Oficialismo se abre a ampliar plazo de indicaciones para lograr consenso

A exactamente una semana para que se cumpla el plazo fijado por el Senado para ingresar perfeccionamientos al proyecto de reforma laboral, el gobierno sigue trabajando a toda máquina en la redacción de las indicaciones, con una nutrida agenda de encuentros para buscar las fórmulas óptimas que permitan lograr el consenso político necesario.

Sin embargo, ayer con la suspensión de última hora por "problemas de agenda" de la reunión acordada la semana pasada entre algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría y los ministros de Hacienda y Trabajo, se puso en tela de juicio el cumplimiento del cronograma del Ejecutivo.

De hecho, parlamentarios que analizan directamente el articulado dicen estar abiertos a extender el plazo de ajustes contemplado hasta el 7 de septiembre para aumentar su número y, además, lograr el mayor consenso político previo a la discusión en particular.

Precisamente, a pesar que ejes del proyecto como titularidad sindical y extensión de beneficios son las materias más avanzadas en la redacción del gobierno, el tópico más conflictivo sigue siendo la prohibición del reemplazo en huelga.

Piedra en el zapato del Ejecutivo que en días decisivos de la iniciativa, incluso, podría obligar que el proyecto en su tercer trámite constitucional pase por comisión mixta por falta de consenso político, según comentaron algunos parlamentarios.

Por esta razón, algunos apuestan por dilatar el ingreso de indicaciones para lograr un acuerdo previo a la discusión y otros prefieren que estas diferencias se zanjen derechamente en el Congreso, ya que a estas alturas del debate resultan irreconciliables.

De todas formas, senadores de la comisión de Trabajo del Senado dicen estar tranquilos pese al "entrampado" paso con que ha caminado el proyecto en los últimos días en medio de los "forcejeos", ya que si finalmente se decide postergar el período de indicaciones, este plazo no superaría los siete días y podría garantizar un mayor respaldo al texto. Pero, desde el mundo sindical, las altas probabilidades que hacen prever una postergación del plazo oficial no tuvieron una buena acogida. La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, señaló que es una "señal preocupante".

"Si el Ejecutivo no es capaz de cumplir con esta (fecha), da cuenta o genera un escenario de incertidumbre que no es sano. Pero lo fundamental no es el plazo sino el contenido", precisó. Además, dijo que preferiría "que si aquí no va a haber puntos de acuerdo, mejor vayamos al debate y no sigamos dilatando".

Lo que viene

A pesar de los "problemas de agenda" para coordinar la reunión que se concretaría ayer durante la mañana, la discusión en torno a los ajustes se concentró en Huérfanos 1273 en un almuerzo privado entre diputados y senadores de la Nueva Mayoría con la ministra del Trabajo, Ximena Rincón.

Y los encuentros no se detienen, ya que hoy se retomará la cita de los parlamentarios con los ministros de Hacienda y Trabajo en el Congreso en Valparaíso y el miércoles continuará la discusión del articulado en la comisión de Trabajo de la Cámara Alta durante la mañana.

A esto se suma la cita que deberá tener esta semana la directiva de la CUT con la NM y los ministros Rincón y Valdés.

Fuentes que han participado de las reuniones, aseguran que el reemplazo interno en huelga estaría totalmente descartado en los perfeccionamientos del gobierno. También habría espacio para el sindicato del día después y para la práctica antidesleal en dos sentidos: para evitar la presión "material" que los sindicatos puedan ejercer sobre quienes no están en huelga o para la presión "moral" que ejerza el empleador sobre trabajadores que no participen en la movilización.

Asimismo, no habría espacio para el concepto de "huelga pacífica".

CUT: "es preocupante que cronograma no se esté respetando"
"Es preocupante que el cronograma establecido y autoimpuesto por el Ejecutivo hoy no se esté respetando, porque da cuenta que al parecer habrían faltas de entendimiento dentro de los propios ministerios, lo que es lamentable, porque a nuestros ojos éste es un proceso que ya viene con un proceso de debate prelegislativo que fue bastante intenso". Así reaccionó ayer la presidenta la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, al ser consultada por la cancelación de la reunión fijada entre los senadores de la NM y Hacienda.

Según recordó, "el propio gobierno fue el que se autoimpuso que el 31 de agosto esperaban haber finiquitado la tramitación del proyecto. Sin embargo, ya es evidente que estamos pasando a septiembre y lo que esperamos es que este retraso en el debate finalmente tenga que ver más bien con un perfeccionamiento mucho más fino del proyecto y no que se deba al interés de dilatar y que, por lo tanto, eso vaya tensionando aún más el clima", recalcó.

A su juicio, seguir dilatando este proceso sólo generará condiciones para que, quienes se muestran críticos frente al articulado, insistan en sus posiciones y traten de "evitar el avance para el mundo sindical".

Por esto, la dirigente hizo un llamado a que el Ejecutivo "tome con la mayor seriedad el debate que estamos haciendo y entiendo que en ese sentido no es irrelevante los plazos. Es bueno cumplir con los compromisos que se han adquirido porque eso da tranquilidad a todas las partes. Todos han solicitado certidumbre. La primera es que se trate de responder con los plazos que se había autoimpuesto en el propio Ejecutivo". Eso sí, dijo estar tranquila porque hasta ahora ve convicción frente a los temas esenciales del texto.

Respecto a la responsabilidad que tendría Hacienda en el atraso del "cronograma", prefirió no hacer juicios por desconocer el detalle, pero sí afirmó que es evidente que "está costando que esto avance y esperamos que no sea por falta de sintonía entre los ministerios sino porque las propuestas técnicas quizás requieren mayor elaboración de lo que uno podría haber pensado", explicó.