Laboral & Personas

Chile necesita profesionales tecnológicos y no los encuentra en ninguna parte

Las empresas han tenido que importar profesionales. Expertos coinciden en que las mallas curriculares de las universidades e institutos están desactualizadas.

Por: David Nogales Toledo | Publicado: Martes 18 de julio de 2017 a las 12:30 hrs.
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Uno de los temas que más preocupa a las autoridades económicas es la falta de empleo. Según el INE, la tasa de desocupación se elevó a 7% en el periodo marzo-mayo de este año, su nivel más alto desde mediados de 2016.

Han sido dos años complicados porque la desaceleración ha golpeado al mercado laboral en industrias clave como la minería, la construcción y los servicios financieros.

Sin embargo, hay una importante área de la economía chilena que vive una situación diametralmente opuesta y que está pidiendo a gritos más y más profesionales: el de la tecnología.

El gran problema es que no los encuentra, lo que supone toda una paradoja teniendo en cuenta la violenta penetración de las tecnologías móviles y transformación digital en los últimos años tanto a nivel usuario como al interior de las empresas.

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Realidad del sector

De acuerdo a estimaciones de Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI), Chile necesita unos 13.000 profesionales TI anuales y el mercado apenas ofrece 6.000.

El informe Cisco IDC Skills Gap 2016 reveló que en Chile existe un déficit del 31% de profesionales TI para el 2019, cifra que alcanzaría las 19.513 vacantes, específicamente en las áreas de ciberseguridad, cloud, IoT, big data y tecnologías de video.

Un estudio realizado por AIEP para ACTI en 2014, calculó que existe un déficit de especialistas TIC cercano al 25%, y estimó que existirá una alta demanda de titulados en el mediano y largo plazo, requiriendo alrededor de 94.350 técnicos y profesionales del área TIC.

Se tratan de "pegas" muy bien remuneradas. De acuerdo a la plataforma de gobierno, www.mifuturo.cl, la empleabilidad promedio en esta área es de un 93,8% y el ingreso promedio al 4° año de trabajo supera el $1.200.000.

"Si hay una industria con el futuro laboral asegurado es el de las TIC", comentó el gerente general de ACTI, Marcelo Román, quien agregó que el déficit de profesionales TI va en aumento de la mano de la creciente digitalización y automatización de procesos que históricamente se hicieron a mano. Camino sin vuelta atrás.

¿Han tenido problemas para encontrar profesionales?

-La respuesta es unánime. "Efectivamente existe un serio déficit de profesionales TI, sobre todo pensando en las tecnologías que hoy están predominando, como son expertos en Ciberseguridad, análisis de Big Data, programación de Machine Learning y en general, especialistas que entiendan o que sepan aprovechar todas las capacidades que ofrece la nube", dijo Christian Sfeir, director de cloud de Microsoft Chile.

-"En nuestro caso, cada vez estamos recibiendo mayor cantidad de solicitudes de profesionales con descriptores de cargo más específicos, concretos y técnicos", complementó Esteban Iturra, Manager - Finance & Accounting and IT & E-commerce Divisions de Page Personnel.

-"Por supuesto. El desarrollo de las nuevas tecnologías está avanzando a un paso muy acelerado y por eso se hace cada vez más necesario contar con especialistas en tecnología en todas las industrias", afirmó Cecilia Darquier, gerente de recursos humanos de Accenture Chile.

Falta calidad: el rol de la academia

Pero no es "sólo" la falta gente en el mundo TIC. El problema adicional que enfrenta este mercado laboral es que la calidad de los profesionales está muy lejos de lo que necesitan las empresas. Por lo mismo, las firmas se han visto en la obligación de importarlos.

"Para poder cubrir esas necesidades, se está recurriendo a profesionales de otros países de la región, especialmente argentinos y venezolanos que cuentan con buenas formaciones académicas y pueden conseguir en Chile mejores rentas que en sus países de origen", comentó Federico Morello, socio de Technology de PwC.

En ese contexto, las miradas apuntan directamente a institutos y las universidades, cuyas mallas curriculares parecen no estar actualizadas para lo que realmente necesitan las empresas  en este ámbito en particular.

"No hay un alineamiento en las mallas formativas (...) Los egresados vienen con una formación que no conversa con lo que pide la industria. La educación chilena tiene un sesgo hacia el humanismo", dijo Román.

"Las instituciones educacionales deben revisar y adaptar sus mallas curriculares a las necesidades que existen hoy en día (...) Hay aún una preferencia por carreras más tradicionales", complementó Morello.

