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Narváez: “Lo que se juega es quién será la continuidad de las transformaciones y quién está por retroceder”

Al entrar de lleno en el último año de Michelle Bachelet, esta semana el comité político y la Nueva Mayoria deberán zanjar el mapa de ruta para 2017.

Por: Lourdes Gómez B. | Publicado: Lunes 27 de febrero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Un poco más de tres meses lleva Paula Narváez siendo la voz del gobierno de Michelle Bachelet, aunque -entre tanta contingencia- siente que ha sido menos el tiempo transcurrido desde que asumió la responsabilidad de transmitir lo hecho en este segundo mandato de la Presidenta. Por eso, este último año será clave, ya que de ello depende la impronta que dejará la jefa de Estado.

La ministra secretaria general de gobierno -que es parte del círculo de hierro de la mandataria-, está convencida de que las transformaciones que dejará esta administración pasarán a la historia y con el tiempo se valorarán.

¿Cómo enfrentará los próximos meses? “El último año es tan relevante como los tres anteriores, con un sentido de urgencia que prima nuestras acciones”, expone la ministra junto con destacar que se trata de un período que “hay que aprovecharlo de manera muy eficiente, así que nuestros énfasis están puestos en producir rápidamente lo que tenemos en materia legislativa”.

Y añade: “Tenemos una agenda muy exigente y con un criterio de realidad que lo da las semanas legislativas y nos estamos ajustando. Es un año de priorización, de consolidación. También hay otros énfasis en la gestión de los programas de gobierno, eso no se descuida, pero cuando hay un gobierno de reformas que tienen que ver con instrumentos legales, y el proyecto de ley y el Parlamento son tremendamente relevantes”.

- Se afinó una priorización de agenda. ¿Qué pasó con los proyectos que quedaron afuera y algunos que se sumarán como Conaf y Onemi? ¿Cómo conciliar eso con el tiempo legislativo?

- Siempre hay espacio para hacerse cargo de una realidad que es dinámica. En política no está dicha la última palabra porque la realidad se impone. Valoramos la evaluación que los actores políticos han hecho de la agenda que logramos consensuar con los partidos de la Nueva Mayoría, esto no lo hizo el Ejecutivo solo y, por lo tanto, hay un entendimiento.

Es una agenda realista con algunos ejes fundamentales para el programa de gobierno como temas de activación en materia económica, que nos parece importante dejar esa señal y aquellos con un impacto ciudadano que son los ejes articuladores de esta agenda legislativa de priorización.

Van a quedar algunos afuera, pero eso no significa que los abandonemos. La priorización tiene que ver con los énfasis, con los que tienen mayor viabilidad de ser despachados o los que las semanas de discusión nos van a dar para sacarlos, porque su discusión está avanzada y hay un trabajo político adelantado y eso nos da la perspectiva que vamos a despacharlos.

- Pero cuando el Ejecutivo pone énfasis en una agenda, los otros proyectos no pueden avanzar hasta despacharse. Esa es un realidad a la que se enfrentarán.

- Es súper importante la transparencia y la honestidad con el trabajo que hemos hecho. A nadie le hemos prometido cosas que no vayamos a cumplir. Tenemos el fuerte compromiso con el programa el gobierno y con aquellos proyectos que son esenciales para el programa. También tenemos que ser realistas y decir no se puede todo, ningún gobierno podría.

Insumo al debate presidencial

- El gobierno tiene un sello social pero dejó afuera la reforma de pensiones y la reforma a las Isapres. ¿Por qué?

- El tema de pensiones está dentro de los priorizados. Hoy hay una prolongación del sello social que la presidenta Bachelet configuró en su primer gobierno, no hay ninguna duda. La Presidenta hizo un llamado a un gran acuerdo nacional porque hay un consenso que el sistema no entrega las pensiones que la gente necesita y en eso se está trabajando.

El ministro de Hacienda junto con Trabajo están llevando las conversaciones para confluir en una propuesta que se transforme en un proyecto que se presentará al Congreso y que tendrá que asumir que es un elemento estratégico en nuestra economía y, por lo tanto, tiene que cuidar ese efecto en la economía, que debe tener un componente más solidario y los incentivos adecuados para que la gente quiera pertenecer al sistema.

- ¿Las expectativas son dejar el proyecto en tramitación o aprobarlo?

- Dejar presentado un proyecto que muestre este sello y recoja este llamado de un gran pacto nacional.

- ¿Pasa lo mismo con la reforma constitucional?

