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Carolina Fuensalida: “No es prudente cambiar el sistema tributario este año o en el 2021”

Abogada, considerada uno de los cerebros del nuevo sistema impositivo, cree que es importante “no generar falsas expectativas” de cara al nuevo debate.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Domingo 8 de marzo de 2020 a las 10:00 hrs.
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Foto: Rodolfo Jara
Foto: Rodolfo Jara

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A fines del año pasado, la abogada Carolina Fuensalida volvió al estudio que fundó hace seis años con su par Jaime del Valle (Fuensalida & Del Valle), luego de su paso como coordinadora de Modernización Tributaria del Ministerio de Hacienda.

La firma también incorporó un tercer socio (Cristóbal Ureta) y completó una planta de unas diez personas.

Fuensalida comenta que por estos días la principal preocupación de los clientes ha sido aterrizar los cambios que incorpora el nuevo sistema tributario, vigente desde el 24 de febrero.

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Para la abogada UC y magíster en Derecho en Berkeley, el foco de la nueva discusión que se abre, con la inminente convocatoria de una comisión de expertos que fije la hoja de ruta para un nuevo sistema, no solo debe ser la equidad y recaudación, sino también los incentivos para el crecimiento y la inversión.

- ¿Cuáles son sus expectativas de cara al nuevo debate?

- En lo personal, puede ser positivo que exista una comisión que ojalá tenga una integración multidisciplinaria, como la Comisión Mirrlees en el Reino Unido. Me encantaría que por fin logremos sentar en una mesa a académicos, economistas, abogados, ex directores del SII, directores de empresas, trabajadores, hablando sobre cuál es el sistema tributario al que queremos aspirar.

Pretender cambiar el sistema tributario este año o el 2021 debería ser inviable. No me parece prudente hacerlo ni llevarlo a cabo, pero sí una discusión amplia, respetuosa, que fuera más desinteresada, menos política y menos de la coyuntura.

- ¿Cuál es su reflexión del debate que se cerró con la puesta en marcha del nuevo sistema tributario?

- En lo personal, me siento extremadamente orgullosa y tranquila de que logró aprobarse un proyecto que tuvo un camino largo y difícil, pero que pone el foco también en temas que me importan mucho, como la certeza jurídica para los contribuyentes, para los inversionistas y para quienes desean apostar por este país. No obstante los cambios, quedé bastante tranquila, porque hubo temas muy relevantes que lograron sacarse adelante. Queda muy robusto el Estado de Derecho.

- Finalmente no se logró integrar el sistema, como se pretendía en el proyecto original.

- Hay temas que cambian profundamente, como el que no se haya incorporado un sistema totalmente integrado. Pero hay que recordar que las PYME, que son el grueso de empresas, quedan con un sistema totalmente integrado y que tributan en base a retiros. El que las grandes compañías hayan quedado con un sistema semi integrado no es el óptimo, porque el sistema semi integrado tenía un gran problema por la sobretasa plana que afectaba a todos quienes fueran socios directos o indirectos de una empresa en el sistema semi integrado, sin reconocer o sin hacer una segregación por la capacidad patrimonial. Ese es un tema latente que no se soluciona.

- ¿Quedó cómoda con el proyecto que salió del Congreso?

- Hoy, mirando de manera retrospectiva lo que sucedió desde octubre sería injusto sostener que los cambios fueron excesivos. Eso no significa que yo esté de acuerdo con todos los cambios, pero uno no puede desconocer la coyuntura que se vivió en ese minuto y creo que el ministro Briones logró sacar adelante un proyecto emblemático de este Gobierno. Quizá no en un 100% acorde con lo que esperábamos, pero no puedo dejar de reconocer la dificultad con que él se vio enfrentado y, por lo tanto, no podría hacer una crítica en ese sentido.

En el grueso, hoy podemos estar tranquilos, al menos como Gobierno, de haber sacado adelante uno de los proyectos emblemáticos. También se logró simplificar. Evidentemente, ya no hay todos los sistemas que tenía la reforma tributaria de Bachelet.

Prefiero hoy mirar el vaso medio lleno, mirar lo hecho y mirar también hacia el futuro. El saldo es más bien positivo en la medida que seamos capaces de también ser cautelosos y no generar falsas expectativas respecto de reabrir íntegralmente la discusión tributaria.

- ¿Su principal frustración fue no rebajar el impuesto a las empresas ni integrar el sistema?

- Los sistemas en sí mismos no son dogmas, son herramientas e instrumentos. Mi frustración es no tener un sistema único de tributación, un sistema que además permita un mayor incentivo al ahorro y la inversión. Desde el 18 de octubre dejamos de hablar de crecimiento, de inversión y empezamos a hablar más de equidad y de igualdad, pero dejamos de buscar aquello que era lo que nos identificaba, quizás también como gobierno. Lo que no hace ni por un segundo desmerecer la necesidad de lograr equidad.

Creo profundamente en la necesidad de una mayor justicia social y equidad, pero también necesitamos retomar en algún minuto el camino del crecimiento, porque mal se puede lograr equidad y una mejor redistribución si no seguimos creciendo.

Me quedo con la tranquilidad de que logramos abordar el tema de las certezas, pero nos queda pendiente todo lo que son más incentivos.

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