Macro

Banco Central aplica fuerte recorte a pronóstico del PIB 2017 aunque prevé repunte para segunda parte del año

Visión más positiva se extiende a 2018: el ente rector anticipa un crecimiento entre 2,25% y 3,25%, con una importante recuperación de la inversión.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Martes 4 de abril de 2017 a las 04:00 hrs.
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Por segundo año consecutivo, el Banco Central eligió el Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo para realizar un fuerte recorte en su estimación de crecimiento para el ejercicio en curso, que esta vez fue de 50 puntos base (pb) frente a los 75 puntos aplicados en 2016.

Así, mientras en el mercado apostaban porque el rango vigente hasta ayer -entre 1,5% y 2,5%- se reduciría en 25 pb, el instituto emisor optó por dejarlo entre 1% y 2%, respondiendo a una demanda interna que se expandirá menos de lo esperado en diciembre ( 2,3% frente 2,6%) y una inversión que apenas marcará mejorará 0,2% (0,7% previo).

En el reporte, el Central reconoció que la desaceleración en 2016 fue algo más acentuada y que se prolongará hasta inicios de este año, a lo que se sumará el efecto negativo de hechos puntuales, como los incendios forestales y la huelga en la minera Escondida, que explican la mitad del ajuste en la proyección del PIB para este año (0,25 puntos porcentuales).

Adicionalmente, se acentuará el menor impulso en el sector construcción debido al cobro del IVA por la reforma tributaria, lo que se complementa con una baja en los inventarios de las compañías, que en 2016 presentaron tres años de reducción.

“En general, los movimientos de las existencias reflejan cómo las empresas prevén que vendrá el futuro: si lo ven mejor, las aumentarán, lo contrario si lo ven peor”, describió el presidente del Central, Mario Marcel.

De menos a más

El instituto emisor plantea que el crecimiento del PIB en el primer trimestre será algo mayor a cero y se empinará a 1,5% en el segundo lapso, “lo que en promedio se sostendrá y aumentará en la segunda mitad del año”.

De acuerdo a Marcel, más allá de una base de comparación mucho más favorable, hay a lo menos cuatro elementos que ayudarán a que la economía retome un mayor ritmo de expansión en los próximos dos años: la inexistencia de desbalances macroeconómicos relevantes, la disminución del impacto negativo de la inversión minera, la mejora en las perspectivas externas y una política monetaria que seguirá siendo “claramente expansiva” (ver recuadro).

¿La luz al final del tunel?

Así, pese al débil inicio de año, el Banco Central anticipa un repunte para la economía chilena en 2018, con un crecimiento que se ubicaría entre 2,25% y 3,25%, niveles mucho más cercanos al crecimiento potencial -que el ente rector estima entre 2,5% y 3%- y el PIB tendencial (3,2%), lo que disminuiría gradualmente las brechas a lo largo del próximo año.

“La recuperación que se manifiesta en las cifras anuales proyectadas para el 2018 debería iniciarse en el transcurso del presente año, considerando el impacto de la mayor debilidad a fines de 2016 y comienzos del 2017”, aseguró Marcel.

En este contexto, el Central anticipa una recuperación importante para la inversión, que pasará de un incremento nulo a un alza de 3% el próximo año, lo que sumado a un crecimiento de 2,8% en el consumo total, llevaría a la demanda interna a anotar un aumento de 4,1% en el ejercicio.

El comercio exterior también aportará dinamismo, con un incremento esperado de 2,7% en las exportaciones y de 7,2% en las importaciones, en línea con un PIB de los socios comerciales que se elevaría 3,5% en el año, un precio del petróleo estable (en torno a US$ 50 el barril) y un valor del cobre solo algo por debajo a la proyección de este año, en US$ 2,5 la libra.

 

TASA BAJARÁ UNA VEZ MÁS

 

El escenario inflacionario esperado para este año no presentó cambios en el IPoM de marzo, afianzando así la visión de un IPC que se mantendrá por debajo de la meta de 3% en el curso del ejercicio (2,7% promedio) y que cerrará en 2,9%.

Según explicó el presidente del Banco Central, Mario Marcel, este escenario base considera una relativa estabilidad del tipo de cambio real en torno a los niveles actuales ($ 660) y una brecha de actividad que si bien será mayor que la prevista en diciembre, "comenzará a cerrarse hacia fines de este año".

Así, con una inflación controlada y una actividad que irá de menos a más durante el año, el instituto emisor indicó que la política monetaria "aportará un impulso algo superior al previsto en diciembre", cuando el IPoM consideraba dos recortes, en línea con las expectativas y los instrumentos financieros.

Según describió el Central, al cierre del IPoM de marzo, las perspectivas de mercado para la política monetaria apuntaban a una baja de 25 puntos base este año, que se sumaría a los de igual magnitud ya efectuados en enero y marzo.

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