Piñera pone foco en la competencia para bajar precios de remedios

Aumentar la competencia en el mercado de los medicamentos es la estrategia que impulsará un eventual gobierno de Sebastián Piñera para disminuir el valor de los fármacos.

“Hay un problema de competencia en el mercado de los medicamentos que involucra farmacias o a laboratorios”, señaló el exmandatario el martes pasado al ser entrevistado en el programa En Buen Chileno.

De ser necesario, sostuvo el expresidente “vamos a exportar directamente de la fuente a precios muy inferiores y lo vamos a poner a disposición de toda la comunidad chilena”.

Además, planteó que fármacos que no requieran receta médica podrían comprarse en lugares distintos de tiendas farmacéuticas.

En esta línea, el miembro del equipo de Salud del exgobernante, Emilio Santelices, detalló que para impulsar la eficiencia de este mercado se plantea la creación de un portal que transparente los precios de los medicamentos.

A esto se sumará un observatorio internacional de precios para establecer proveedores internacionales que no tengan acceso al mercado chileno y así “poder identificar ese diferencial y poder atraer esos proveedores para que se instalen en Chile”, señala Santelices.

A esta estrategia se suma el uso de “Cenabast (Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud) como un agente de compra directo a esos proveedores para poder trasladar esos productos a Chile y poder proveer con Cenabast a las farmacias”, agrega el coordinador, ampliando la distribución de aquellas de carácter de barrio.

Esto irá de la mano con un mayor impulso al uso de medicamentos bioequivalentes y genéricos, junto con lo que asegura que estas medidas ayudarán además a potenciar la expansión de las farmacias de barrio.

Una de las máximas del programa de Piñera apunta a pasar de “curar a cuidar a la población”, lo que implicará una serie de medidas para hacer un mayor seguimiento al cuidado de los pacientes.

Esto, además, incluye la construcción de un seguro social de salud, que en su primera etapa establece modernizar Fonasa y las Isapres.

La primera será dotada de nuevas atribuciones, tales como “evaluar la performance de los hospitales a objeto de validar si ese hospital está cumpliendo con las métricas que dan cuenta de que sus recursos se están usando bien”.

Con lo anterior también se plantea cambios en “los mecanismos de pago, a uno que sea ajustado a riesgo de los hospitales, pero a su vez ajustado a resultados sanitarios”.

Para las Isapres se propone “terminar con la discriminación por sexo y edad, y las preexistencias, de modo que exista al interior de las mismas un fondo de compensación de riesgo y que se pueda transitar independiente de sus condiciones de salud entre una Isapre y otra”.