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Presidenciales: sello de unidad en la centro izquierda y voto voluntario avivan expectativa de estrecha segunda vuelta

Aunque en la Nueva Mayoría admiten que la dispersión es una debilidad frente a la derecha, aún creen que se puede producir una “épica” que cambie el actual escenario.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Viernes 22 de septiembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Pese a que la estrategia de la oposición de cara a las elecciones presidenciales de noviembre se fundamenta en el “voto útil” para intentar resolver la contienda en primera vuelta, el escenario del voto voluntario y la capacidad de la centro izquierda y la izquierda de aglutinarse frente a momentos que definen como de adversidad generan un alto grado de incertidumbre en el que el balotaje surge como inevitable.

De ahí que entre expertos y políticos se asuma que la evidente ventaja del abanderado de Chile Vamos, Sebastián Piñera, frente a su más cercano retador oficialista, el aspirante del pacto Fuerza de la Mayoría, Alejandro Guillier, no cree que evite una la segunda vuelta tanto o más estrecha que la elección de 2009.

Para el decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central, Marco Moreno, “está claro que en la medida que vote menos gente -se habla del orden de 6 millones de un padrón de poco más de 14- es favorable para la estrategia a la que está apostando Piñera”, lo que cambiaría significativamente si “Guillier y Beatriz Sánchez logran llevar más gente a votar, porque el umbral crece”. Pero con el actual sistema de voto voluntario, advierte, “en la segunda vuelta se instala una gran incertidumbre”.

Y dado que Piñera estaría apostando a la “desmovilización” de la centroizquierda, ya que la clave del voto voluntario es “hacer votar a los suyos y no a todos”, en la segunda vuelta podría activarse “la infantería electoral de la Nueva Mayoría”, lo que contribuiría a ajustar el resultado que en primera vuelta debería ser, según todas las encuestas, muy ventajoso para el exmandatario.

Una tesis con la que discrepa de plano el senador Andrés Allamand (RN): “La esperanza de una confluencia en la izquierda y una suerte de movimiento ‘todos contra Piñera’ en la segunda vuelta, no pasa de ser un simple espejismo. Yo tengo total confianza en el triunfo de la centroderecha en la segunda vuelta”, sentencia.

En la oposición apuestan a varios elementos que conspiran contra Guillier. Que es imposible políticamente sumar la votación de todos los candidatos de centro izquierda y asumir que se concentrará en el que pase a segunda vuelta y el efecto “voto ganador”, en que la gente se inclina en segunda vuelta por quien cree que ganará.

Mientras que para el senador Felipe Harboe (PPD), el tenor de dicha definición dependerá de la capacidad del candidato de la Nueva Mayoría de “convocar y crear una épica. Si eso no ocurre, no creo que sea capaz de lograr todos los votos. Si lo lograra, en una de esas, la segunda vuelta podría ser muy estrecha”.

Lo que también tiene que ver con un aspecto que ha sido profusamente comentado en el oficialismo y que involucra al equipo que acompaña a Guillier. Harboe lo expone derechamente, apostando a que “en algún minuto llegará al comando gente con más expertise de campaña”.

Mucho más convencido de lo ajustada que será el balotaje se muestra el exjefe territorial de la campaña de Guillier, el senador Juan Pablo Letelier (PS), ya que a su juicio, “efectivamente esta elección va a ser muy estrecha”.

A diferencia de elecciones anteriores, plantea que “hay una disputa sobre avanzar en un país donde hay políticas sociales que garantizan derechos por parte del Estado versus una visión donde el mercado tiene que hacerse cargo de la provisión de ciertos bienes que algunos consideramos públicos”.

Así y todo, admite que la segunda vuelta no será fácil debido a que la “dispersión de la centroizquierda es su mayor debilidad” frente a “la disciplina de la derecha que se vio en las primarias”.

Bajo la mirada del socialista Carlos Montes, el resultado de la elección dependerá “mucho del resultado en la primera vuelta” y ante el argumneto de la derecha de que la suma de los votantes de la centroizquierda y la izquierda no es automática, aclara que “las personas de más a la izquierda nunca han votado todas por la Concertación”, así es que el que no lo hicieran ahora no sería un elemento crucial.

Quien también se inclina por la estrechez del balotaje es el analista Gonzalo Arenas, ya que -según explica- pese a la ventaja de 14 puntos de Piñera sobre Eduardo Frei el año 2009 en primera vuelta, ésta se acortó a un triunfo por 51% contra 48%, lo que atribuye a que “la capacidad de la centroizquierda para aglutinarse es poderosa”.

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