- Esperamos que se apruebe la propuesta de reforma al capítulo 15 de la Constitución que vamos a enviar, que sabemos requiere altos quórum, porque tiene que ver con los candados que dejó la Constitución del ‘80 y para poder modificarla queremos que esos candados se puedan abrir y que sea una nueva constitución nacida en democracia que se haga cargo de una sociedad que ha cambiado.

Chile es distinto del Chile de los ‘80 y, además, sabemos cuál es el origen que tiene esa constitución que rige. El desafío es que se apruebe la reforma al capítulo 15 y presentar un proyecto alimentado con todo el proceso constituyente.

- ¿Cuándo?

- No hay fecha clara.

- ¿Dada la contingencia con Masvida se abre una ventana para la reforma a las Isapres?

- Forma parte de la responsabilidad que tenemos que tener con los tiempos legislativos que nos quedan. Esta semana nos vamos a reunir otra vez con la Nueva Mayoría y dijimos que la agenda no estaba 100% cerrada, justamente porque hubo modificaciones antes del cierre del año legislativo. No me voy a adelantar a esa conversación con los partidos sobre el cierre completo de esa agenda.

- Porque los parlamentarios sí van a plantear cambios al sistema de salud privado...

- Y nosotros la posibilidad de dialogar.

- Tras varios anuncios que se han pospuesto, el subsecretario Aleuy dijo que en marzo enviarán el proyecto de ley de migración, cuyos costos aún están en evaluación. ¿Se discutirá una ley de migraciones en 2017?

- Vamos a ingresar una ley de migraciones, ese es el compromiso, pero el problema de casarse con tiempos es que a veces se requiere de más revisión de los equipos, hay muchas externalidades e implicaciones.

- Y en un escenario de estrechez económica…

- No vamos a aprobar nada que afecte nuestra responsabilidad fiscal. Ese siempre es un principio que no cruzamos y por eso es importante que Hacienda, entre otros actores, puedan mirar ese proyecto y hacerlo bien, porque nos interesa que sea viable y que permita un balance entre derechos y deberes del emigrante, con elementos de carácter regulatorio a la migración, de carácter seguro y se inserte en una legislación internacional y coherente a los tiempos que vivimos.

- ¿No está contemplada una nueva institucionalidad entonces?

- Si la institucionalidad encarece mucho el proyecto y -esto a título personal- no va al fondo de lo que nos interesa, que es este balance entre derechos y deberes, y eso se puede lograr con la coordinación eficiente entre los distintos servicios y eso permite viabilizarlo, esa es una vía y ese es el análisis final que se está haciendo.

- Hay varios proyectos que serán presentados pero no despachados. ¿El gobierno busca marcar la agenda presidencial y fijar cierto camino para un futuro gobierno de la coalición?

- Así como entendemos que este es un año de consolidación, también entendemos que luego viene la proyección y aspiramos, como cualquier gobierno, que se continúe con las líneas transformadoras de este gobierno.

Creemos que lo que hemos hecho en este gobierno es un insumo muy relevante para lo que va ser la discusión programática de estas elecciones presidenciales, puede haber matices, puede haber diferencias, pero en un año de elecciones presidenciales lo que se juega es quién va a ser la continuidad de las transformaciones y quién está por retroceder a mayores niveles de desigualdad, con un Estado menos interviniente.

Estamos siendo consistentes con lo que quiere la sociedad chilena, un Estado mucho más presente, que se hace cargo de resolver temas de salud, de educación, vivienda. La gente tiene esa expectativa, más ahora que antes, y la presidenta Bachelet se hizo cargo de eso.

TVN: “No eliminamos el canal cultural”

- Otro proyecto pendiente y que es de su gestión es la ley de capitalización de TVN. ¿Cuáles son los cambios que está evaluando ingresar?

- El proyecto de ley está en el Congreso y no hemos hecho ninguna indicación. Sí hemos realizado una red de conversaciones que nos ha llevado a un convencimiento de cómo hacerlo viable, y lo que nos interesa es que exista una televisión pública fortalecida, que TVN siga jugando un rol que dé garantías a todos los chilenos y chilenas. Eso lo vamos a lograr con algunas modificaciones al proyecto.

- ¿Está contemplada la eliminación del canal cultural como se ha dicho?

- No estamos eliminando el canal cultural, lo que estamos es buscando los mecanismos para hacerlo viable.

- ¿Se reducirán los US$ 100 millones contemplados inicialmente en la capitalización?

- No voy a hablar de montos mientras no lo discutamos en la comisión y eso será a fines de marzo.

“Yo soy optimista”

- ¿Las controversias de la Nueva Mayoría están entorpeciendo los avances del gobierno? Para ponerse de acuerdo en la agenda de priorización se demoraron más de cuatro meses...

