Sence: primera auditoría revela graves irregularidades en el uso de la franquicia

Una de las tareas prioritarias con las que desembarcó Nicolás Monckeberg en el Ministerio del Trabajo fue impulsar una reestructuración en el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), una entidad que a juicio de la administración Piñera estaba perdiendo calidad.

Para reubicarla como un referente en capacitación laboral y obtener datos concretos respecto a los ámbitos que estaban fallando, el gobierno requirió la realización de auditorías internas con la finalidad de hacer una radiografía al estado del servicio.

A meses de ello, el servicio liderado por Juan Manuel Santa Cruz ya cuenta con los primeros antecedentes, los que revelaron fallas en el Registro Nacional de Cursos, los que tienen una estrecha relación con la franquicia Sence: un incentivo tributario que permite a las empresas contribuyentes -clasificadas en la Primera Categoría de la Ley sobre Impuesto a la Renta-, descontar del pago de impuestos los gastos relacionados con capacitación y/o evaluación y certificación de competencias laborales, en un monto de hasta el 1% de la planilla anual de remuneraciones imponibles.

Las fallas detectadas

El primer trámite que debe realizar una firma para acceder a este beneficio tributario, es la obtención de la aprobación y codificación del curso por parte de Sence.

Según precisa la normativa del servicio, el relator o facilitador de un curso interno de empresa puede ser un trabajador de la misma empresa u otra persona natural, chilena o extranjera, ajena a la empresa, como un Organismo Técnico de Capacitación (OTEC). En caso de aprobación de la solicitud, se genera un código de curso que puede ser utilizado solo por la empresa que lo pidió, en una o más acciones de capacitación y su vigencia es de 4 años.

En esta materia, la auditoría detectó que no se cumple en un número importante de cursos con esta norma, lo que se traduciría en que algunas empresas están accediendo a códigos Sence cuya vigencia en algunos casos ya expiró.

Sobre esto, Santa Cruz informó que ya se están tomando medidas. “En primer lugar, se revocaron los códigos cuyo lapso de vigencia excedía los 4 años, y se designó a un encargado de realizar una revisión exhaustiva del Registro a fin de identificar los códigos que se encuentran en una situación irregular en cuanto a su vigencia”, explicó.

Desde el Sence precisaron que a la fecha se han anulado más de 750 códigos. “Hemos iniciado un sumario para determinar las eventuales responsabilidades administrativas. Hemos hecho mejoras en el sistema informático en términos restricciones al sistema, con el objeto de impedir la modificación manual de los plazos de vigencia de los cursos. Se bloquearon perfiles de personas autorizadas para acceder al sistema y efectuar modificaciones. Junto con esto, se intensificará la fiscalización del Servicio a las OTEC que presentan más casos de cursos con vigencia excedida”, dijo Santa Cruz.

En relación a la capacitación e-learning, los principales hallazgos dan cuenta de debilidades en el diseño de los controles, como la no exigencia de tiempos mínimos de conectividad (asistencia), detectándose casos de alumnos con sólo un segundo de conexión, con curso aprobado y con franquicia autorizada.

Para el director del Sence este punto es de suma importancia, ya que durante 2017 la inversión pública asociada a esta modalidad ascendió a los $ 15 mil millones, unos US$ 23 millones.

Cercanos a la cartera de Trabajo señalaron que estos son los resultados de la primera auditoria, y que actualmente hay otras más en curso.

Juan Manuel Santa Cruz, director del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence).

Ministro Monckeberg junto a representantes de la Fundación Carlos Vial Espantoso.

Plantean eliminar barrera de 65 años para acceder a capacitaciones

Con el propósito de mejorar el impacto del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), la Fundación Carlos Vial Espantoso entregó al ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, y al director del servicio, Juan Manuel Santa Cruz, el documento "Mejora al Sistema Nacional de Capacitación", un escrito que reúne sugerencias y alternativas de solución a las principales problemáticas de capacitación que enfrenta diariamente la institución.
La propuesta se basa en seis principios guías para reformar la capacitación en Chile.
El primero a juicio de los empresarios, es que una reforma al servicio debiera incluir incentivos efectivos y eficientes que vayan en la línea de premiar la calidad de la capacitación, tanto del prestador como del contenido de los programas. Para ello, desde la fundación proponen generar un sistema de ranking de prestadores según calidad con asignación presupuestaria diferenciada.
En segundo lugar, la propuesta plantea coordinar de mejor manera el interés de los alumnos con el diseño de la capacitación.
La educación dual es el tercer pilar de la propuesta. "Para lograr un adecuado desarrollo de la educación dual, lo primero que debemos instalar es una mayor comunicación entre el Ministerio del Trabajo y el Ministerio de Educación. Es necesario generar instancias formales e institucionalizadas de diálogo entre ambos", proponen desde la Fundación Carlos Vial Espantoso.
La cuarta idea tiene relación con una mayor utilización de tecnología en las capacitaciones, para de esta manera involucrar a los trabajadores con los avances tecnológicos.
Una reforma al rol de los mediadores en capacitación es el quinto pilar, desde la fundación plantean "la existencia de sistemas que le permitan a Sence visualizar con claridad la administración de una OTIC de forma de poder vigilar desde una mirada de calidad".
El sexto pilar, tiene relación con la eliminación de la barrera de los 65 años para acceder a una capacitación. "Esto considerando las evidentes preocupaciones por la reconversión laboral y activación del empleo del adulto mayor, en el escenario de creciente envejecimiento poblacional", dice el texto.