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Tres primeros meses de Piñera II: el trazado del relato

El gobierno deberá procurar mayor ritmo legislativo y evitar errores como el protocolo de aborto y las estridencias de algunos ministros.

Por: Rocio Montes | Publicado: Viernes 8 de junio de 2018 a las 04:00 hrs.
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Salvo en algunos sectores de la oposición sumidos en la ceguera y una cierta lógica obstruccionista, la mayoría del cuadro político chileno comienza a advertir que este Piñera 2 va en serio. Al personaje presidente se le ha visto actuar con mayor prudencia –menos errores al estar menos expuesto–, al tiempo que comienza a desplegar un proyecto político de un peso específico que su sector no había tenido en los últimos 30 años. La derecha o la centroderecha tiene ahora, con Piñera 2, un plan estratégico que debería preocupar a la oposición. Curiosamente, no es en la ex Nueva Mayoría donde suenan las alarmas de un discurso piñerista basado en el diálogo y el crecimiento inclusivo, que recuerda los primeros gobiernos de la Concertación. Es en el Frente Amplio –quizás porque es ahí y no en otros lugares donde se está pensando la oposición– donde el discurso de Piñera se empieza a decodificar de manera aguda.

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“Si el actual gobierno se impone, la Concertación no tiene ni proyecto histórico ni defensa política posible ante un Piñera más Cieplan que Libertad y Desarrollo”, escribió uno de los referentes intelectuales del Frente Amplio, el sociólogo Carlos Ruiz Encina. El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, en la misma línea indicó que el discurso presidencial “expresa una voluntad de un relato fundacional. Aquí lo que la derecha está planteando es que quiere llevar a Chile al desarrollo a través de una propuesta particular de país”, señaló el edil.

El lunes se cumplen los tres primeros meses del segundo gobierno de Piñera y el arranque –en términos generales– ha sido bueno. En este período pasó la prueba de la instalación y la primera cuenta pública. Aunque con críticas –la extensión, la enumeración interminable de medidas, la ausencia de algunos asuntos importantes– quedaron las grandes líneas: la búsqueda de consensos y la necesidad de reforzar al músculo de la economía que –a juicio del Presidente– fue lo que se descuidó en el gobierno anterior. De lograr hacer creíble el relato de este proyecto político depende en buena medida la proyección de la derecha en el poder.

La economía creció 5,9% en abril, la tasa más alta desde 2012, pero estos tres meses han tenido sin duda algunos déficits. En términos políticos, probablemente el de mayor gravedad –justamente por la sincronía con el movimiento feminista– fue el del protocolo que regulaba la objeción de conciencia institucional en la ley de despenalización del aborto en tres causales. El cuestionamiento de la Contraloría representó una estocada a un gobierno que presumía de su experiencia. La elaboración del protocolo fue ejemplo de una política pública diseñada entre gallos y medianoche donde ciertas fuerzas intentaron imponer una posición que estaba incluso contra la línea de lo anunciado por Piñera: que en su mandato se iba a respetar la ley aprobada en Bachelet 2.

En suma, el ministro Emilio Santelices tuvo que hacer frente a una interpelación y, ahora, a una eventual acusación constitucional. De ser aprobada, podría terminar con la destitución del secretario de Estado. No sería una buena noticia en el primer trimestre de un presidente que quiere avanzar en un área postergada, la salud, con un movimiento en las calles que defiende las libertades reproductivas.

Entre los déficits se cuenta el ritmo legislativo. Al menos hasta el discurso del 1 de junio, incluso entre los parlamentarios oficialistas se compartía de cierta manera las críticas hacia “la sequía legislativa” de La Moneda, que esbozaron los ex ministros de Bachelet en la “reunión de camaradería” previa al mensaje.

En estos tres meses se han enviado al Congreso proyectos como la ley que aumenta la subvención a organismos colaboradores del Sename y el que declara imprescriptibles los delitos de abuso sexual contra menores. Se anunció la Agenda de Equidad de Género; se promulgó la Ley de Universidades Estatales del gobierno anterior; aunque lo cierto es que prácticamente la única ley promulgada en estos tres meses es la del fin de las bolsas plásticas y se observan más urgencias o indicaciones que proyectos propios. A diferencia del gobierno anterior con su reforma tributaria, no existe una columna vertebral.

Dentro de los déficits existen asuntos de forma que no dejan de ser relevantes como el viaje a Harvard del ministro de Hacienda o la verborrea del ministro de Educación.

Así, ha sido un arranque correcto, aunque el gobierno debería abocarse a cerrar los flancos frente a una oposición dividida, pero con mayoría en el Poder Legislativo.

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