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Ataque ruso a Ucrania suma presión a la economía local: claves del impacto en Chile

Por: P. Cuevas y R. Lucero | Publicado: Viernes 25 de febrero de 2022 a las 04:00 hrs.
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La invasión de Rusia a Ucrania, que afectó a civiles, generó rechazo en el mundo.
La invasión de Rusia a Ucrania, que afectó a civiles, generó rechazo en el mundo.

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Más inflación

El ataque de Rusia a Ucrania llega en un momento crítico para la economía chilena. El país, en medio de un cambio de gobierno y de un proceso para redactar una nueva Constitución, enfrenta el desafío de recuperar la salud de las cuentas fiscales -deterioradas para hacer frente a la pandemia-, evitar que la fuerte desaceleración del Producto Interno Bruto (PIB) se traduzca en un drástico aterrizaje este año y, aún más evidente, de volver a encauzar la inflación -hoy en 7,7%- hacia niveles más acordes con la meta a dos años del Banco Central de 3%.

De ahí que la primera preocupación -y de más rápido impacto- surge por la presión adicional que generaría en los precios locales. Esto porque un canal importante de transmisión son las necesarias importaciones de productos energéticos, como petróleo y gas.

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La duración y la restauración de la capacidad productiva de estas materias primas determinará el efecto final, advierte el director para Latinoamérica de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, quien precisa que a esos impactos directos en los combustibles (bencinas y gas), se sumarían otros indirectos en la electricidad y los alimentos, que requieren de los primeros para su producción.

Y si bien por ahora no hay cambio de proyecciones para la inflación del año, que se espera termine sobre 5,5%, el sesgo es alcista. Coutiño, espera que a mediados de año esté en 8%, y que luego se mantenga alrededor de 7% durante la segunda mitad. Para 2023 estima una baja hacia a entre 5%-6%, siempre y cuando el Banco Central imponga condiciones monetarias restrictivas para mediados de este año y por un tiempo prolongado.

Gráfico es lo que dice la economista de Euroamerica, Martina Ogaz: “Hasta hace una semana nuestras proyecciones indicaban alzas de $ 6,6 hasta fines de julio, y dado la importante alza de hoy (ayer) de los referenciales del petróleo como el WTI y Brent, estimamos que estas alzas se mantendrán hasta finales de septiembre”.

Si a lo anterior se suman los efectos de segunda ronda que generaría este conflicto -a través de la UF, por ejemplo-, una inflación por sobre el rango meta del ente emisor de 3% se mantendría por un tiempo mayor a lo estimado.

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El presidente Putin fue el centro de las protestas que hubo en distintos países. Foto: Reuters

Se frena alza de tasas

No sería extraño pensar en una pausa en el proceso de alza de tasa de interés en el país, o bien que sean de menor cuantía a la prevista, puesto que el conflicto bélico eleva el riesgo de recesión en algunas regiones como Europa, lo que ocasionaría una desaceleración económica mundial. Esto golpeará la actividad local a través de las exportaciones y el precio del cobre, escenario que podría traducirse en una disminución de la demanda.

Pero Coutiño cree que los mercados emergentes como Chile no tienen mucha opción más que combatir la inflación junto a la volatilidad cambiaria y financiera que se avecina. Ve que el Central debería enfocarse en ajustar en 7% la Tasa de Política Monetaria (TPM) antes de junio.

Como el conflicto es reciente y afectará en primera instancia el componente volátil de la canasta de IPC, Ogaz considera que el Central se mantendrá en línea con lo que mencionó en la última reunión de política monetaria y situar el interés rector por sobre el rango superior del último corredor de tasa.

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El presidente de EEUU, Joe Biden, anunció mayores sanciones para Rusia, pero no enviará tropas.

“De extenderse o escalar aún más este conflicto, creo el BC considerará evaluar los efectos sobre la inflación y los efectos de segunda ronda que podrían gatillar un shock inflacionario más permanente en el tiempo”.

Con las expectativas de inflación por parte del mercado desancladas del 3% a dos años, lo anterior sería la mayor complejidad que tendría que enfrentar, menciona. Esto porque “muy probablemente” la inflación permanecería elevada más allá del horizonte de política monetaria junto a una actividad “mermada”que podría incluso golpear al empleo.

El economista jefe de Bice Inversiones, Marco Correa, espera que en este contexto de mayor inflación la tasa llegue “rápidamente” a un 8,5%.

“Si eventualmente las presiones en los precios son menores, podría bajar de este nivel, pero por ahora estimamos que se privilegiará controlar la inflación que tener una respuesta más tardía que produzca efectos perjudiciales más permanentes”, comenta.

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Menos crecimiento

Tras crecer 12% durante 2021, todo indica que el PIB de Chile se desacelerará hasta niveles entre 1,5% y 2,5% este año, según el Banco Central. De escalar el conflicto ruso-ucraniano, aparece el fantasma de una recesión mundial.

“El conflicto militar agrega un elemento de incertidumbre, volatilidad financiera, e interrupciones en las cadenas de suministros globales, por lo que Chile no está exento de sufrir un choque en su economía y, con ello, enfrentar perspectivas económicas menos favorables de las que ya se anticipaban”, afirma Coutiño.

