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Guillier: "Nosotros representamos mucho más a la inmensa mayoría de chilenos, que el plan de Piñera"

El abanderado expresa su confianza en lograr la unidad del sector de cara a la segunda vuelta. “El tema es llegar a un acuerdo programático de gobernanza, una especie de plan de gobierno y estamos muy cerca de lograrlo”.

Por: Claudia Rivas | Publicado: Lunes 13 de noviembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Aunque se ha puesto en duda, estas últimas semanas el candidato presidencial del pacto Fuerza de la Mayoría ha dado señales evidentes de tener hambre de triunfo, como diría un relator deportivo. Su agenda es intensa, no para. Y la dificultad se nota más cuando es el momento para atender a la prensa.

Alejandro Guillier es un conversador nato. La mezcla de periodista y político acentúa esa faceta y, por lo mismo, su tiempo se hace escaso en medio de la ardua campaña para llegar a La Moneda.

Hace unos días, presentó oficialmente su programa de gobierno. Entremedio enfrentó cuestionamientos, incluso fuego que podría llamarse “amigo”, de quienes lo acusaban de no tenerlo.

Se defiende, devela su juicio crítico respecto a sus colegas de profesión y, cómo no, enfrenta a Sebastián Piñera. No tiene ninguna duda de que se verán las caras con el exmandatario en el balotaje y tampoco que la centroizquierda se unirá para contener el avance de la derecha.

- ¿Qué responsabilidad siente respecto de su rol en esta elección?

- Hay que renovar los liderazgos de la centroizquierda, tenemos que hacerla más ciudadana; convencida de que la democracia tiene que volver a sus orígenes en las organizaciones sociales, no sólo en los partidos políticos. Estos tienen que volver al mundo social, donde se construye Chile a cotidiano.

En el país ha habido una perspectiva muy de la élite, sea de derecha, centro o izquierda, y lo que le estamos debiendo al país es una mirada más desde el ciudadano.

- ¿Ha pagado costos por esta mirada alejada de los partidos?

- Sí. Inicialmente, los partidos miraban esto como una herejía, porque era todo lo contrario a lo que se había hecho desde el año ’90.

Ahora, entramos en un ciclo nuevo, que se advierte en el primer gobierno de Bachelet, cuando la ciudadanía empieza a buscar otro tipo de liderazgo, ya no es el del hombre de Estado, es el del ciudadano que tiene vocación de servicio público.

- Pero a la gente le cuesta entender su relación con los partidos.

- Para ser sincero, yo nunca busqué ser candidato presidencial, se fue dando y mi nombre fue surgiendo más en las bases de los partidos y las dirigencias más bien se resistieron. Y yo he tratado de darle a la campaña esa impronta de la ciudadanía. Todos mis anuncios los he hecho en regiones.

- ¿Ha sembrado en regiones?, porque según la última CEP su debilidad es la Metropolitana.

- Para ser sincero, no tengo la percepción de la encuesta CEP, le he hecho serias objeciones. Se ha hecho uso abusivo de las encuestas para generar estados emocionales. Cuando un candidato de centroizquierda va subiendo, tratan que aparezca otro.

- ¿Eso pasó con Beatriz Sánchez?

- Lo han hecho permanentemente, pero la ciudadanía es la que va a resolver. Yo tengo que hacer el esfuerzo de ser consistente con un necesario intento de renovación en la centroizquierda, de ciudadanizarla. Porque los liderazgos más tradicionales están agotados, ninguno siquiera pudo llegar a la primaria y, no se excusen, no llegaron porque no tuvieron respaldo ciudadano, la gente ya estaba agotada de eso.

- ¿Y con quién gobierna un independiente?

- Con mi sector, pero entendiendo que la oposición es parte del buen gobierno. Hay que darle conducción al país y buscar los acuerdos en función de una propuesta de desarrollo. Y necesitas de los partidos, pero no que monopolicen el poder. En Chile se partidizó mucho.

- ¿Producto del proceso de retorno a la democracia tal vez?

- Claro, porque el año ’90 se dijo ‘mire, esta transición va a ser tan delicada que ustedes confíen en nosotros’ y desactivaron las movilizaciones y organizaciones sociales, incluso a la prensa, que había sido contestataria al régimen militar.

- ¿La prensa es poco incisiva?

