Economía y Política

Larraín y la crisis: “Si no se reacciona a tiempo se puede desmoronar una economía”

El titular de las finanzas públicas reconoce que “esto no es la antesala de una recesión mundial”, pero llama a aprender de los errores de manejo de la crisis subprime.

Por: | Publicado: Lunes 4 de junio de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por R. Sapag / P. Ojeda



El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, recibió a DF minutos antes de almorzar con el presidente del Banco Central el viernes pasado. Ambos, acompañados de sus equipos técnicos, están monitoreando día a día -”hora a hora en ciertas ocasiones”, agrega Larraín- la evolución de los mercados internacionales.

Para el jefe de las finanzas públicas lo más importante es tener absolutamente vigilada la evolución del mercado financiero, dado que es el factor más peligroso para la economía nacional, ante un eventual contagio de la crisis que azota actualmente a Europa y que tiene sumido al viejo continente en incertidumbre, esperando el desarrollo de los eventos en Grecia y con corridas bancarias en España e Italia como elemento asociado, que claramente no contribuyen a la confianza.

Por ello, agrega que además de la coordinación con el ente rector, el comité anticrisis que se desarrolló el jueves pasado y el plan de contingencia de 141 páginas que accedió a mostrar en exclusiva, Chile está debidamente resguardado para hacer frente al delicado momento económico.

-Ministro, usted viene llegando de Europa y presenció en persona los diagnósticos de la crisis económica. ¿Lo que se vive hoy es realmente tan complejo como lo de 2008?

-En eso uno tiene que ser claro. Esto no es la antesala de una recesión mundial. Esto es una crisis en una región importante del mundo que tiene un tipo de cambio de mercado aproximadamente del 25% del producto mundial. Allá sí hay una crisis, es una crisis de exceso, de haber vivido más allá de sus medios. Tiene su origen en problemas fiscales o en problemas que se convirtieron en fiscales, porque se podría decir que en algunos casos los gobiernos no tenían un déficit fiscal elevado o un nivel de deuda pública elevada, pero tuvieron que socializar los problemas de las instituciones financieras privadas y socializar las pérdidas y hacer salvatajes. Pero no es una crisis como la de 2009, porque regiones como la nuestra lo están haciendo mejor. Esta región salió fortalecida en la crisis pasada.

-¿Aún ocurriendo corridas bancarias en España o Italia?

-Sí, porque el problema está contenido allá. Lo que yo estoy hablando es de una caída de la economía europea que es incluso mayor que la que hoy está pronosticada. Creo que va a ser más que un 0,4%, pero tampoco veo una debacle y hay una diferencia muy importante, que EEUU, que es alrededor del 25% del PIB mundial, está creciendo a tasas relativamente bajas, pero está creciendo. No es una recuperación dinámica, pero ha logrado bajar su tasa de desempleo y es bien notable cuando se ve cómo en Europa sigue la tasa de desempleo hacia arriba, en EEUU la tasa de desempleo ha bajado. Todo lo que necesitamos es que la economía norteamericana siga creciendo al menos a este ritmo.

-¿Cómo está Chile en este escenario?

-Este escenario es de crisis en una región, no de crisis mundial y Chile sigue a paso firme adelante, pero no vamos a poder precavernos totalmente. Nosotros no estamos ni blindados ni somos inmunes a lo que está pasando en los mercados internacionales. Nos va a afectar y ya nos está afectando, por ejemplo, en el precio del cobre. Hemos tenido una caída en el precio y eso genera un efecto en el tipo de cambio, que dentro de ciertos márgenes no complica, porque beneficia a una cantidad enorme de productores que están en el sector exportador.

-¿Qué otros efectos se están sintiendo?

-No podemos mantener el crecimiento de 5,6% del primer semestre, pero la desaceleración está siendo mucho menos fuerte que lo que muchos previeron y eso habla de una fortaleza importante de la economía. Sería bueno que los críticos levantaran la vista y miraran lo que está pasando en el mundo y vieran y compararan lo que tenemos, para valorarlo y cuidarlo. Que las empresas digan que les falta mano de obra es un bendito problema.

-¿Cuál es el mayor riesgo que enfrenta la economía nacional?

-Podemos tener un apretón de liquidez internacional que repercuta a nuestro país. Tenemos que estar preparados para actuar rápido, si uno actúa a destiempo se instala el problema, le sube el costo de financiamiento a la PYME. Pero además de rápida, la respuesta tiene que ser contundente porque cuando hay problemas financieros, hay temas de confianza muy delicadas y afectan las expectativas, la inversión privada, el consumo de los agentes. Se puede desmoronar una economía por un problema financiero que viene de afuera al cual no reaccionaste a tiempo. En diciembre pasado tuvimos un pequeño episodio cuando aumentaron las tasas cortas en 200 puntos base en un período reducido de tiempo, qué hicimos, salió el Banco Central a ofrecer REPO al mercado, lo que aumentó la liquidez, y al día siguiente Hacienda salió a licitar depósitos en dólares. Con este doble efecto en pocos días las tasas volvieron a su nivel normal. Ese efecto cuando no se ve a tiempo, genera una crisis de liquidez y un apretón de crédito pero si se realiza, se mantiene a la economía por sus cauces regulares, si no lo haces no hay política fiscal que te saque del problema.

