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Tributaristas advierten a empresas que se planifiquen para que la reforma se apruebe en 2020

Comienza agosto y la iniciativa aún está en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. Tributaristas siguen con cautela la discusión y ya están advirtiendo a clientes que podría no estar operativa en la próxima Operación Renta.

Por: Pamela Fierro E. | Publicado: Lunes 29 de julio de 2019 a las 04:00 hrs.
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Ad portas de cumplir un año en el Congreso está el proyecto de reforma tributaria, consolidando las dudas sobre si la iniciativa se despachará a ley este año, como espera el Ministerio de Hacienda.

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La semana pasada se aplazó la votación del denominado “corazón” del proyecto en la comisión de Hacienda de la Cámara Baja: la reintegración del sistema, dejándola recién para el lunes 5 de agosto.

Los escenarios están abiertos. Por ello, en el mercado no se atreven a hacer apuestas porque con el proyecto en juego en la ruleta legislativa cualquier cosa puede pasar. Incluso, temen que entre tantos ajustes se pierda el sentido de la iniciativa, lo que lleve a que se requiera una nueva modificación en un próximo gobierno.

El diputado Pablo Lorenzini (DC), uno de los legisladores que ha “muñequeado” para alcanzar un acuerdo con el Gobierno, espera que la iniciativa se apruebe esa semana en comisión para que a mediados de mes pase al Senado.

“Hemos logrado mejorar varias materias y esperaría que en septiembre-octubre el Senado apruebe la reforma”, dijo. No obstante, reconoció que la Cámara Alta puede determinar otra cosa, y que ante las diferencias se vaya a comisión mixta y los plazos se alarguen.

Mientras más tiempo pase, la tramitación se complica porque a fines de septiembre los legisladores entran en modo Presupuesto hasta noviembre, limitando el tiempo para revisar otras normas.

Para el senador Carlos Montes (PS), una de las voces de peso de la oposición en el Senado, existe la posibilidad de que el proyecto demore aún más y llegue a 2020. “Todo depende de lo que pase con la integración en la Cámara, porque en el Senado no tiene los votos y eso será materia de debate”, dice tajante.

Montes agrega que más allá de la integración, hay otros temas que requerirán un análisis profundo, pues a su juicio se abrieron muchos forados en materia de elusión, se debilitaron los controles del SII y tampoco lo convence la Cláusula PYME. “Nos vamos a dar el tiempo necesario”, comenta.

De hecho, el presidente de la comisión de Hacienda del Senado, Ricardo Lagos Weber, se ha manifestado partidario de aprobar los puntos en que hay consenso y olvidarse de la reintegración.

Con cautela

“Nos parece que el retraso ha afectado negativamente las expectativas de empresarios e inversionistas, que habían apostado por una tramitación y aprobación de la reforma dentro del primer año de Gobierno”, dice Felipe Yáñez, socio de Tax de Mazars Chile.

Ante este incierto panorama, envían reportes periódicos con los avance a sus clientes. “Las preguntas se concentran en los tiempos esperados de aprobación y la entrada en vigencia de los principales cambios previstos”, precisa el experto.

Si la ley se promulga este año, se afecta a las rentas del año 2019 que se deben declarar en abril de 2020. Pero si ello ocurre el año entrante, toda la cadena se retrasa.

Si la reforma no se aprueba este año, un escenario factible para Cristián Vargas, socio de Tax & Legal de BDO, seguirán vigentes las normas de 2014. “Eso tiene aspectos negativos porque la Ley vigente tiene problemas y es un costo que van a pagar muchos contribuyentes”, puntualiza y menciona, por ejemplo el impacto en los pequeños accionistas que por el régimen semiintegrado vigente deben pagar una tasa más alta (9,45%), las diferencias de tasas que pagan inversionistas nacionales y extranjeros, entre otras.

“Las empresas han entendido desde el principio que este es un proyecto que no necesariamente se aprobará, o que de hacerlo podría haber grandes cambios. Por ende, ha habido cautela de no internalizar los eventuales efectos de la reforma hasta no tener certeza absoluta de los cambios”, agrega Víctor Fenner, director de Consultoría Tributaria de EY.

Recomendaciones

Hugo Hurtado, socio de Tax en Deloitte, recomienda a los contribuyentes “revisar las estructuras de las sociedades en las cuales los socios retiran en forma distinta a sus participaciones en el capital y confirmar si hay sustento jurídico o económico para tal distribución”.

Ignacio Gepp, director de Tax Advisory de Puente Sur, sugiere a sus clientes seguir el debate político y tomar acciones cuando ya esté zanjado el proyecto, aunque precisa que desde ya se puede ir tomando el peso a las normas antielusión, donde es preferible prevenir conductas que puedan ser sancionadas.

Claudio Bustos, socio de Bustos Tax & Legal, insta a asesorarse porque el tema tributario “está complejo y no sólo en Chile”. En base a ello, recomienda ir viendo qué franquicias y cláusulas se pueden utilizar.

Una nueva "cocina" en el Senado, el peor escenario

En la reforma tributaria de 2014 el Senado fue clave en los cambios y el despacho de la iniciativa. Por ello, no son pocos los tributaristas que temen una nueva "cocina", con una DC en la Cámara Alta menos dispuesta a acuerdos con el Gobierno, en comparación a los diputados.
Christian Aste, de AVL Abogados, lamenta el cómo se ha llevado la tramitación. "Lo peor que puede pasar es que no cambie nada y algunos ya lo tienen asimilado. Si van a meter mano al proyecto dejándose influir por terceros que no han creado empresas y va a terminar un engendro, lo más probable es que haya que volver a parchar y a generar más incertidumbre con otra reforma", comenta.
El experto agrega, "lo peor es la inestabilidad. Es como casarse cinco veces, ya la quinta esposa va a tener desconfianza. Si vamos a hacer algo mal, mejor no lo hagamos".
El mayor riesgo que ve Vargas es que "de esta discusión en el Congreso resulte un conjunto inorgánico de normas sin que haya un cuerpo sistemático bien organizado, y que se traspase el problema al problema al próximo Gobierno".

El debate por estos días: ¿con o sin integración?

El exdirector del SII, Michel Jorratt, plantea que la modernización tributaria no era necesaria porque en la última Operación Renta la recaudación aumentó 16% y abrió el debate.
Para Aste, la discusión no debiera ser recaudar más, si no cómo avanzar hacia un sistema fácil y justo: "No es ni lo uno ni lo otro", dice.
En la misma línea, Claudio Bustos señala que la reintegración del sistema debiera aprobarse porque es el corazón de la reforma. "Si eso no se aprueba, no se va a lograr el efecto y el impacto de debiera tener. Es una reforma importante no sólo porque se desee dar una señal de confianza al mercado, sino porque va a ayudar a simplificar mucho el sistema tributario, varias veces los contadores han estado a punto de tirar la toalla".
Una visión distinta tiene Ignacio Gepp. "La integración no me quita el sueño. Si se pierde, Chile va a quedar con un sistema enredado y raro, pero creo que hay aspectos modernizadores que son relevantes como la inversión en regiones, las nuevas normas de gastos, el paradigma de la relación de los contribuyentes con el fisco", acota.

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