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Sofofa: “Hay que ser objetivos, no estamos ante una guerra comercial”

Manuel José Prieto llamó a mirar con “cautela” el escenario actual, pero señaló que de concretarse los anuncios Chile no escaparía de sus efectos.

Por: Carolina León | Publicado: Martes 10 de abril de 2018 a las 04:00 hrs.
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Una mirada ciertamente cautelosa ante las medidas proteccionistas impulsadas por Estados Unidos y China en las últimas semanas es la que busca instalar el director del área internacional de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Manuel José Prieto. Si bien asume que Chile sí se vería afectado en caso de que se concretara una guerra comercial, recomienda no “exagerar” la situación, destacando que entre ambas potencias existe diálogo para solucionar sus diferencias.

“Esta situación que hoy se vive entre China y EEUU le está poniendo presión a todo el sistema multilateral de comercio”, advierte al tiempo que plantea que ambas economías han hecho sus reclamos formales en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y, al final, lo que se espera es que sea esa instancia la que opere como mecanismo de solución de disputas comerciales.

- ¿Qué tanto afecta esto a las expectativas de crecimiento?

- Existe incertidumbre, porque cuando se anuncian medidas que pueden afectar los flujos comerciales, lo esperable es que los agentes económicos y el gobierno se preocupen. Esperemos que esta situación no escale, porque si eso ocurriese estaríamos ante un escenario complicado.

Por ahora, China ha dicho públicamente que está dispuesta a abrir su sector financiero, a darle mayor protección a la propiedad intelectual, a cambiar ciertas negociaciones, hay diálogo.

Por este motivo, creo que los mercados están tranquilos, y en el fondo la reacción de las bolsas ha mostrado eso, pero claramente estamos en un escenario de mayor incertidumbre.

Esta situación ocurre en un momento en que la economía mundial viene con un impulso muy importante y en este año debiera ocurrir algo que no pasaba desde la crisis subprime, y es que la tasa de crecimiento del comercio se ubicaría por sobre la tasa de crecimiento del PIB mundial. Esto no está garantizado y para ocurrir se deben mantener las condiciones que se proyectaban en 2017.

- Esa incertidumbre ¿qué incidencia tendrá?

- Hoy estamos hablando sobre escenarios posibles. Ahora bien, ya hay un efecto que tiene que ver con los productos de acero y aluminio que Chile exporta a Estados Unidos que están con una sobretasa del 25% y 10%, si bien las exportaciones en términos agregados son muy menores, obviamente ya hay un efecto acotado.

Si esto escala se va a afectar el precio del cobre y, probablemente, el de otros commodities también.

- ¿Efectivamente podría bajar el precio del cobre?

- Si como resultado de estas medidas las exportaciones de productos industriales chinos hacia Estados Unidos -que demandan cobre- se ven afectadas, obviamente que el precio del cobre bajará. Nuestro principal comprador de cobre es China. Pero estamos hablando sobre escenarios que podrían darse.

Pero es necesario destacar algo: la producción mundial tanto de bienes como de servicios se ha fragmentado, es lo conocemos como las cadenas globales y regionales de valor. En general, lo que hemos visto es que, por ejemplo, las piezas de un avión no se elaboran en un mismo lugar, provienen de países diferentes. Por lo tanto, desarmar esas cadenas productivas que hoy existen es de un costo muy alto, y veo muy poco factible que algo así ocurra.

Desde esa perspectiva, la posibilidad de que se concrete una guerra comercial yo la veo más bien acotada. Hay que estar atentos, haciéndole un seguimiento a esta situación.

- ¿En estricto rigor hoy no existe una guerra comercial?

- Estados Unidos tiene que ir a una consulta pública, por lo tanto esas medidas no son efectivas todavía. En estricto rigor, hoy día no se está aplicando arancel a los 1.300 productos que EE.UU anunció, distinto es el caso del aluminio y del acero donde sí se está aplicando el arancel. Hay que ser objetivos: no estamos ante una guerra comercial, pero hay que monitorear cómo avanza esta situación, porque de concretarse estos anuncios una economía abierta como la de Chile sí podría verse afectada.

- Algunos expertos han señalado que esto podría afectar a determinados sectores y beneficiar a otros ¿el escenario es ese?

- En esto hay que ser bien mesurados y no exagerar, hay que darle un seguimiento. Ahora, en cualquier guerra comercial eventualmente uno podría ver que algunos sectores particulares podrían verse beneficiarios y otros no, lo que hay que hacer es mirar el efecto sobre la economía en su magnitud. Si, por ejemplo, a nosotros nos afecta en el precio del cobre, eso también va a tener un efecto fiscal, porque impactaría en los resultados de Codelco, las mineras y, por ende, las arcas fiscales. Algunos expertos han señalado que con este escenario la economía podría entrar en una recesión, claro que podría ocurrir, pero en el extremo. Por este motivo digo que una guerra comercial hay que mirarla en su conjunto, en cómo le afecta a la economía chilena más que mirarla por sectores, porque finalmente siempre hay sectores que pueden tomar ventajas, pero son transitorias.

- ¿Este contexto es una prueba para que Chile ratifique su apertura comercial?

- No veo que se vaya a ver afectada la política comercial chilena por esto. Vamos a seguir siendo un país de política comercial abierta, y eso se debe potenciar.

- ¿Qué posición debe tomar Chile? El exministro de Agricultura, Carlos Furche, señaló que Chile debía invitar a otros países a pronunciarse sobre esto...

