Carmen Román: “Lo peor es que las mujeres no damos nuestra opinión y por eso no estamos sentadas donde tenemos que estar”

Es una de las pocas mujeres del consejo general de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) y, aunque ve que hay muy buenas intenciones en la incorporación femenina al mundo gremial, señala que aún no es suficiente. Pero Carmen Román percibe que si bien muchos se quedan en el discurso, el presidente del gremio, Bernardo Larraín, pasó del dicho al hecho al sumarla al comité ejecutivo e integrando a Janet Awad como la primera vicepresidenta de los industriales.

En esta materia, la también gerenta de Asuntos Legales y Corporativos de Walmart Chile aprovecha de destacar el programa BOW (Board Of Women), impulsado por Mujeres Empresarias y en la cual Sofofa colabora. Román participó de la instancia en 2012.

Se trata de un programa dirigido a mujeres para ocupar cargos en directorios y para dirigir emprendimientos con alto potencial de crecimiento. Esta es la octava versión del programa y tiene una duración de tres meses.

“No existe una preparación para la mujer en este ámbito. Sales no con una noción específica sino que con un buen complemento de ideas, y en ese sentido creo que no hay muchos programas en Chile que se dediquen a esto”, dice la ejecutiva.

Por esto, asegura: “Si Chile quiere caminar hacia una productividad alta, además de darle una entrada al mercado laboral a las mujeres, tiene que capacitarlas”.

- ¿Cómo se les explica en el programa que no deben ser solo la ejecutiva de las habilidades blandas, como suele escucharse?

- Lo que va reafirmando este programa en el tiempo es la confianza, porque muchas veces a las mujeres nos pasa que tenemos una opinión, sabemos del tema, y no la entregamos porque no tenemos confianza si eso va a ser bien visto. Si lo peor que nosotros hacemos es que no damos nuestra opinión y por eso es que no estamos sentadas donde tenemos que estar.

- ¿Las mujeres se aíslan en el mundo de los negocios o hay trabas?

- La mujer se prepara, quiere llegar y, en el minuto que tiene que llegar, le falta la determinación.

Creo que si nos diferenciamos los hombres y las mujeres, es que los hombres se lanzan, tengan o no las habilidades, y las mujeres pretendemos estar siempre 100% preparadas y seguras.

- ¿Qué tan rudo es el consejo general de la Sofofa para las mujeres?

- No lo veo como rudo. Creo que depende de nosotras, no del consejo. Los consejeros hombres tienen la mejor disposición para escucharnos, para aprender, pero nosotras muchas veces nos quedamos calladas.

- ¿Tiene que haber un cambio de estatuto para incorporar más mujeres al consejo?

- Absolutamente. Es algo que tenemos pendiente. Me lo he propuesto como un objetivo dentro de la Sofofa, porque es muy relevante.

Hoy tenemos que abrirnos a tener ejecutivas de primera línea, que hay y muchas, y pueden hacer muy buenos aportes. Pero si nosotros no cambiamos el estatuto que permita que ingresen mujeres que están en las altas esferas ejecutivas sin ser gerente general o directorio, la verdad es que esto no va a avanzar.

- ¿Hay machismo en el consejo?

-Siendo bien objetiva, sí debe haber, pero también es un tema de nosotras. La verdad es que yo no siento mucho esa como restricción, yo creo que es una autorestricción que nosotros nos imponemos.

- ¿Cómo ha visto a la Presidenta Bachelet?

- Ella tiene habilidades que son inconfundibles y son muy requeridas para su cargo. La cercanía, generar grupos, generar redes.

- ¿Qué tan preocupante es que dos agencias nos hayan recortado la clasificación?

- Es una noticia a la que debe prestarse atención. Lo fundamental es repotenciar la alianza público/privada para revertir esta situación y recuperar cuanto antes la salud de las cuentas fiscales.

El estilo de la Sofofa con Larraín: "Es un liderazgo efectivo"

El presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, mandató a Román y a Patricio Jottar el liderazgo del Comité de Evolución Empresarial. Su objetivo, relata Román, "es validar a la empresa como un actor relevante en el desarrollo del país", agregando que "las empresas han tomado conciencia de los impactos que generan en el país que pueden ser buenos y malos".

"Lo que quiso hacer Bernardo con este comité es buscar una forma de validar ese rol importante que tiene la empresa en la sociedad, de buscar objetivos específicos, y dentro de ellos, está obviamente el trabajo de la confianza", cuenta.

"Somos los primeros que tenemos que buscar validar nuestra actividad pero con compromiso desde adentro, de decir cosas que vamos a hacer y que van a ser importantes para la marcha del país". Román señala que se han reunido una vez y que ya se fijaron encargados para llegar a la próxima sesión con trabajo avanzado.

Así, aún no han priorizado las tareas, aunque esperan en septiembre tener los objetivos claros de la instancia. "Vamos a fijar un estándar ético que sea acorde a los tiempos que se viven hoy y que sea acorde a lo que queremos visibilizar como empresa. Y ese estándar se va a fijar", dice, aunque indica que no necesariamente será un código de ética.

- ¿Cómo cambió Larraín la óptima del típico empresario?

- Bajo el anterior liderazgo, tengo que ser bien sincera, ya que Hermann von Mühlenbrock también salía mucho a terreno. Ya marcó una etapa significante de salir hacia afuera. Bernardo sigue en ese sentido, pero la diferencia es buscar mucha eficiencia tanto en el interior como en el exterior para avanzar en los temas. Está orientado directamente a la acción.

-¿Ve que el tema espionaje está superado dentro del gremio?

-Creo que el tema de espionaje es importante. Es un tema que se está desarrollando, que la Sofofa al menos quiere llegar hasta las últimas consecuencias, quiere entender qué fue lo que pasó, por qué pasó y cuáles fueron las características de ese caso. Y más allá de eso la verdad no tenemos mayor antecedente, queremos esperar lo que pasa con la investigación, pero sí queremos saber qué es lo que pasó. Hay un interés legítimo de saber qué fue lo que pasó.