Macro

Banco Central advierte sobre la dificultad para medir la inflación que traerá la economía digital

Ejecutivo advirtió que el nuevo escenario supone un desafío para las autoridades monetarias del mundo a la hora de establecer los precios de los bienes.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Jueves 12 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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El impacto de la economía digital es un tema en boga en Chile. La reforma tributaria, que el gobierno enviará al Congreso en septiembre, establecerá nuevos impuestos para aplicaciones que intermedian o proporcionan servicios en el país, como Uber, Netflix y Spotify, mientras que el martes el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, advirtió -en base a cifras OCDE- que el cambio tecnológico pondrá en peligro de automatización alrededor del 55% de los puestos de trabajo en el país.

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Ayer, un nuevo actor se sumó a las preocupaciones por los efectos de la digitalización: el Banco Central.

En el marco de una conferencia sobre estadísticas realizada por el Banco Central Europeo (BCE), el consejero del instituto emisor, Pablo García, advirtió que la digitalización de la economía puede “dificultar” la manera en que las autoridades monetarias miden la inflación, lo que también tendría incidencia sobre la política monetaria y los mecanismos de transferencia desde precios a las tasas de interés.

En su exposición, el economista partió señalando que en los últimos años se han generado “profundas disrupciones” que están empezando a “cambiar” la manera que en trabajamos, comercializamos, consumimos y vivimos, entre las cuales destacó la automatización, la inteligencia artificial y nuevos modelos de negocios como la “economía colaborativa”.

“Más países están ampliando las fronteras de su “evolución digital”. Por una parte, estos desarrollos han hecho más desafiante la apropiada medición de los fenómenos económicos y financieros”, comentó García.

Desafiando visiones de mundo

El miembro del Consejo del instituto emisor advirtió que estos paradigmas ponen en entredicho la manera “tradicional” en que se miden las cuentas nacionales, la que contempla un modelo económico donde la producción primaria y secundaria explicaría el comportamiento del valor agregado total.

Esto, planteó García, es desafiado en la medida que cambia el paradigma de transformar recursos en productos finales que son comercializados de manera homogénea por un agente económico.

“La digitalización de las relaciones económicas, llevando por ejemplo a una actividad mejor descrita como “economía colaborativa”, hace que la clara distinción entre productores y consumidores sea más difícil de determinar con precisión”, señaló.

¿Cómo impactará esto a la dinámica inflacionaria y la política monetaria? García fue enfático: “El empaquetamiento de experiencias y demandas por bienes y servicios, los cuales en el pasado eran provistos por productos bien definidos, hará la identificación y medición de los precios de estos bienes y servicios, y, por lo tanto la inflación, mucho más difícil”, recalcó.

El exejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó que “probablemente” dichas tendencias cambiarán los mecanismos de transmisión de la política monetaria.

“La digitalización plantea importantes desafíos hacia adelante para la medición de la actividad económica, al igual que para la transmisión de la política monetaria. Algunos de estos desafíos estarán muy presentes en el corto plazo, otros más distantes en el futuro. Pero en cualquier caso, las autoridades monetarias necesitarán ser conscientes de estos desarrollos para entender y calibrar sus políticas para alcanzar sus metas”, planteó.

Inflación se encamina al 3%

A mediados de junio, el Consejo del Banco Central hizo un fuerte ajuste en la previsión de la inflación para el cierre del presente año. Si en marzo, el Informe de Política Monetaria (IPoM) estimaba una variación anual de 2,3% para el IPC a diciembre, hoy dicho cálculo se elevó en 0,5 puntos porcentuales (pp), hasta el 2,8%.
¿La razón? El precio promedio tanto para el barril Brent como el WTI en lo periodo 2018-2020 son ahora "algo más de 10% superiores" a los previstos anteriormente, lo que de acuerdo al nuevo documento "afecta el escenario base en varias dimensiones".
En el corto plazo, dicho impacto "explica en buena parte la corrección al alza para diciembre", mientras que en el mediano "sus efectos se canalizan a través de menores términos de intercambio, menor ingreso disponible y un impacto en la actividad". Sin embargo, matizó afirmando que dichos impactos "aunque relevantes, son menores que en el pasado, pues el petróleo es menos importante en la matriz energética internacional y nacional, con lo que su impacto en el crecimiento es menor".
En su argumentación, el instituto emisor detalló que "la magnitud de estos efectos dependerá de qué tan sostenido sea el incremento del precio del petróleo", y aseguró que en el país, la incidencia del crudo a nivel productivo "se ha reducido considerablemente en los últimos años".
En el detalle, explicó que la relevancia del petróleo y sus derivados en los costos de producción "ha disminuido en los últimos diez años".

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