- No sé, la prensa chilena se transformó en una especie de tutor de la moral pública y mira con desconfianza a la política, lo que es un principio relativamente saludable, pero no hay en la prensa chilena un debate sobre nada trascendente. Entonces, uno ha tenido dificultades para instalar temas.

- ¿Hace un mea culpa de su relación con la prensa? Porque se esperaría de un periodista una relación más fluida, pero usted incluso se ha quejado de un cerco mediático, entre otras cosas.

- Claro, por ejemplo, la prensa instaló que no teníamos programa en septiembre u octubre del año pasado, en circunstancias que ningún candidato lo tenía; pero fue obsesión, cuando nadie tenía programa, nadie tenía equipo, ninguno tenía el apoyo de su partido.

- ¿La prensa ha sido particularmente dura con usted?

- Obvio, sobre todo de estigmatizar una candidatura, cuando yo ni siquiera tenía la intención de postular. Es necesario que la prensa se haga una autocrítica.

“Vamos a rectificar el paso en este proceso de cambio”

- En la presentación de su programa la semana pasada se declaró heredero de la Concertación y de la Presidenta a diferencia de lo que dijo al inicio de su campaña, ¿este cambio busca a ese votante?

- Uno debe tener un juicio crítico de las cosas que no se han hecho bien y cómo se resolverán dentro de un programa de desarrollo con sustentabilidad.

Por lo tanto, tenemos que mejorar mucho la eficiencia del Estado, el diseño de las políticas públicas; lo que no es una ruptura, sino una profundización. Vamos a rectificar, no como una crítica al pasado, sino como el paso que falta en este proceso de cambio.

- La elección de noviembre es una primaria para la Nueva Mayoría, ¿qué lo diferencia de Goic que incline al electorado a su favor?

- Que hicimos el programa desde la base social y refleja lo que siente la gente común y corriente; no le tenemos temor a la participación ni a los cambios políticos; tenemos una buena evaluación en términos de lo que son las concesiones, la diferencia es que para la construcción de hospitales han salido muy caros los procesos y tenemos que revisar aquello.

Pero no creo que haya diferencias estructurales entre ambos programas, son más prácticas que doctrinarias.

- En sus programas cuesta más encontrar diferencias que coincidencias, ¿eso facilita un acuerdo?

- Probablemente, pasa lo mismo con el Frente Amplio. Hay materias en que todavía hay diferencias, pero el grueso son coincidencias.

El tema es llegar a un acuerdo programático de gobernanza, una especie de plan de gobierno y estamos muy cerca de lograrlo.

Tenemos confianza que en la segunda vuelta vamos a llegar a un acuerdo.

- ¿A qué atribuye la actuación más dura de la senadora y su renuencia a dar señales de respaldo a quien pase a segunda vuelta?

- No van a ser los líderes políticos los que van a contar, van a ser los electores, los ciudadanos, los que van a tomar su decisión. Mi percepción en terreno es que la ciudadanía quiere que nos pongamos de acuerdo y va a castigar a los que no quieran avalar ese acuerdo.

- La ciudadanía se pronuncia, pero los liderazgos dan señales, insisto, ¿a qué atribuye que Goic no las dé en la línea de un acuerdo?

- Porque estamos compitiendo y todos tienen que fortalecer su posición. Una vez que nos midamos, vamos a conversar cómo seguimos adelante.

Tengo la intuición de que la inmensa mayoría de la gente quiere que mantengamos la unidad, porque además es muy fuerte el antipiñerismo.

Nosotros representamos mucho más a la inmensa mayoría de los chilenos, que el plan de Piñera que quiere echar atrás la reforma tributaria para favorecer al 0,1% de los chilenos o que quiere despedir 20 mil trabajadores del sector público.

- ¿Entonces la preocupación del entorno de Piñera tiene sustento?

- Estoy convencido. Por supuesto que se le va a complicar a la derecha, porque según nuestros estudios estamos ganando en segunda vuelta.

- ¿Sus cifras dan cuenta de eso?

- ¡Por supuesto! Y hace muchas semanas que ya ganamos claramente la segunda vuelta, porque Piñera está bajando, contrario a lo que muestran encuestas interesadas.

- En su entorno están preocupados de lo que vaya a pasar con el voto de Lagos, ¿hace un mea culpa por cómo se hicieron las cosas que culminaron con la bajada del expresidente? ¿Podría haber habido más sutileza?

