Laboral & Personas

Generación Empresarial: mejora difusión de valores y ética en las firmas, pero trabajadores aún desconocen utilidad

La entidad analizó la evolución histórica que ha mostrado el indicador para ver cómo ha evolucionado la cultura y el cumplimiento de la ley en materia de prevención de delitos al interior de las firmas. Partió con siete mil encuestados y la última vez fueron 20 mil.

Por: Carolina León | Publicado: Lunes 9 de noviembre de 2020 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-
Said identifica en la tecnología un camino para fomentar la comunicación al interior de las empresas. Foto: Archivo
Said identifica en la tecnología un camino para fomentar la comunicación al interior de las empresas. Foto: Archivo

Compartir

La preocupación por los valores y ética empresarial se ha posicionado al interior de las compañías como uno de los ítemes de relevancia. Sin embargo, pese a que el tema ha subido en la lista de prioridades, siguen existiendo tareas pendientes. Así, al menos, lo refleja el Barómetro de Valores y Ética Empresarial (BBVE), elaborado por la Fundación Generación Empresarial (FGE).

La entidad realizó una revisión de lo que ha mostrado el indicador en los últimos 13 años para constatar cómo ha evolucionado. Esto, considerando que partieron con siete mil trabajadores y en la última medición -realizada en 2019- fueron encuestados más de 20 mil trabajadores y directivos de distintos sectores de la economía.

Imagen foto_00000003

A nivel general, los resultados revelan que las organizaciones han tenido avances visibles en implementar herramientas para cautelar conductas antiéticas, aunque es necesario ampliar la difusión sobre sus alcances prácticos.

Como primera observación, los datos reflejaron que en 2019 casi el 80% de los encuestados declaró que la comunicación de los valores en su empresa son difundidos o muy difundidos. Esto representa un salto de diez puntos porcentuales desde el año 2007, año en el que el 70% manifestaba una respuesta similar.

¿A qué se debe esto? El presidente del directorio de FGE, Gonzalo Said, explica que los casos de colusión que se comenzaron a conocer desde el 2008 -y que se desarrollaron incluso antes-, no solo tuvieron repercusión pública por lo que implicaron, sino que también motivaron cambios y actualizaciones en los gobiernos corporativos de las empresas, lo que significó la implementación progresiva de herramientas que les permitan combatir conductas antiéticas.

“Hoy es frecuente ver que las organizaciones cuenten con códigos de ética, líneas de denuncias, planes de cumplimiento, un oficial de cumplimiento, capacitaciones a todo nivel, entre muchos otros”, afirma el empresario.

Bajo su óptica, “han avanzado mucho y en nuestro quehacer diario, vemos que las empresas han hecho importantes esfuerzos en la implementación y desarrollo del Modelo de Prevención de Delitos que promueve la Ley 20.393. La mayoría de estos instrumentos no era de uso masivo hace una década”.

Otro aspecto que ha impulsado los avances en esta materia, a juicio de Said, es que en la actualidad existe una ciudadanía que está mucho más atenta a lo que pasa con las empresas.

Pero ¿qué medidas están adoptando las empresas para instaurar este tema en su estructura? De acuerdo a los datos de la medición, las auditorías, los sistemas de control de gestión y/o las evaluaciones de desempeño, lideran el listado en preferencias, pasando de un 57% en 2009 a un 72% en 2019. Un poco más atrás están las líneas de denuncia, ítem que pasó del 27% de menciones el 2007 a 52% en 2019.

Sin embargo, pese a esto, los datos arrojaron que los trabajadores aún desconocen la utilidad de estas medidas.

“Pese a que gran parte de las organizaciones consultadas en nuestro Barómetro reconoce la implementación de distintas herramientas, e incluso el 66% las considera beneficiosas, el porcentaje de personas que no identifica la utilidad de estas herramientas ha aumentado. En 2010, por ejemplo, el 22% de los encuestados no sabía si las herramientas eran útiles, mientras en 2019 el 28% afirma desconocer su utilidad”, grafica Said.

Sin embargo, el representante de FGE ve este escenario con optimismo. “Esto representa una oportunidad de mejora para las organizaciones. Se hace necesario difundir no solo la existencia de las herramientas disponibles, sino también cuál es su aplicación práctica y los objetivos que persiguen”, agregó.

Otro ámbito que mostró un avance de acuerdo a la revisión histórica de la medición, es la forma en que las empresas informan respecto a los modelos de prevención de delitos.

En 2019, la gran mayoría de los consultados (69%) que se desempeñan en las empresas aseguraron haber sido informados sobre el modelo de prevención de delitos que promueve la Ley 20.393. En 2010, sólo el 27% afirmaba estar al tanto, lo que representa un fuerte avance en materia de difusión la Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas.

Lo pendiente

Pese a que un alto porcentaje de los consultados (61%) afirmó que los directivos de la empresa donde se desempeñan actúan de acuerdo a los valores corporativos, un 32% dice “no saber” si esto es así.

Para revertir esta cifras, Said sostiene que es clave involucrar más a los directores. “Muchos colaboradores conocen bien los valores corporativos, pero quizás no conocen en persona a quienes dirigen las empresas. Creo que, si hay algo bueno que nos ha dejado la pandemia, es la masificación de las nuevas tecnologías. Son una excelente herramienta para acercar a todos los integrantes de las empresas, en un trato mucho más horizontal. Además, son muy útiles para las labores de capacitación y para apoyar el proceso de permear la cultura hacia todas las personas que integran la empresa”, destaca.

La capacitación en torno a estos temas es otra área en la que el sondeo mostró que aún se debe avanzar, ya que dos de cada tres encuestados reconoció haber participado en algún entrenamiento o capacitación sobre valores, comportamiento ético o código de conducta en las empresas.

“En 2008, esta cifra estaba por debajo del 50%. Sin embargo, todavía el 30% de los encuestados afirma no haber recibido ninguna capacitación al respecto. Esto se debe a que con el paso del tiempo las organizaciones cambian, cambian los directores, los colaboradores. Entonces, la capacitación debe ser un trabajo continuo. El uso de videoconferencias será una herramienta valiosísima para llegar con buenos contenidos a todos los estamentos de la organización de manera rápida y eficiente”, dice Said.

Lo más leído