Moreno pone foco en la ética y la reconstrucción de las confianzas

Luego que casi se desatara la competencia, la figura de Alfredo Moreno se convirtió en el candidato de consenso para presidir la máxima cúpula empresarial del país y ayer el ex canciller asumió formalmente el liderazgo de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).

Pasadas las 9.00 horas, la casona de Sótero Sanz escuchaba las palabras del presidente saliente, Alberto Salas, quien en su intervención ante el consejo nacional aseguró que “los años 2015 y 2016 se han caracterizado por una compleja coyuntura marcada por un crecimiento económico mediocre”. Pero también, repasando los principales hitos de su gestión marcada por la creacción de la comisiones de Productividad y de Pensiones, reconoció que las acciones empresariales reñidas con la ética y los valores le causaron personalmente un “profundo dolor”.

Minutos más tarde, en medio de aplausos y con 70 de los 72 votos en juego, Moreno se erigió como nuevo timonel de la CPC. Con un toque de ironía inició su primer discurso ante la multigremial, afirmando que había tenido la oportunidad -“en estos días previos en la incertidumbre de cómo iba a resultar esta elección”- de conocer el trabajo realizado por Salas.

Acto seguido, expresó su mirada del país y dedicó un claro mensaje al mundo empresarial: “Para poder operar se necesita tener apoyo social, reconocimiento social, reputación. Y esa licencia hoy está en juego”, lanzó. Y agregó: “El daño que han causado los casos de colusión, el financiamiento irregular de la política, han sido una tormenta perfecta para la confianza”.

Apuntó a la falta de control e indicó que las empresas se han dedicado a una gestión de sí mismas, con lo que los nexos con la comunidad y la sociedad se redujeron.

“¿Qué les propongo hacer?”, se preguntó Moreno mientras se apoyaba en un conjunto de diapositivas. “Aquí estoy para poner la cara, pero son ustedes los que manejan las empresas. En primer lugar, creo que las empresas tienen que comunicar qué aportan”, puntualizó. Además, dijo que “todas las empresas tienen códigos de ética y en la práctica muchas veces fallamos. ¿Por qué? Porque esto requiere ser la tarea quizás más importante de quienes dirigen la empresa”.

Por esto, frente a las faltas empresariales, dijo transmitir un “sentido de urgencia”. “No podemos dar la misma explicación la próxima vez. La gente siempre encuentra que es poco. La reacción de verdad es la prevención”. Invitó a seguir creando, invirtiendo, pero sobre todo a “conectarse con la sociedad y con el país, volver a ser lo que de verdad somos”.

Al finalizar su discurso de unos 45 minutos, sentenció: “El desafío -y no lo haré yo, pero los que lo pueden hacer son ustedes- es ser la primera institución en este país que lo haga”.

Durante la tarde se reunió con los representantes de los grupos de trabajo del encuentro en Las Majadas de Pirque con el fin de coordinar los pasos a seguir. También solicitará audiencia con la Presidenta y planea reunirse con los ministros de Interior y Hacienda.