- La priorización se inicia una vez superadas todas estas diferencias, que son propias de gobernar en una coalición, por lo que la agenda de priorización se da en un muy buen clima. Se demora porque no era fácil de 150 proyectos llegar a 50. Ese proceso es complejo y le hubiera costado a cualquiera, pero no estuvo intervenido por fricciones. Eso no significa que la política no tenga discusiones, eso sería negar la política.

- ¿Qué pasará, en un año donde el tiempo es clave, si surgen diferencias que empañen el avance que el gobierno espera? Hoy está el tema de Cuba y las diferencias entre la DC y el PC.

- Yo soy optimista y más allá de las vicisitudes normales de un año de campaña, tanto presidenciales como parlamentarias, los proyectos que hemos logrado priorizar concitan apoyo. Tenemos dificultades, pero en lo medular estamos de acuerdo e, incluso, pueden ser vehículos o facilitadores de la propia campaña. Los parlamentarios puestos en la disyuntiva de apoyar o no un proyecto de ley y su avance va a ser un elemento de campaña, eso debiera ayudar más que entorpecer.

- ¿Las diferencias de la coalición no entorpecen la labor de gobierno?

- Son temas distintos. Uno está en el ámbito concreto de gestión donde el Ejecutivo lleva adelante su agenda legislativa junto a sus parlamentarios y otro tema son las dinámicas propias de una coalición, amplia y diversa. Nosotros valoramos esa diversidad y que puedan traducirse en situaciones de tensión, pero eso es algo que tienen que resolver los partidos. Así es la política, con conflicto, complicaciones. Nadie dice que no existen problemas, lo importante es tener la capacidad y la claridad para transcender a ellos y solucionarlos.

- Dada estas vicisitudes, ¿cuál es el llamado que hace el gobierno a la coalición para sacar adelante esta agenda legislativa?

- Centrarnos más en lo que nos une que en lo que nos desune, poner por sobre todo el bien superior para Chile y dejar instaladas las transformaciones porque creemos que se hace cargo de un Chile más igualitario, más justo, más inclusivo.

 

"No hay proceso de reforma sin crítica, siempre se puede hacer mejor"

- ¿En algún momento se valorará a este gobierno como de transformación?


- Estoy convencida. Este es un gobierno de transformación cultural. Aquí hubo un cambio social que la presidenta Bachelet leyó, se hizo cargo en su programa y fue capaz de poner su capital político al servicio de eso.


- Aunque lo haya perdido...


- Ella ha sido sumamente generosa en eso y no dudó ni un segundo, eso hacen las personas que piensan en el bien superior del país y lo ha demostrado con creces. Probablemente, eso necesita decantar, plasmarse en la vida de las personas y no tengo duda que la valoración de este gobierno va a ser positiva cuando esto se haya asentado bien. La gratuidad, por ejemplo, le ha cambiado la vida a muchos chilenos hoy, haber terminado con el sistema binomimal, tener una reforma tributaria que permita una mejor redistribución, eso es una transformación de este gobierno y se va notar en la vida de las personas.


- Pero tuvo un costo bien alto para Bachelet que se refleja en la pérdida de credibilidad y el hecho que no quiera participar más en procesos eleccionarios.


- Así se construyen los países. A no pensar en sí misma sino que en los demás y eso va ser valorado en toda su dimensión en su momento. No nos puede amilanar el hecho de que haya crítica, que sea difícil, que sea con costos. Las grandes transformaciones siempre son con enormes costos, el tema es quién está dispuesto a pagar esos costos, eso es lo que hace distintas a las personas que están en política de las que creen que por la vía de desacreditar o descalificar a otro se puede ganar; pero si no se está construyendo, no sirve.


- ¿Las críticas se hubieran mantenido si estas transformaciones no hubieran tenido tropiezos?


- No hay proceso de reforma sin crítica, siempre se puede hacer mejor, siempre hay espacio para mejorar, no hay duda. El tema es tener la convicción y la fuerza para llevar adelante la transformación. Hay espacio para toda la autocrítica, no digo que haya sido infalible.


- ¿Hubiera pagado igual un costo político?


- Lógico, porque es un gobierno de transformación y cuando hay reformas, se genera malestar. Siempre va haber gente que quiere mantener el statuo quo, pero hacer un reconocimiento de los derechos sociales garantizados es una tremenda transformación, es un gran cambio de paradigma, no es superficial.


- ¿En marzo de 2018 tendrán la convicción de que se logró esta transformación?


- Terminaremos el gobierno con la claridad de que Bachelet transformó Chile.

 

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