es válido, pero tímido y conservador; salvo que permita al Banco Central tomar una actitud más agresiva. Si ese es el precio, me parece perfecto. Pero por otro lado, los empresarios entienden los hechos, y los hechos son proyectos de inversión, mejores perspectivas de los salarios y del gasto público. Acá se está optando por un camino que, per se, no va a cambiar las expectativas de los empresarios, salvo que el Banco Central colabore, porque la alternativa era una política fiscal más agresiva, no con énfasis en lo social, sino que en lo productivo.
La economía chilena necesita recuperar un nivel de actividad mucho mayor al que tenemos ahora.


- ¿Concuerda, entonces, con la crítica de algunos legisladores oficialistas, que dicen que el Presupuesto 2017 no es pro inversión?


- Al ministro lo escuché decir que hay inversión movilizadora. Y eso es verdad, siempre hay inversión que moviliza recursos más allá de los propios. Si hay planes de concesiones que se van a impulsar resta por ver, pero aún no veo eso.


Hasta ahora, queda claro que se trata de un presupuesto social. Pero con el respeto que hay que tener por eso, llevamos muchos años avanzando en lo social y hemos descuidado hace rato los aspectos productivos. Eso tiene que ver con la caída sistemática de la productividad desde el año 2000. Tenemos que pensar cómo mejorar el empleo, diversificar la matriz productiva; reemplazar y mejorar la infraestructura, como puertos, autopistas urbanas, aeropuertos, es decir, obras públicas de impacto significativo. Eso es necesario y no lo estamos haciendo. Eso, en parte, es una estrategia de desarrollo.


- ¿Y por qué Hacienda terminaría desestimando este camino de inversión y productividad?


- Imagino porque hay muchas demandas sociales y políticas, de ir por el lado de educación, salud, pensiones, seguridad ciudadana, que son los ejes de este Presupuesto. Pero también tenemos que hacer algo que muestre nuestras convicciones. Hoy, con lo necesario que es avanzar en los temas sociales, llevamos demasiados años despreocupándonos de lo productivo, de la calidad del trabajo, y a eso hay que darle énfasis. Se han hecho cosas, pero no se le ha otorgado la relevancia que requiere. Para que Chile pueda crecer bien, hay que tener una lógica de desarrollo y crecimiento que permita retroalimentar los avances en lo social.


- Y en el debate que se aproxima, ¿es razonable utilizar los fondos soberanos para equilibrar el gasto social con la inversión productiva?


- Hay varios temas que no los estamos debatiendo bien y se prestan para mucha demagogia. Uno, es el uso de los fondos soberanos. Segundo, nuestra propia capacidad de endeudamiento. Chile es país que tiene virtualmente cero deuda neta respecto de los activos que posee. Es uno de los países más sanos del mundo en esa materia y con las tasas de interés que tiene el mundo, Chile se podría endeudar a tasas muy, muy bajas, y tenemos que tener esa discusión para utilizar esa capacidad de endeudamiento y para hacer qué. Uno podría pensar en utilizar esa capacidad de endeudamiento para elementos productivos. Ahora, eso no para este presupuesto, sino que para más adelante, pero es el tipo de debate que no estamos teniendo y eso me preocupa, porque tenemos miedo de plantear estas discusiones: gasto público, endeudamiento, por un miedo a perder el control. Es un miedo legítimo, pero no puede ser que a un clasificador de riesgo se le ocurrió que tenemos buen grado de inversión, eso es parte de la fortaleza de Chile. Uno espera que eso refleje una capacidad del país de manejar y debatir temas como éste.}


- ¿No damos ese paso por el ambiente político actual?


- Puede ser, pero si esperamos a que el ambiente político tome un cauce normal, nos podemos quedar esperando. El ambiente político actual está bien crispado, pero no es muy distinto al que existe en cualquier economía de una democracia desarrollada. El nivel de enfrentamiento de los demócratas y los republicanos en Estados Unidos es mucho peor. Pasa algo similar con los laboristas y conservadores, en Gran Bretaña; y los socialistas con los nuevos republicanos, en Francia. El grado de conflicto en una democracia sana es similar al que tenemos acá.

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