Estima que de agravarse el conflicto militar y prolongarse, es posible ver un crecimiento de la economía chilena en alrededor de 1%, menor al 2,5% que consideraba previamente. Ogaz ratifica su pronóstico de PIB para este año (1,5%-2,5%) pero pone un “sesgo a la baja”.

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Civiles se vieron afectados por los ataques que afectaron a ciudades de Ucrania.

Comercio exterior, más complicaciones

En el caso local, dada que la estructura productiva está basada en exportaciones y, por el otro lado, se es dependiente de importaciones de bienes como petróleo y granos, la invasión tiñe de incertidumbre a una variable clave para el crecimiento: el comercio exterior.

De hecho, para el economista de BCI Estudios, Juan Ángel San Martín, el principal impacto en el PIB vendría “por un menor dinamismo del comercio global, que reduciría nuestras exportaciones”. Una visión que comparten desde el área de estudio de Banco Santander, en que si bien anticipan que “aún es temprano para cuantificar”, sí afirman que “una desaceleración global más pronunciada afectará el sector exportador de Chile y eso incidirá en el PIB”.

Las exportaciones en 2021 marcaron un récord de US$ 94.705 millones, superando en 29% a los envíos de 2020, aportando al repunte de la actividad productiva.

En tanto, las importaciones el año pasado sumaron US$ 91.843 millones, lo que implicó un alza de 55% en el mismo período.

Tanto Rusia como Ucrania son actores relevantes en la producción y exportación de trigo y maíz, por lo que el conflicto entre ambos introduce inestabilidad en el precio de ellos. Además, agregan desde la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) golpea a otros granos como la soya en que Rusia es el principal exportador.

Esto para Chile influirá en la medida que los precios en que pueda comprar el trigo y el país se vean afectados, ya que nuestros principales proveedores son Argentina, Canadá, Estados Unidos y Paraguay. Es decir, explica la entidad, “el abastecimiento no se debería ver mayormente afectado, aun cuando podrían haber variaciones en los precios, por la inestabilidad mundial provocada”.

Según la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), el 44% del trigo panadero que hay en el país es importado, mientras que, en el maíz el volumen importado corresponde al 75%.

Con esto cuadro, explica Correa, los commodities en general están mostrando una presión alcista, pero el precio del cobre -que del total de las exportaciones chilenas equivale al 56,4%- se movería en dirección contraria. ¿La razón? Una posible menor demanda global.

A esto se le sumaría la caída en las monedas de países emergentes como el peso chileno, lo que de paso aumentaría las presiones inflacionarias por esta vía.

Fisco bajo presión (cobre)

Como parte de una institucionalidad que se ha preparado para tiempos de vacas flacas, Chile cuenta desde 2007 con el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), que partió con un aporte inicial de US$ 2.580 millones. La idea fue buscar solventar eventuales déficits fiscales, realizar pagos de deuda pública y atender emergencias, contribuyendo así a que el gasto fiscal no se viera mayormente afectado por los vaivenes de la economía mundial y la volatilidad de los ingresos que provienen de los impuestos, el cobre y otras fuentes.

Este colchón pilló al país con unos US$ 20.000 millones de ahorro en la crisis financiera internacional de 2009 -de los que se usaron unos US$ 8.000 millones-; y con una cifra de US$ 12.000 millones al arribo de la pandemia, lo que permitió financiar ayudas estatales. Así quedó en US$ 2.000 millones a fines del año pasado.

Si el conflicto afecta la cotización del cobre, tomará más tiempo recuperar ese acervo.

Ayer, de hecho, el commodity bajó levemente en la Bolsa de Metales de Londres hasta US$ 4,528 la libra. Un nivel que se asumía previamente podría resistir en un escenario de bajos inventarios.

Sube el dólar

Ante un escenario de alta incertidumbre en los mercados financieros, los inversionistas buscan refugio en activos que no perderán su valor bajo ninguna circunstancia. Esta mayor demanda deriva en precios más altos de dichos activos, de los cuales el dólar es uno ellos. En paralelo, las monedas de países emergentes (activos financieros) pierden valor.

Tras la invasión militar, el tipo de cambio subió en el mercado local $ 29,27 hacia los $ 820,10, según Bloomberg, el salto más grande desde el 6 de noviembre de 2008, cuando se vivía la crisis financiera internacional.

Esto, en el caso de Chile, encarece las importaciones, lo que golpea el nivel de gasto y presiona a la inflación. El caso más emblemático es la bencina, que ya está en $ 1.000 o más por litro en distintos puntos del país.

Bolsa a la baja y fondos de AFP en rojo

Así como los inversionistas se refugian en activos seguros como el dólar y el oro, liquidan aquellos más inestables dentro de su portfolio. Entonces, la primera reacción es vender las acciones que tengan en los distintos mercados bursátiles. Lo hacen al menos hasta que identifican oportunidades de títulos de empresas que podrían verse beneficiadas en medio de este conflicto bélico.

Un cuadro que golpeará la inversión de los fondos de AFP. La cartera en el extranjero alcanzó al cierre del tercer trimestre de 2021 unos US$ 93.586 millones, correspondientes a un 53,7% del total de activos. La renta variable se mantuvo como el principal componente de la cartera de inversiones en el exterior, con una participación de 65,7%.

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