Alertan de efectos económicos de un Chile más viejo

Chile se hace más viejo y a un ritmo aún mayor al que se preveía. Esa fue la principal conclusión que dejó la publicación de los resultados definitivos del Censo 2017, los que reimpulsaron el debate sobre las políticas públicas orientadas hacia los adultos mayores.

En el horizonte, son tres los temas prioritarios; trabajo y mercado laboral; jubilaciones y sistema de pensiones; y una salud preparada para responder a enfermedades propias de la tercera edad.

Para el economista David Bravo, las proyecciones actuales de población “acentúan la tendencia que incluso había entregado en 2014 el INE”, y ejemplifica con que la población mayor a los 60 años pasó de representar un 9% de total en los 90, a un 16,6% en la actualidad, mientras que se espera que a 2050 sea el 32,1%.

“Esta es la característica más rotunda de la población chilena y ratifica el proceso de envejecimiento en que se encuentra nuestro país; muestra que vamos a estar en otro Chile, incluso respecto al que estamos hoy día, entonces nuestras políticas van a tener que dar cuenta de esa realidad”, resume.

El director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC sostiene que la fuerza de trabajo “también va a envejecer”, por lo que esperaría que en las próximas décadas “pudiéramos observar a personas mayores en mayor proporción en los puestos de trabajo”.

Bravo plantea que en este tema, la edad actual de jubilación no es adecuada y que a los adultos mayores “debiéramos aprovecharlos mucho más a partir de ahora”, para lo que ve necesario “más incentivos para que las empresas aprovechen esta fuerza de trabajo”.

Juan Bravo, investigador de Clapes UC, valora contar con las “nuevas proyecciones demográficas actualizadas hacia adelante, lo cual es necesario para realizar muchos análisis”. Cree que el proceso de envejecimiento “haría más frágil a un sistema de reparto respecto a uno de capitalización individual”.

En materia económica, alerta que “esta tendencia demográfica va reduciendo el crecimiento económico, lo cual puede ser contrarrestado en parte con la inmigración”.

En tanto, para Fabián Duarte, director del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, las cifras muestran un panorama “que uno esperaría en un país que está transitando al desarrollo”, lo que “le pone presión al mercado laboral, sobre todo con la estructura que tenemos de jubilación en el sistema de pensiones”.

En su anális, esta tendencia “va a significar justamente que vamos a tener menos manos de obra, lo que podría ponerle presión al mercado laboral y también al crecimiento del país”.

Sin embargo, cree que “no hay que asustarse mucho” ya que los proceso migratorios podrían servir de “reemplazo natural de las vacantes que van quedando”. A ello agrega que el país se debe preparar para la tercera edad, ya que ello “implica mayor gasto en salud”.

En eso, dice que “se necesitan reformas un poquito más profundas de las que se están discutiendo”, especialmente en la formación de médicos especialistas”.