Macro

Ánimo de empresarios cierra primer trimestre en un punto neutro: ni optimista ni pesimista

Débil actividad no generó un cambio en el nivel de confianza del sector privado. La mirada más negativa sólo persiste en el mundo agrícola.

Por: | Publicado: Lunes 10 de abril de 2017 a las 04:00 hrs.
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Detenido en el tiempo. Así pareciera estar el ánimo en el mundo de los negocios, según lo corroboró el Índice de Confianza Empresarial (ICE) que elabora el Centro de Estudios Económicos y Negocios de la Universidad del Desarrollo (CEEN) y Diario Financiero, que terminó el primer trimestre instalado en un estado definido como neutral, es decir, ni optimista ni pesimista.

Precisamente, el ICE se ubicó en -1,9 puntos, un valor no muy distinto del observado durante los últimos siete meses previos y que caracterizó el ejercicio 2016.

Visto de otra forma, la confianza empresarial incluso resistió la debilidad de los números de la economía, que concluyó con una expansión de sólo 1,6%, que contrasta negativamente con el 2,3% de 2015 y es la más baja desde 2009, período caracterizado por los efectos de la crisis internacional que estalló en Estados Unidos.

A nivel sectorial, cuatro de los seis sectores relevantes que considera el CEEN-DF presentaron leves deterioros en marzo, destacando la disminución del rubro agrícola. En contraste, tanto la minería como el comercio registraron alzas en el tercer mes del año.

Dado lo anterior, a excepción de agricultura -que se mantuvo en un nivel “moderadamente pesimista”-, todas las demás áreas relevantes de la economía medidas permanecieron en un nivel “neutral de expectativas”.

En un horizonte más largo, el promedio móvil trimestral del ICE se mantuvo estable y también neutral.

Percepción sobre la economía

Pero si bien el ánimo general no mejoró o deterioró en una magnitud significativa el mes pasado, por temáticas relevantes se verificó un debilitamiento pero sin alejarse del terreno neutral.

Los retrocesos más significativos correspondieron a la percepción de la “situación del negocio” y el “número de trabajadores”, las cuales se redujeron en torno a cuatro puntos cada una.

Por su parte, la percepción de la “situación de la economía” en los próximos tres meses disminuyó también cerca de un punto.

Al alza destacó especialmente la percepción del “precio de insumos”, que avanzó cerca de dos puntos, mientras que tanto la percepción de inventarios, como la de la demanda nacional, tuvieron variaciones mixtas marginales menores a un punto.

En cualquier caso, se trata de niveles muy similares a los observados en marzo de 2016, pero claramente más auspiciosos que los vistos en 2015 y, en ciertos casos, incluso en 2014.

Lo anterior se condice con el hecho de que la desaceleración económica se inició a fines de 2013, coincidiendo por lo demás con un escenario internacional complejo y el cambio de gobierno en el país.

Débil actividad

De hecho, el mérito que puede tener el ICE es que no se deterioró pese al mal trimestre que enfrentó la actividad como consecuencia de situaciones coyunturales, siendo la de mayor impacto la huelga en Escondida, que se extendió durante 43 días.

El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) tropezó 1,3% en febrero comparado con igual mes de 2016. El minero, en particular, cayó 17%; mientras el no minero avanzó un leve 0,2%.

En este escenario, el Consejo del Banco Central decidió reducir nuevamente la Tasa de Política Monetaria hasta 3,0% a mediados de marzo.

El comunicado mantuvo el sesgo y la posibilidad de una nueva reducción del tipo rector en los próximos meses, en caso de ser necesario.

Al mismo tiempo, la autoridad redujo la estimación de crecimiento del PIB para el año a 1% y 2% desde un rango anterior de 1,25%-2,25%.

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