-Es el factor más peligroso...

-El más peligroso. Para mí, la muestra más evidente es el año 2009. La economía se desmoronó el último trimestre de 2008, lo que tuvo que ver con una crisis de expectativas, de confianza, con un problema en el mercado financiero. El gasto público aumentó en 17%, uno de los más grandes que ha tenido en mucho tiempo y la economía cayó 1%. La prueba la tuvimos en Chile hace tres años. Uno tiene que aprender las lecciones porque el problema de 2009 es que, a mi juicio, hubo un exceso de confianza en el gasto público para sacar a la economía de la crisis. La situación de 2009 fue peor que ahora, pero a Chile le fue peor que al resto del mundo, cayó un 1% y el mundo cayó 0,6% y nosotros este año vamos a crecer más que el mundo. El mundo va a crecer en torno al 3% y Chile sobre el 4%.


Plan de contingencia


-¿Qué tapones se tienen que quemar en la economía para pasar a la acción?

-El tema central es que tenemos que hacer el trabajo antes de tiempo, hay que preparase para esta situación, uno no puede llegar a improvisar si las cosas se ponen peor y por eso es que venimos trabajando desde julio del año pasado en el plan de contingencia. Hemos hecho tres cosas: la primera, la emisión del bono externo. En septiembre del año pasado levantamos US$ 1.000 millones en las mejores condiciones de la historia de Chile a 3,35% a diez años nominal. Hay que recordar que España hoy tiene un costo de financiamiento de 6,5% a 6,6%.

-¿Podría haber otras emisiones?

-Podría, no lo hemos descartado, pero tampoco tenemos el compromiso del mercado. Si vamos a hacer otra emisión o no, está dentro de lo posible, pero es algo por lo que no tenemos ningún compromiso.

-¿Qué otras medidas se adoptaron?

-Armamos el consejo de estabilidad financiera y nuestros equipos técnicos nos proveen de información diaria de los mercados, seguimiento diario y a veces estamos siguiendo hora a hora qué está pasando en los mercados externos. Además hicimos un adelanto del aporte al Fondo de Estabilización Económica y Social (Fees) en enero de este año para tener más liquidez para poder afrontar en un momento más complejo las necesidades que puede haber.

- ¿De qué calibre es la artillería que tenemos? Se habla de que tenemos 60 ó 70 mil millones de dólares en reservas, pero críticos dicen que eso ni siquiera alcanzaría para el rescate de Bankia...

-Es que nosotros no tenemos que rescatar a Bankia, eso déjeselo a España. Entonces para el nivel de lo que tenemos cada uno en proporción a la economía estamos muy bien. Vamos a proteger el empleo, las PYME y los grupos más vulnerables.

-¿Podría sacrificarse la meta de déficit fiscal dado este escenario?

-No tenemos pensado sacrificar esa meta porque creemos que podemos actuar dentro de la meta. Ahora, dentro de la magnitud que hoy vemos o tenemos contemplado relajar nuestra meta fiscal. Además, esto es bien interesante, porque nosotros hemos logrado ya reducir el déficit estructural, estamos cerca de nuestra meta.

Protección del empleo y cuidado de la inversión, los otros ejes del plan de contingencia

- ¿Cómo ensamblan los temas de política como la reforma tributaria que algunos empresarios han dicho que afecta la inversión y la negociación del salario mínimo, que son dos de los flancos que se quieren cuidar?
-
En el tema de la reforma tributaria se juzga no sólo por un tributo, porque la gente que dice que se va a afectar la inversión está pensando solamente en el impuesto de primera categoría, pero hay que pensar que estamos rebajando impuesto a las personas, permitiendo devolución de gastos en educación. 
Estamos reduciendo en forma muy significativa el impueto de timbres y estamplillas y estamos proponiendo un camino gradual de eliminación de aranceles. 
Entonces hay que medir el paquete en su conjunto, además, el destino de esa mayor recaudación que va de 
US$ 700 a US$ 1000 millones va a educación, o sea, estamos invirtiendo en capital humano.

