Presidenta de la CUT desdramatiza el conflicto interno y reafirma voto universal para elecciones de 2020

Durante la primera parte del año, la Confederación Nacional de la Salud Municipal (Confusam) y la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) van a decidir si permanecen o abandonan la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Otro gremio que evalúa su permanencia es la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) y uno que ya suspendió su participación fue el Colegio de Profesores.

Las organizaciones demandan mayor transparencia financiera y democracia interna, además del voto universal para las elecciones de la directiva nacional, algo que el último Congreso de la CUT postergó para 2020, lo que derivó en una crisis que la actual presidenta de la central, Bárbara Figueroa, espera resolver conversando con los gremios críticos.

“Son espacios que tenemos que construir, aunque de manera menos pública, para no generar una falsa tensión o un escenario donde aparezca que la CUT está presionando a las organizaciones”, señala la dirigenta, que desdramatiza el conflicto. “Si hay organizaciones que en sus debates internos consideran que son insuficientes los cambios que estamos haciendo, no tenemos por qué cuestionarlo”, plantea Figueroa, quien considera que la multisindical sí ha avanzado en transparencia y democracia.

- La elección de la directiva que encabeza estuvo llena de polémica y cuestionamientos que aumentaron con el llamado a nuevas elecciones en abril, pero siempre con voto ponderado y no universal. ¿Se pudo resolver mejor el conflicto?

- Quiero ser muy respetuosa del marco del debate. Así como soy respetuosa de aquellas organizaciones que han planteado permanecer en la CUT y defender el avance que hemos logrado en este período respecto de transparencia y democracia interna, con ese mismo énfasis tenemos que ser respetuosos del debate que están haciendo las organizaciones que tienen críticas, que han planteado inquietudes y que tienen suspicacias con el último Congreso (desarrollado en enero).

No corresponde pronunciarse públicamente, porque eso puede generar algún grado de intervención, aunque sea de forma indirecta, en un debate que es propio de las organizaciones.

Con esto no quiero señalar que no es relevante el debate, al contrario, es tremendamente relevante, pero tenemos que ponerlo en su justa dimensión. No creo que haya que dramatizar este debate ni hacerlo central en términos públicos, porque lo que corresponde es ser respetuosos de las decisiones de las organizaciones. Si hay organizaciones que en sus debates internos consideran que son insuficientes los cambios que estamos haciendo hoy día no tenemos por qué nosotros cuestionarlo. La primera tarea de la CUT es dar plenas garantías para el próximo proceso electoral de excepción, pero además difundir los acuerdos del Congreso, el nuevo estatuto que nos va a regir y esa es nuestra tarea principal. Eso esperamos que también signifique diálogo con las organizaciones que tienen inquietudes y podamos abordarlas. A lo mejor hay algunas que podemos resolver en el debate y otras no, pero esos son espacios que tenemos que construir de manera menos pública, para no generar una falsa tensión o que se pueda construir un escenario donde aparezca que la CUT está presionando a las organizaciones.

- Los gremios dicen que falta transparencia y democracia. ¿Cómo asumen esa crítica?

- Nosotros estamos cumpliendo con el compromiso que teníamos. Los padrones para participar en el Congreso y en los últimos consejos directivos ampliados han estado publicados con mucha antelación, lo mismo con la información del Congreso, donde todos sabían el marco del debate; el mismo debate que hicimos en el Congreso, punto por punto de la reforma estatutaria, fue el que hicimos con las organizaciones en el último consejo directivo ampliado. Además, post Congreso, a menos de una semana, estábamos subiendo las resoluciones y el estatuto, cuestión que no ocurrió en el Congreso anterior, por ende, si uno mira nuestro compromiso, es un compromiso cumplido. Si aun así hay organizaciones que consideran que eso es insuficiente, no tenemos la posibilidad ni corresponde que los cuestionemos.

- ¿Se puede resolver la elección de abril con voto universal?

- El Congreso resolvió que la próxima elección de todos los niveles de la CUT, que será el 2020, tiene que ser con voto universal, por lo tanto las directivas provinciales y la nacional se va a elegir con votación de un trabajador un voto. Lo que además se estableció es el trabajo de una comisión técnica que tiene 180 días para preparar un informe y otros 180 días para finiquitar los ajustes que se consideren en ese informe, para dar plena viabilidad a la elección y dar plenas garantías a las organizaciones. Independiente de eso, la elección universal en 2020 está, pero la próxima elección que vamos a desarrollar en abril no está contemplado el mecanismo universal. Y no corresponde que nosotros vulneremos los acuerdos del Congreso.