¿Usted podría ser el próximo trabajador en ser reemplazado por un robot?

Las advertencias “apocalípticas” sobre lo que sucederá en el mundo del trabajo al convivir con la automatización parecieran diluirse al escuchar lo que realmente dicen los especialistas. Más que mirar este escenario como un terreno solo de robots, la invitación de los expertos es a prepararse para una transformación de los empleos, pero también para crear otros nuevos.

Según el informe de KPMG “Rise of the humans”, una de las características que más se destaca hoy de la denominada “Cuarta Revolución Industrial” es el impacto generalizado de este fenómeno en todo tipo de ocupaciones, desde carniceros hasta operadores de centrales nucleares o desde contadores hasta montadores de equipos.

¿Pero cómo se verán afectados los puestos de trabajo? Según se cita en el documento, una investigación de los expertos de la Universidad de Oxford Michael Osborne y Carl Frey afirma que los trabajos que son menos susceptibles a la informatización son ocupaciones generalistas, que requieren conocimientos de heurística humana y ocupaciones especializadas que implican el desarrollo de ideas y artefactos novedosos. Así, la mayoría de las ocupaciones de administración, negocios y finanzas tienen un bajo riesgo de informatización, porque involucran tareas intensivas de carácter general que requieren inteligencia social. Lo mismo ocurriría para oficios en educación, atención médica, trabajos de arte y profesiones de ingeniería y ciencia.

Con ese terreno de juego, KPMG identificó cuatro maneras en que los trabajos probablemente se transformarán. Una de ellas se relaciona con dar a todos las tecnologías para acceder a las mejores ideas y conocimientos sobre un tema (un “trabajador conectado”), como un cirujano que aprende las últimas técnicas del líder mundial en un procedimiento quirúrgico determinado. Otro es el “trabajador digital”, que se vincula al uso de tecnologías para reemplazar roles y tipos de trabajo completos.

Por esto, señala el informe, estas tecnologías ponen en evidencia que la mano de obra humana y digital coexistirá cada vez más en las organizaciones, planteando un desafío clave tanto para los líderes como para los profesionales de recursos humanos.

En esa línea, se sugieren cinco pasos clave para que las organizaciones comprendan de mejor forma las implicancias del trabajo digital en su fuerza laboral: traducir la estrategia empresarial en las implicaciones de la gente; formar el tamaño y la composición de la fuerza de trabajo y entender cómo puede evolucionar en el tiempo; diseñar la fuerza de trabajo del futuro; cambiar embarcando en el viaje de mudanza a la nueva forma y tamaño de la mano de obra; y monitorear el progreso.

Sobre esto, el socio de KPMG, Alejandro Espinosa, indica que “es muy fácil prever que dentro de muy pocos años la irrupción de nuevas funciones automatizadas, generarán una transformación profunda en la experiencia de los clientes y los modelos de negocio”.

El ejecutivo agrega que “las nuevas tecnologías son también un catalizador para las empresas, pues ellas implican repensar y redefinir procesos y dar nuevo uso de los recursos hacia nuevas funciones de mayor valor”. 

habilidades que lo podrían "salvar":

El documento de KPMG sostiene que, de acuerdo a una investigación de Frey y Osborne, la automatización cognitiva puede reemplazar a casi cualquier persona cuyo trabajo no requiere una o algunas de las siguientes habilidades:

La primera de ellas se refiere a la percepción y manipulación de cosas que requieren alta destreza manual y discriminación entre diferentes objetos en un ambiente desordenado. Por ejemplo, un peluquero (porque nadie desearía que su oído sea cortado por error), un barrendero y un terapeuta ocupacional.

La segunda característica que podría "salvar" su empleo se relaciona a la creatividad relacionada a la originalidad de alto orden como un fotógrafo de paisaje y un músico clásico.

Y, por último, la investigación destaca la interacción e inteligencia social. En esta habilidad califican oficios como un trabajador social, un maestro de escuela primaria y una enfermera de salud mental.