- ¿Y el salario mínimo?
- Simplemente uno tiene que conjugar la legítima aspiración, la aspiración también del gobierno no sólo de preservar sino que de mejorar el poder adquisitivo de los que ganan menos con la posibilidad de que ellos obtengan un empleo. 
Eso significa avanzar y aumentar el salario mínimo por sobre la inflación para que haya un aumento del poder adquisitivo, pero dentro de lo que es responsable, mejorar el salario mínimo con responsabilidad y eso significa que peticiones como las que se han hecho...

- Los $ 250 mil...
- ...Están completamente fuera de las posibilidades

- ¿Hay opción de invitar a la CPC a la mesa de negociación por salario mínimo?
- Ellos nos han planteado que no van a participar en una mesa de negociación.

- ¿Qué elemento se considera para proteger el empleo?
- En protección de empleo sin duda que se puede hacer algo con los empleos públicos, pero es limitado. No lo estoy descartando, pero hay que tratar de defender el empleo privado. Es bien significativo que la gente sepa que vamos a defender el empleo y que la economía tiene la capacidad de seguir creando empleo aún en un escenario externo complicado.

- ¿No va a haber un terremoto en el desempleo?
- No, aunque la situación externa es compleja, acá existe una capacidad emplia de respuesta por parte de nuestras políticas para un escenario más complejo.

- ¿Y cómo se cuida la inversión?
-
Hay que partir por acelerar proyectos de inversión pública que tienen su rentabilidad social y en eso hemos trabajado para tener preparados paquetes de aceleración de inversión pública. Y el tema de inversión privada tiene que ver con evitar el apretón de liquidez. En un problema de inversión, lo primero que se va a resentir en un escenario de apretón de crédito es la inversión privada. En la medida que se protege la inversión se protege el empleo.

Colbún e HidroAysén: "No lo sentimos como una presión (...) Aquí hay libertad de emprender"

"Sin duda que estamos hablando de un proyecto emblemático y grande. Nosotros estamos trabajando para solucionar el problema energético de Chile y no para este gobierno, un eventual Hidroaysén entraría en operaciones hacia fines de la década, ni en este gobierno ni en el próximo. Efectivamente es un desafío muy significativo". Así aborda Larraín la polémica que se desató la semana pasada dada la recomendación de Colbún para suspender el proyecto hidroeléctrico.

- ¿Qué le pareció esta polémica?
- En primer lugar esta es la decisión de una empresa privada. A nosotros lo que nos corresponde como gobierno es tener una institucionalidad energética, que existe, una estrategia nacional energética, que existe para el período 2012-2030 que elaboró el Ministerio de Energía. Estamos impulsando las energías renovables no convencionales, hay muchos proyectos en energía solar, eólica y mareomotriz, pero hay que ser bien francos, no vamos a lograr solamente de las energías renovables no convencionales suplir el déficit de energía o las necesidades de energía que requiere Chile para poder llegar al desarrollo en este período de tiempo (...) nuestra matriz se fue concentrando cada vez más concentrada en lo térmico, pero no podemos renunciar a nuestra energía hidroeléctrica, que primero es una energía limpia, segundo, es una energía muy abundante y tercero, si nosotros necesitamos en los próximos 10 años más o menos duplicar la generación de energía. Vamos a tener que recurrir a todas las formas de energía cumpliendo con los mecanismos de aprobación ambiental. Además es barata. Hay grupos que no comparten esto, que luchan y que interponen recursos en la Justicia y que demoran los proyectos y están en su derecho. Ahora, eso tiene un costo para el país, pero no depende del gobierno.

- Lamentablemente es difícil imaginar consensos en temas como este...
- Va a ser muy difícil que estemos de acuerdo, pero lo que pasa es que cuando algunos de estos grupos no quieren ni la energía hidroeléctrica, ni las térmicas porque contaminan y lo único que quieren es energía renovables no convencionales, en base a las cuales no podemos suplir las necesidades de energía que tenemos.

- ¿La acción de Colbún deja en una encrucijada al gobierno al obligarlo a pronunciarse en un tema polémico en año electoral?
- No sentimos en esto una presión. Aquí hay un desafío país, cada parte tiene que asumir su porción de responsabilidad. Hay una responsabilidad que es del gobierno, nosotros tenemos que generar las políticas públicas y que no existan las condiciones, no es cierto, existen las condiciones porque hay numerosos proyectos que se están tramitando, que se están ejecutando. Ahora claro, este es un proyecto emblemático, que los socios decidan suspenderlo es una decisión del proyecto, hay otros proyectos que siguen avanzando. Por supuesto que a nosotros nos interesa que se siga cumpliendo con todos los estándares ambientales.

- ¿Definitivamente no es una herramienta de presión indebida lo que hizo Colbún?
- No, no. Aquí hay libertad de emprender y dejar de emprender en este país, si alguien quiere dejar de llevar adelante un proyecto, es libre.

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