- Pero si yo no busqué ser candidato, no tengo la culpa si la propuesta no encajó, por qué me responsabilizan a mí. Esta es la única parte del mundo en que se enojan con el rival que, además, surge de las circunstancias; qué tengo que ver yo con qué su discurso no haya pegado.

- En algún minuto se lo consideró de la línea del expresidente, pero después puso distancia entre usted y lo que él representa.

- Pero obvio, porque en Chile cambió el clivaje y se fue a lo ciudadano. No puedes seguir hablando desde arriba, pensando que la política la hacen sólo los políticos; tienes que volcarte a la ciudadanía.

¿Empresarios? “Les vamos a poner un margen”

- ¿Con sus propuestas podría ganarse la confianza del empresariado que lo ve con resquemor?

- Los empresarios siempre miran con resquemor todos los cambios, pero van a sentir confianza en la medida que vean que tienen nuevas oportunidades de negocios y una disposición a acelerar los procesos.

- Las críticas que ha hecho al sector podrían aumentar la desconfianza, ¿o no?

- Cuando los empresarios ven que pueden hacer negocios los hacen, no es un tema de confianza. Lo que sí, les vamos a poner un margen: Queremos iniciativa privada, pero bajo reglas del juego clarísimas en valor agregado para los territorios, respeto al medio ambiente, a los derechos laborales y pagar impuestos.

- ¿Y qué tan grave sería para Chile que ganara Piñera?

- Para qué me voy a poner en situaciones que sé que no van a pasar. Mi ventaja es bastante clara respecto de Piñera en segunda vuelta, no es de un punto o dos.

-¿Y cómo visualiza el día 19, qué espera?

- Espero que ese día los distintos candidatos del progresismo saquemos muy buenas votaciones para que no haya derrotados, para que nadie se sienta humillado y todos sientan que pueden hacer una contribución significativa a sumar un voto de mayoría. 


"Como la derecha no tiene nada nuevo que ofrecer desacredita a las personas"

 

- ¿Cuánto costo le ha acarreado esta carrera presidencial que ha asegurado que no buscó?

- Ha sido la mayor experiencia de mi vida, intensa, también para mi familia; pero están todos jugados, absolutamente entusiasmados. Estoy con todo el entusiasmo y la alegría de haber entrado en un compromiso tan grande como éste.

- Dentro de la Nueva Mayoría y también entre analistas se ha planteado que usted no tiene ganas de ser Presidente ni ánimo de candidato, que no tiene ganas de ganar, ¿hay algo de eso?


- Se ha dicho: 'no tiene programa', 'no tiene equipo', 'no tiene ganas', 'tiene una enfermedad terminal degenerativa'... ¡Puras mentiras! Las mismas encuestas están inventadas, todos sabemos que están manipuladas, pero que sigan inventando y se van a despertar mágicamente el día de la elección.


- ¿Qué usted duerme la siesta es verdad o es un mito?


- Yo me levanto todos los días a las 04:30 de la mañana, lo hice durante 30 años cuando trabajé en televisión y a las 05:00 de la mañana cuando trabajaba en radio. Llegaba a mi casa a las 10 y media después de hacer radio, universidad y, además, darme el tiempo para hacer televisión. Además, escribía artículos académicos.


Por lo tanto, todas esas acusaciones no son más que parte de una estrategia de guerra sucia que se instaló, porque como la derecha en Chile no tiene nada nuevo que ofrecer, trata de desacreditar a las personas.


Incluso, me han tratado de vincular con narcotráfico y no sé cuántas cosas más.
Y aquí estoy yo, tranquilo.


- No sólo desde la derecha se le ha vinculado con el narcotráfico, también de otras candidaturas de centroizquierda como por ejemplo su adversaria de la Nueva Mayoría, ¿cuánto le ha afectado esto a su imagen y a su candidatura?


- Todas esa acusaciones, al final, terminan generando victimización, porque la gente se da cuenta de que son mentiras.


- ¿El hecho de que Carolina Goic haya sido una de las que levantó la acusación lo afecta en lo personal?


- No, porque sé que no es nada personal. Como dicen en la película El Padrino, no sé si se acuerda del diálogo de Michael Corleone con uno de los mafiosos que lo traiciona, en que dice que 'no es nada personal, hasta te tengo simpatía, esto son sólo negocios'.


