Laboral & Personas

Cuenta propia: quiénes son los que tuvieron que decir “chao jefe”

La mayoría son hombres que superan los 40 años y 19,2% trabaja en la calle. Economistas concuerdan en que este tipo de empleo actúa como “colchón” en períodos de desaceleración.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Viernes 30 de septiembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Mientras los ocupados en Chile disminuyen y la tasa de desempleo aumenta, hay una categoría dentro de la fuerza de trabajo que ha ganado terreno desde 2015: los trabajadores por cuenta propia, que son quienes explotan su propia empresa o ejercen su oficio o profesión de manera independiente y no tienen ningún empleado a sueldo.

Y es que a pesar de que este tipo de empleo es calificado como “precario” por no contar con una remuneración estable ni pago obligatorio de cotizaciones previsionales y de salud, de acuerdo al último boletín de empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el trimestre móvil mayo-julio llegaron a 1.739.585 personas, su máximo nivel desde 2010 cuando se comenzó a aplicar la nueva Encuesta Nacional de Empleo.

De hecho, desde esa fecha se han sumado más de 410 mil trabajadores a esta categoría, en desmedro de los asalariados -que tienen un empleador-, que han ido en descenso y con especial fuerza a partir de este año.

Pero, ¿quiénes son estos trabajadores? De acuerdo a cifras del INE, el 57,5% son hombres y el 42,5% mujeres y 73,8% supera los 40 años. Y al parecer estar cerca de la edad de jubilación o estar retirado de plano no parece ser una traba, ya que el 26,6% de los trabajadores por cuenta propia tienen 60 años o más.

Si se revisa la ubicación geográfica, la mayoría se concentra en la Región Metropolitana, con 692 mil personas, casi el 40% del total y en Biobío ya llegan al 10% (174.468 personas). Las otras zonas del país donde tienen una mayor presencia son Valparaíso (8,4%), La Araucanía (7,8%) y Los Lagos (6,7%).

Su jornada laboral es mucho menos extensa que el trabajador promedio, ya que apenas el 32,3% trabaja 45 horas o más a la semana, que es el tope de una jornada ordinaria según la ley. La mayoría trabaja menos de 30 horas a la semana (51,6%).

Los lugares donde este tipo de trabajadores realizan sus labores son diversos: 25,1% lo hacen en la casa del cliente y el 18,6% desde su propio hogar, mientras que el 19,2% ejerce sus actividades en la calle o la vía pública, es decir, más de 334 mil personas. Solo 24,4% se desenvuelve en instalaciones u oficinas destinadas específicamente para ello, ya sea propias (11,2%) del cliente (6,4%) o anexas a su hogar (13,2%).

Los cuenta propia están presentes en la mayoría de los sectores de la economía, pero las menores barreras de entrada hacen que el comercio sea el predilecto para este segmento: más de 567 mil personas se desempeñan en ese rubro, 32,6% del total. Con bastante más distancia está la industria manufacturera (11,9%), mientras que la agricultura acoge al 11,4% y la construcción 10,7%.

Contrario a lo que se podría pensar, la búsqueda de nuevos horizontes laborales no es algo que le quite el sueño a los trabajadores por cuenta propia, ya que el 92,3% de ellos -correspondiente a 1.605.562 personas- declaró que no buscó empleo en las últimas cuatro semanas.

Para el 7,7% que sí lo hizo (unas 134 mil personas), la principal motivación fue porque desea una ocupación con mayores ingresos (75,9%). Le siguió el deseo de mejorar sus condiciones laborales (7,1%), o porque aspira a un empleo más acorde con su formación (4,7%).

Lo más decidor es que solo el 8,3% buscó trabajo en las últimas semanas porque considera su actividad actual como provisional.

Entendiendo el fenómeno

La baja proporción de los trabajadores por cuenta propia que están mirando otras posibilidades de empleo y que creen que su actividad es transitoria, plantea la duda sobre si este tipo de labores está ofreciendo condiciones más atractivas en términos de remuneración que lo que se podría conseguir bajo al alero de un empleador, pero esa posibilidad es descartada por los expertos.

Para ellos, la desaceleración económica es la principal causa detrás del aumento de los trabajadores por cuenta propia, ya que al perder el empleo formal “se autoemplean para continuar generando ingresos hasta obtener un trabajo similar al que perdieron”, como explica el economista de BBVA, Cristóbal Gamboni.

Una idea similar plantea el economista jefe de Itaú Chile, Miguel Ricaurte, quien expone que en el mercado laboral chileno, el trabajo por cuenta propia ha jugado un rol de “colchón” en los momentos de actividad débil, evitando que las personas vayan directamente al desempleo o de plano salgan de la fuerza de trabajo.

“El empleo por cuenta propia aumenta cuando las condiciones del mercado laboral se vuelven más difíciles para emplearse. Lo opuesto también es cierto: el crecimiento del empleo por cuenta propia disminuye en los períodos en los que el mercado laboral está más cercano al pleno empleo”, resume el economista de Scotiabank, Benjamín Sierra.

En el resto de la región, donde también se experimenta un escenario de menor crecimiento, el comportamiento de los trabajadores por cuenta propia ha sido heterogéneo. Como explica Ricaurte, la destrucción de empleo ha sido generalizada en Brasil a causa de la recesión, al igual que en Argentina, donde el sector construcción, que generalmente es informal, ha anotado la mayor pérdida. En Colombia, agrega el economista, el empleo asalariado y por cuenta propia han seguido creciendo pese al menor crecimiento, agrega, mientras que en Perú, el empleo independiente aumenta pese a que el país está creciendo más rápido. En México, en tanto, la informalidad laboral viene cayendo desde que se implementó una reforma estructural en 2012.

Gamboni estima que, además de la debilidad de la economía, hay otros tres factores que podrían estar detrás del aumento del empleo independiente y ser determinantes en el futuro. Primero, el mayor flujo de inmigrantes que se autoemplean mientras convalidan sus estudios u optan directamente por esa opción; segundo, el autoempleo por parte de las personas de tercera edad, ya sea porque tienen fuerza para seguir trabajando o porque necesitan complementar su pensión; y, el impulso al emprendimiento que debería potenciar el empleo independiente de personas con estudios superiores mucho más allá del 22,4% que hay en la actualidad.

De cara a la cifras de empleo del trimestre junio-agosto que el INE dará a conocer hoy y para el resto del año, Ricaurte espera que el empleo por cuenta propia continúe amortiguando la destrucción de empleo formal y que si el empleo sigue creciendo, será explicado principalmente por la expansión de este segmento.

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