- Estados Unidos lo que ha dicho es que en el fondo tiene un conjunto de temas pendientes que quiere resolver con China, pero ese escenario es algo que deben resolver los países en ese contexto. Nosotros lo que tenemos que seguir haciendo es seguir abriendo nuestra economía, seguir profundizando nuestra integración al mundo, potenciar la llegada a Asia.

- En esa materia, ¿qué es lo que se debe profundizar?

- La invitación es que debemos seguir trabajando en profundizar nuestro comercio. Hay que continuar con nuestra inserción en el Asia Pacífico, en la Alianza del Pacífico, hay que seguir trabajando con las economías en las que hemos estado trabajando, como India, con la que las exportaciones crecieron mucho, un 47% en 2017, y esas relaciones hay que seguirlas profundizando.

Tenemos dos grandes desafíos, uno es la diversificación de lo que hemos estado haciendo, en donde hay enormes oportunidades para el comercio de servicios, y el otro tiene que ver con tareas a nivel interno, como por ejemplo hacer más competitiva la cadena logística nacional, para generar una mayor tracción de inversión extranjera.


 China estudia devaluar el yuan y endurece tono contra con EEUU

China endureció ayer sus críticas a Estados Unidos y descartó que, ante las medidas comerciales que han tomado las dos mayores economías del mundo, sea posible una negociación "en las condiciones actuales".

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, sostuvo que Washington "blande con una mano la amenaza de sanciones y al mismo tiempo dice que está dispuesto a hablar. No estoy seguro de a qué intereses responde".

Sus palabras llegan luego de que la Casa Blanca anunciara la aplicación de aranceles de hasta 25% a un grupo de importaciones chinas, a lo que el gigante asiático contestó con la amenaza de represalias similares.

El domingo, el presidente estadounidense Donald Trump dijo que espera que la segunda mayor economía del mundo elimine sus barreras comerciales y expresó su optimismo sobre la posibilidad de que ambas partes resuelvan el problema a través del diálogo.

Pero Geng descartó conversaciones y señaló que la Casa Blanca padecía de "desorden de ansiedad" y que el estado actual de la relación comercial respondía "completamente a una provocación de EEUU".

En tanto, según publicó ayer Bloomberg, China estudia el eventual impacto de una depreciación gradual del yuan, como herramienta para presionar a la Casa Blanca. Según la agencia, un grupo de altos oficiales del gobierno de Xi Jinping estudia el efecto del uso de la moneda como herramienta en las negociaciones comerciales con EEUU, mientras que un segundo equipo analiza qué sucedería si China deprecia el yuan para compensar el impacto de un acuerdo comercial que limite las exportaciones.

Un yuan más débil podría ayudar a Xi a dar impulso a las industrias de exportación de China en caso de que EEUU refuerce sus ataques con aranceles generalizados. No obstante, facilitaría denuncias por parte de Washington por manipulación de divisas, dificultaría el pago de deuda de las empresas chinas en el exterior y socavaría los recientes esfuerzos del gobierno para avanzar hacia un intercambio más orientado al mercado.


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Chile cerró el primer trimestre con el mayor superávit comercial desde 2011

Con el mayor superávit desde 2011 cerró la balanza comercial del país el primer trimestre, según lo destacó ayer el análisis económico de Itaú tras la publicación de las cifras del Banco Central.

A marzo, el saldo alcanzó a US$ 792 millones para acumular US$ 3.200 millones. La entidad dijo que las "robustas" exportaciones mineras, principalmente ayudadas por el precio, fueron el principal motor de la mejora del comercio junto con el firme crecimiento global.

La minería y la agricultura impulsaron las ventas al exterior en enero-marzo, que en total subieron 24,3% hasta US$ 19.528 millones respecto al año anterior. "Una baja base de comparación debido a la extensa huelga laboral en el primer trimestre de 2017 favorece el crecimiento de las exportaciones mineras, pero los precios más altos también están jugando un rol", dijeron.

Los envíos agrícolas crecieron 31,1% a doce meses, mientras las industriales también tuvieron un buen desempeño, mejorando 12,9% gracias al papel y a los productos químicos.
Como contraparte, las importaciones totales aumentaron 11,5% para llegar a US$ 16.286 millones.

Las de consumo siguieron teniendo un buen desempeño y se expandieron 13% en el primer trimestre, lideradas por las compras de bienes semidurables (vestuario), mientras que las durables se mantuvieron dinámicas.

Las internaciones de energía aumentaron 11,7%, ya que los precios internacionales de combustibles se mantuvieron altos, pero mostraron una desaceleración desde el 25,6% en el cuarto trimestre de 2017.

Mientras tanto, las importaciones de bienes de capital aumentaron 2,1% en el período (4,5% en 4T17), con las compras de maquinaria y equipos subiendo 4,1% (8,1% anteriormente), en línea con la recuperación esperada de la inversión.

En el margen, las importaciones aumentaron un 26,1% anualizado y ajustado por estacionalidad respecto al trimestre anterior, un ritmo similar al registrado en el último cuarto de 2107.

"La aceleración de los bienes de consumo ha compensado la desaceleración del crecimiento de las importaciones de energía", señaló Itaú.

En este contexto, la entidad espera que el "déficit de cuenta corriente se mantenga contenido este año. La recuperación gradual de la demanda interna y las sólidas exportaciones de cobre respaldan nuestra visión de un déficit de cuenta corriente de 1,2% del PIB este año (1,5% el año pasado)".

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