Federico Liutvinas, country manager de Thomson Reuters en la región Sur-Andina, coincide con estas opiniones y también critica la "lentitud en la evolución académica". Sin embargo, apuntó a otro tema relevante: "la barrera idiomática del inglés".

Para este experto, el dominio de este idioma es "indispensable cuando requerimos recursos técnicos por la necesidad de interactuar con otros equipos regionales /globales corporativos".

Chile no habla inglés. De acuerdo al Índice de Dominio de Inglés de Education First (EF), el país se ubicó en la posición número 42 entre 72 economías en 2016, una baja en relación el puesto 36 del año anterior.
"El inglés es una brecha transversal, pero es crítica en nuestra industria. Y está en todo: desde la programación hasta el trato con los clientes", sostuvo Román.

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Cartas en el asunto

Pero no todos son tan críticos con las universidades. Si bien el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran, no exculpa del todo a la academia, también apuntó al sector privado por no relacionarse de manera óptima con ella.

"No sería tan categórico en culpar a la academia solamente. Los tiempos de formación profesional son más largos que los tiempos en que están ocurriendo los cambios tecnológicos; también hay parte de la responsabilidad en la industria, que no se vincula con las instituciones de educación, o bien que no ha sabido transmitirles sus necesidades. Sabemos de la desconexión que existe entre el mundo productivo y la educación", dijo la autoridad.

Las universidades están al tanto del desafío y han reconocido esta necesidad de actualizarse. Muchas de ellas, de hecho, han creado nuevas carreras e incrementado el número de cupos para aquellas que son TI.

"Sin embargo, el incremento es gradual pues se ve limitado por la necesaria infraestructura para recibir a los nuevos estudiantes. Por otra parte, el incremento normalmente va asociado a una baja en los puntajes de ingreso, por lo cual no necesariamente un aumento en el número de vacantes significa igual alza en el número de profesionales titulados", advirtió Rodrigo Alfaro, director de I+D+i+e de Ingeniería 2030 de la PUCV.

Consciente de este escenario, Eduardo Bitrán reveló que durante los últimos 3 años la Corfo ha impulsado iniciativas para fortalecer la relación academia-mundo privado con el objetivo que en el mediano plazo se traduzca en un aumento en la productividad del país. La Corporación ya está trabajando en conjunto con el Mineduc, SENCE y ChileValora, para establecer el Marco Nacional de Cualificaciones para la Educación Técnica Profesional. Paralelamente, está trabajando en al menos cuatro proyectos de competitividad.

La rueda empieza a girar

Y hay más. El Centro de Investigación y Desarrollo (I+D) de Telefónica –proyecto apoyado precisamente por Corfo- anunció esta semana que propuso una malla curricular inédita para la carrera de Ingeniería en Computación e Informática, profesión que para 2019 se calcula en cerca de 20 mil vacantes disponibles para profesionales TI.

La iniciativa busca servir de apoyo al trabajo de diseño de mallas curriculares de al menos 19 universidades e instituciones de educación superior que impartirían esta carrera.

En tanto, IDC e INACAP anunciaron esta semana la firma acuerdo para contribuir al acercamiento de la academia con la industria TIC. Esta alianza permitirá a alumnos y profesores acceder a la información que provee la consultora, e IDC por su parte estará en contacto con los académicos y estudiantes que se están formando y perfeccionando en temas de tecnologías de la información.

"Es necesario que toda la educación superior: las universidades, los centros de formación técnica y los institutos profesionales, generen los lazos necesarios con la industria, y que el proceso de formulación o reformulación de carreras y mallas sea en conjunto con el sector productivo y el mundo laboral", recomendó Eduardo Bitran.

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La increíble brecha de género

Otro patrón interesante o más bien preocupante es la escasa presencia femenina en este mercado. Las cifras sugieren que a las mujeres chilenas prácticamente no tienen interés en desempeñarse en el área de las tecnologías.
La ACTI advierte que apenas el 4,5% de los trabajadores TIC son mujeres. "Y ellas tienen mucha habilidad en este ámbito".

Y esta increíble distancia puede ser más importante de lo que se cree. De acuerdo a un reporte de Accenture, al ritmo actual de adopción digital, las naciones desarrolladas alcanzarán la igualdad de género en el mundo laboral en 2065, mientras los países en vías de desarrollo en  el año 2100.

Sin embargo, si se dobla la velocidad de adopción digital, los desarrollados la alcanzarían en 2040, mientras las naciones en vías de desarrollo en 2060. "Estas cifras demuestran la importancia que tiene la tecnología para disminuir la brecha de género", afirmó Gabriela Álvarez, Directora Ejecutiva de Management Consulting de Accenture Chile.

 

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