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Refichaje de militantes: Lo que se juegan los partidos políticos si no cumplen con la nueva ley electoral

Hasta el 14 de abril, los partidos deberán reinscribir unos 17.500 militantes ante el Servel para sobrevivir en el sistema político y la tarea no ha sido fácil.

Por: Lourdes Gómez B. | Publicado: Viernes 23 de diciembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Poco menos de cuatro meses le restan a los partidos políticos para que se la jueguen el todo por sobrevivir. Y es que a mediados de abril, las distintas tiendas deberán reinscribir formalmente al 0,25% de los votos válidos en la última elección de parlamentarios, lo que significa alrededor de 17.500 militantes, y así puedan constituirse como tal, según la nueva Ley electoral y de fortalecimiento y transparencia de la democracia, acuñada bajo la comisión Engel.


Y aunque está misión parecía una meta alcanzable para el sistema político, en el andar el desafío se ha tornado cada vez más preocupante para muchos partidos que no han visto una positiva reacción de su padrón electoral, en medio de la desafección que enfrenta el sistema en general. La situación se vuelve más complicada al ver los efectos de no cumplir con esta exigencia, y que contempla en su segunda etapa -para el 2018-, la reinscripción del 0,5% de los votantes, es decir unos 35 mil afiliados por cada partido.
La ley determina que las colectividades que logren acreditar esta meta deberán hacerlo en al menos ocho regiones del país o en tres regiones consecutivas y, de no lograrlo, no solo no podrán presentar candidatos presidenciales ya que perderán su condición de partido político nacional, sino que además, no podrán acceder al financiamiento público dado que la nueva normativa prohíbe el aporte de privados a las campañas.


Si logran refichar al menos 500 militantes en una región, la tienda podría constituirse sólo en esa región, siendo partido regional y unicamente podrá presentar candidatos parlamentarios en esta circunscripción.
"Este proceso va a permitir sincerar el real padrón de los partidos, que en muchos casos estaba envejecido y contar con datos fidedignos para facilitar la competencia interna", precisa María Jaraquemada, directora de Incidencia de Espacio Público, quien no obstante se muestra confiada en que los partidos logren cumplir con este desafío.


Pablo Rodríguez, cientista político del Instituto Libertad es claro en que el proceso ha tenido dificultades. "Aún tienen tiempo para revertir una situación compleja y cumplir con las nuevas reglas del juego. Pero no se puede soslayar el trámite burocrático y que el sistema de clave única no ha funcionado", asegura.
El director del Observatorio Político Electoral de la Universidad Diego Portales, Mauricio Morales, es más pesimista en su visión. "En el contexto de baja participación y de crítica sistemática hacia los partidos, conseguir afiliados mínimos para constituirse como tal es una verdadera hazaña. Algunos partidos han ocupado sus procesos eleccionarios internos para sostener el refichaje. Otros, como el PPD, han tenido más problemas. Si bien es razonable que los padrones estén limpios, el refichaje no ha sido la mejor recomendación", explica.


Muestra de ello, comenta la analista política María de los Ángeles Fernández, fue la reciente votación interna de la UDI, que apenas atrajo a un 9% de su padrón, "se observa un panorama complicado. Pareciera que, a pesar de que la bajísima credibilidad de los partidos en las encuestas, todavía no se toma real conciencia de su magnitud y las medidas no pasan por el facilismo", precisa.

 

Restricción en el financiamiento y crisis de representación

El no cumplimiento de la cuota de refichaje podría impactar directamente las arcas de los partidos cuyo 20% del financiamiento corresponderá al numero de regiones donde logren constituirse como tal. Si logran conformarse como partido nacional se les asigna lo correspondiente a una región adicional. El 80% restante se distribuye entre los partidos con representación parlamentaria, según la cantidad de votos alcanzados en la última elección de diputados.


Más allá del financiamiento, el refichaje podría tener otros efectos no deseados. Según el diputado y experto electoral Pepe Auth uno de ellos puede ser la migración de candidatos a otras regiones, complicando aún más las plantillas parlamentarias que además deberán integrar a un numero de mujeres según la ley de cuotas. "Aquellos que a noviembre de este año eran militantes del partido, pero su partido no logró ficharse en la región donde están sus distritos, no podrían postular allí bajo ninguna forma, porque el partido no existe legalmente y no puede presentar candidatos. Sólo podrían ser candidatos en otra región donde su partido esté debidamente inscrito... En la víspera de elecciones parlamentarias, fracasar en el refichaje puede provocarle mucho daño práctico y de legitimidad popular a cualquier partido", asegura.


El peso en las negociaciones de un partido también podría tener impacto, "junto con el caudal electoral que tiene un partido, también importa la cantidad de adherentes para saber "cuánto pesa" realmente. Menos adherentes, en un contexto de abstención electoral estructural, es una combinación que añade más preocupaciones", aclara Fernández.


Para Morales, el refichaje también puede influir en la abstención. Según explica, la nueva ley aumentó los costos de constitución con la inscripción, redujo al mínimo los espacios para hacer campaña y dar a conocer los programas de los candidatos, se abrió un espacio para más incumbentes "La nueva normativa de campaña reduce los espacios de propaganda al mínimo, entonces se da la peor combinación de todas: muchos candidatos y poca información. ¿El resultado?: Más abstención".

 

¿Crisis generalizada del sistema político?

El refichaje podría convertirse en el primer escalón de la crisis que se advierte para el sistema político, porque no sólo implica reencantar a los militantes, sino que para hacerlo deberán replantear su rol dentro de la sociedad. "Al final los partidos que conjuguen una mayor transparencia, una democracia interna y una mejor propuesta programática más de peso, van a lograr saltar la valla más allá de los militantes, esto es algo más de fondo que la capacidad de arrastre que pueda tener un partido, ambas cosas hoy día están en tensión en los partidos y predecir qué pasara es súper difícil porque hoy día está todo muy revuelto", explica Mireya Dávila, doctora y magíster en Ciencia Política del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile.


La restricción financiera, que trae consigo el no cumplir este requisito, podría derivar en la muerte de un partido político, lo que podría impactar en una crisis mayor en el sistema en general.


De acuerdo a Pablo Rodríguez, para los partidos no sólo está en juego mantener su vigencia legal, sino que reafirmar la fuerza de cada colectividad y su supervivencia.


"Un revés en esta materia puede significar recibir menos aportes en dinero por parte del Estado, lo que en un contexto restringido de fuentes de financiamiento, puede terminar matando a varios partidos que han surgido en el último tiempo", precisa y aclara que más allá que uno o dos partidos presenten problemas en el refichaje, si esto se extiende a la mayoría de los partidos del sistema se enfrentaría una crisis mayor.
Una visión que es compartida por María de los Ángeles Fernández, quien cree que las dificultades en el refichaje indican un bajo nivel de fidelización de las colectividades, "incluso las personas que estaban fichadas no estaban tan fidelizadas como se creía lo que muestra también la incapacidad para cautivar a nuevos adherentes, pero el problema es mayor: siguen anclados en el siglo XX y pedir facilidades para sus procesos internos (leyes cortas se ven como trajes a su medida) lo que hace es distanciarlos más de una ciudadanía que no tiene ese tipo de facilidades para desenvolverse en su vida cotidiana", aclara.

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