Macro

BICE y ajuste de expectativas: “Nueva realidad no es mala, hubo un sinceramiento”

Sebastián Senzaqcua analiza las proyecciones hacia 2019: esperan que el empleo crezca más que este año, pero pone cautela en el frente externo.

Por: Víctor Guillou V. | Publicado: Martes 27 de noviembre de 2018 a las 04:00 hrs.
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Una leve desaceleración de la economía nacional asume para el próximo año el equipo de estudios de BICE inversiones. En su último informe mensual, la entidad anticipa una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,5% para 2019, no muy distinto del 3,8% con el que piensan cerrará 2018; acompañado de una inversión que crecería 5,5%, es decir, apenas tres décimas menos que en este ejercicio.

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En este escenario, el subgerente de estrategia de la firma, Sebastián Senzacqua, prevé que la Tasa de Política Monetaria (TPM) subirá dos veces el próximo período.

- ¿Por qué sólo dos alzas y una mantención en diciembre?

- Nos hace sentido que la tasa siga subiendo, pero a un ritmo bastante gradual. Vemos factores externos que es importante ir monitoreando para determinar el grado de velocidad. Se podría acelerar un poco más el ritmo, pero eso dependerá de lo que pase con la dinámica interna y si vemos cifras del mercado laboral más robustas, pero preferimos estar en una posición más conservadora.

- ¿Hay algún riesgo de que el mercado no esté esperando un retiro más agresivo del estímulo?

- Aún no se da una condición suficiente para que la inflación se nos escape. No vemos que haya presiones inflacionarias que hagan salirse del escenario de gradualidad, que le entrega desde lo comunicacional cierta libertad al Banco Central. Aún vemos que existen holguras que permiten no ir acelerando el alza de tasas.

- Si en diciembre el Central subiera otros 25 puntos base, ¿veríamos un ajuste en las tasas de mercado?

- El mercado ha ido moderando sus expectativas y ya apuntan hacia el primer trimestre. Si se da un alza, claramente podríamos ver algún salto en las tasas de interés, posiblemente en las de corto plazo, porque no están descontando una alza en diciembre. Sin embargo, hay que tener en cuenta lo que venga después, porque si se da el caso de que suba la tasa, veríamos un período de mantención largo que podría generar que el impacto alcista se vaya mitigando.

- Ustedes ven la inversión creciendo 5,5%, ¿cuánto se explica por factores internos?

- En materia de inversión venimos de años muy malos, con caídas muy influidas por las expectativas empresariales, lo que derivó en una postergación de proyectos. Ahora, empezamos a ver una dinámica más positiva, porque naturalmente ya era necesario tomar decisiones de reposición de capital, que es lo que hemos visto en el último tiempo. Se ha involucrado también una mejora en expectativas empresariales, donde estamos levemente por sobre el nivel neutral. Eso anticipa que los proyectos que se fueron postergando ya se empiezan a internalizar.

- La construcción este año no ha tenido un gran repunte. Por otro lado, las expectativas se han ido moderando en lo último, ¿se puso una cuota mayor de realidad?

- Claro. Hay que entender que esta nueva realidad no es mala. No es que pasáramos de un nivel muy optimista a uno muy pesimista, sino más bien se dio un cierto sinceramiento. Hay que tener en cuenta cómo ha venido evolucionando el componente del gasto, que está siendo favorable.

La inversión en construcción creció un 4,4% el tercer trimestre, mejor tasa que la del trimestre anterior, y creemos que esa dinámica va a continuar en 2019, con un alza en torno a 3,7%. Quizás vamos a tener tasas un poco más bajas, pero todavía muy saludables.

- Ven al consumo privado creciendo 4,2%. ¿Cuál debiera ser el impacto en el mercado laboral?

- El empleo ha ido creciendo a un ritmo más lento del que se tenía pensado, pero creemos que debería mostrar una mejor dinámica hacia adelante. Con la dinámica de la inversión, debería crecer en torno al 2%, un poco más fuerte de lo que se está consolidando para este año, de 1,5%. Ese sería uno de los factores determinantes para sostener el consumo privado.

- ¿Qué tanto afecta a Chile y el mundo un menor volumen en el comercio internacional?

- Vemos una economía global que sigue creciendo, en torno al 3,7%, en línea con el crecimiento de este año pero superior a 2015 y 2016. Los riesgos de recesión son más acotados en términos generales, porque no vemos a una economía importante entrando en recesión.

Obviamente, hay que ir monitoreando algunas variables, sobre en el lado del comercio internacional, que pese a todo este tema arancelario todavía no hemos visto impactados los volúmenes. El comercio internacional posiblemente puede estar un poco más afectado hacia adelante, y esto puede afectar a Chile con una caída en sus exportaciones, que van a crecer 3,4%, un ritmo más lento de lo que están creciendo este 2018.

- ¿Qué tan vulnerables somos ante un ajuste más abrupto en las condiciones de financiamiento?

- En Estados Unidos estamos esperando un alza más en diciembre de 25 puntos base y tres más el próximo año. Eso ya lo han ido internalizando los activos financieros y ha llevado a que las condiciones financieras sean menos favorables, pero aún así estamos en condiciones que no son restrictivas. Los focos de riesgo para la actividad local están marcados por el lado externo a la baja, en línea con la política monetaria en EEUU y con el comercio internacional que está siendo menos expansivo.

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