CUT se alista a realizar elecciones universales en medio de dudas por continuidad de Figueroa

Alteraciones en el padrón electoral, robo de cajas, falsificación de certificados de vigencia, votantes no habilitados y sindicatos fantasmas fueron parte de las irregularidades que se denunciaron en las elecciones que la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) realizó en agosto de 2016, y que gatilló una de las crisis más profundas de la multisindical, la que significó la salida permanente del histórico dirigente Arturo Martínez.

A casi cuatro años de ello, la Central se prepara para dejar finalmente atrás dicho episodio, implementando por primera vez en su historia el voto universal en sus comicios.

El cambio implicará archivar el tradicional sistema electoral indirecto de voto ponderado que utilizaba la CUT. En este marco, las organizaciones afiliadas -y que estuvieran al día en sus cuotas sindicales- acreditaban a sus dirigentes para que se pronunciaran en representación de sus sindicatos.

En ese contexto, el voto de cada dirigente no tenía el mismo peso, sino que le correspondía un valor en función de la cantidad de trabajadores afiliados a la organización sindical de la que provenía.

Para dar vuelta la página, el próximo 24 y 25 de enero la multigremial realizará su Congreso Nacional, en el cual se deberá zanjar el marco que regulará las elecciones universales que deberá desarrollar este año, las que significarán un voto por cada persona que sufrage.

“Este Congreso, en particular, estará marcado por todo lo que ha significado el estallido social y lo que ya a estas alturas nosotros identificamos como una crisis social y política que se puso en el centro del debate”, comenta la presidenta de la multisindical, Bárbara Figueroa, junto con sostener que con la realización de este encuentro, además, lo que se hace “es cerrar una etapa de crisis”.

Historia de una crisis

En la CUT los dirigentes no postulan directamente a un cargo, como por ejemplo la presidencia, sino que lo que se hace es postular para ser parte del consejo directivo nacional, entidad que está compuesta por 45 integrantes, quiénes deben elegir de entre sí a quienes ocuparán los 15 cargos del comité ejecutivo. Esta última instancia comprende la presidencia nacional, secretaría general y la vicepresidencia nacional, entre otros cargos.

Como generalmente postulan listas cerradas, se ha asumido históricamente que la lista que más consejeros electos logra es quien define al líder de la entidad.

Por esta razón, inicialmente en 2016 Arturo Martínez se autoproclamó ganador, pues su lista obtuvo 19 consejeros electos. Sin embargo, una alianza entre Figueroa (16 consejeros electos) y Nolberto Díaz (8 consejeros) impidió que eso ocurriera, ya que entre ambos superaban a los representantes electos del ala de Martínez.

Dicha unión significó la creación de una mesa directiva de transición, encabezada por Figueroa, que tenía la misión de llamar a nuevas elecciones. Y pese a que los comicios se repitieron en 2017, tampoco estuvieron exentos de críticas. Incluso, hubo reclamaciones ante el Primer Tribunal Electoral de la Región Metropolitana, acusando nuevamente irregularidades.

“Una de las primeras señales que tenemos que dar es la constitución de una mesa, que sea una mesa de transición, para que efectivamente podamos llevar a cabo a la brevedad un congreso orgánico de la CUT, que sea el marco que regule los nuevos mecanismos electorales y el nuevo proceso electoral que se debe desarrollar”, señalaba Figueroa en dicho momento.

Pese a todo, en 2017 la Central dio inicio a un proceso de autoreforma sindical, el cual se tradujo en un cambio de estatutos que fijó los comicios universales en 2020.

El escenario de la reelección

¿Seguirá Figueroa como presidenta de la organización sindical? La dirigenta es clara en torno al tema y plantea que no es el momento de hablar sobre su posible continuidad.

“Eso podría instalar un debate que no es el debate que a nosotros nos interesa hoy, en medio de este contexto de crisis social”, subraya.

Por lo demás, recalca que no se postula a un cargo en particular, que son los consejeros electos los que definen. “Preferiría no hablar sobre la situación particular de ninguno de nosotros porque estamos en ejercicio de nuestros cargos”, dijo.

Pese a todo, algo que podría dar luces de su posible continuidad son los estatutos de la Central, los que luego de ser modificados en 2017 establecen que “el presidente de la CUT no podrá ejercer dicho cargo en más de dos períodos consecutivos”.

Figueroa llegó a la presidencia de la Central en agosto de 2012, lo que -en un inicio- la dejaría fuera de los comicios. Sin embargo, cercanos a la Central sostienen que la reforma estatutaria de 2017 no es retroactiva, por lo cual Figueroa podría volver a ser electa presidenta en caso de que postulara y así lo acordara la mayoría de los consejeros electos.

¿Se deja atrás la crisis de 2016? Figueroa no lo duda: “Con este congreso y estas elecciones, hay un ciclo que se cierra a nuestros ojos”.