Bueno, yo emulando eso, esto es solamente competencia política, pero hay algunos que prefieren competir con ideas, nosotros no descalificamos, hay otros que tratan de descalificar al contendor porque piensan que van a tener un beneficio. Bueno, el día 19 veremos a quién le resultó y a quién no.


- Entonces, ¿su imagen como candidato no resultó perjudicada?


- Al contrario, porque la gente percibió que había un afán destructivo y eso va a castigar a los que usaron las malas artes no más.


 

Primeros 100 días:"Despejaremos proyectos de inversión en evaluación"

 

- ¿Cuáles son los grandes ejes de sus propuestas?


- Primero, hay que terminar con el abuso, porque eso está destruyendo las confianzas públicas, con estas colusiones, con la relación espuria entre dinero y política. Si no las terminamos, las instituciones republicanas se resentirán dramáticamente.


En segundo lugar, tenemos que avanzar hacia una sociedad de derechos básicos, el país con más de US$ 24.000 per cápita es el primero de América Latina en ingresos promedio, pero con una distribución muy desigual.


Entonces, estamos en condiciones de asegurar educación para todos los niños y niñas y, a su vez, asegurar una red primaria de salud, con el 3% de aquel 7% que todos pagamos, para que la atención en la red primaria sea potente.


- ¿Cuánto va a costar su programa y cómo se va a financiar?

- En el fondo se va a necesitar invertir un adicional de US$ 9.500 millones. Además, se agrega mejorar el Fondo Solidario, de la Pensión Solidaria, esos son unos US$ 800 millones; tenemos también que asegurar la rebaja en el pasaje del transporte público a las personas de la tercera edad y eso será del orden de los US$ 210 millones, entre otras urgencias.


En lo básico es un proyecto que va implicar unos US$ 9.500 millones en cuatro años, como US$ 2.500 millones anuales.


- Para que quede bien claro, ¿va a financiar su programa a través de reasignaciones y de los frutos de la Reforma Tributaria?


- La reforma tributaria entra en régimen recién el próximo año. Además, la buena noticia de la reforma tributaria, según el primer reporte del Banco Mundial, es que prácticamente el 75% de la nueva recaudación la paga el 0,1% de los chilenos. Por eso que cuando Piñera dice que va a echar atrás la reforma tributaria, es un error profundo, porque están pagando los que ganan más y eso es lo que permite financiar los planes sociales.


- Ha puesto especial énfasis en un crecimiento con igualdad e inclusivo, ¿cómo promoverá la reactivación económica y la inversión?


- Los viejos motores de la economía chilena se están enfriando, todo el mundo lo sabe. El precio del cobre es cada día más inestable, pero tendremos una revalorización porque le tenemos que meter industria.


La energía eléctrica, que es la que va a prevalecer a futuro, se va a aplicar, entre otras cosas, en la electromovilidad y el transporte público.


Vamos a transitar hacia la asociatividad y el cooperativismo como tercer sector de la economía.
Garantizaremos el apoyo a las PYME en los procesos de innovación, sobre todo digitalización, para que puedan hacer negocios modernos; y a los megaproyectos que están en evaluación, hay que darles un impulso decisivo. También a la revolución de las comunicaciones.


- Ha mencionado sus prioridades, pero ¿a qué le dará urgencia los primeros 100 días de su gobierno en caso de llegar a La Moneda?


- Lo primero, vamos a empezar a despejar rápidamente los proyectos de inversión que se encuentran en evaluación en los organismos públicos.


Vamos a crear una oficina a nivel de La Moneda para agilizar los proyectos de inversión. Para nosotros no puede ser neutro si se aprueba o no un proyecto, necesitamos que los proyectos se aprueben en forma más ágil y reducir los tiempos que se demora hoy la evaluación de impacto ambiental; hay que hacerlos igualmente rigurosos, pero más simples. Eso significa reducir los plazos de las evaluaciones a casi la mitad de lo que se demora hoy, que un proyecto grande está prácticamente entre seis o siete años; y eso nos está limitando mucho.


Segundo, pretendemos destrabar los proyectos que están en el Fondo de Inversión, ahí hay un capital de $ 9.000 millones para hacer inversiones del Estado, eso puede financiar infraestructura desde el punto de vista del Estado. Ese fondo hay que agilizarlo para incentivar la economía, partir dando señales potentes de financiamiento y gasto social, para dar impulso al crecimiento económico.

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