Bofa no advierte preocupación en tendencia fiscal para Chile

En medio de las interrogantes que tiene el mercado sobre las expectativas de crecimiento que mantiene el Gobierno para 2019 junto a la última advertencia hecha por la tendencia fiscal, la economista para Chile y Brasil de Bank of America (Bofa), Ana Madeira, aclara que no advierte por el momento que los niveles de endeudamiento revelados en el Informe de Finanzas Públicas (IFP) evidencien señales de alarmas.

En conversación con Diario Financiero, explica que para el país mantiene su proyección de crecimiento que es en torno al 3%, por lo que la corrección realizada en junio desde 3,4% a 3,1% sigue en esta misma línea y el fundamento principal es el sector externo.

"En mis estimaciones el potencial de Chile está en torno al 3% y hubo un crecimiento muy fuerte en 2018. La expectativa es que gradualmente se volverá a crecer cerca del potencial. El 3,1% tiene riesgos a la baja por cuenta del escenario externo que es más volátil, que está desafiante. Entonces, me parece que el crecimiento va aquedar más o menos estable entre este año y el año que viene", señala.

- ¿En qué fundamenta el crecimiento económico que se verá este segundo semestre? ¿Es por base de comparación?

- Es por base de comparación, pero no solamente es por eso. Me parece que el escenario externo estuvo más volátil en la primera mitad del año con las incertezas relacionadas con la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Y esas incertezas no han escalado, están como estable: No han tenido una resolución pero no han empeorado.

- Respecto al impacto en nuestras exportaciones por la guerra comercial ¿Hay alguna recomendación de cómo podríamos enfrentar de mejor manera esta situación?

- Lo primero que viene es una diversificación mayor de los productos de bienes y servicios exportados. Por ejemplo, los servicios es una posibilidad pero la verdad, Chile ya es visto como un safe heaven (un lugar seguro) entre los países de América Latina. Entonces, es el mundo externo que de facto esta con mucha volatilidad y está afectando a Chile por ser un país pequeño y muy abierto.

-En el Congreso está en discusión el TPP11 que, incluso, liberará aun más algunos aranceles que ya están dentro de Tratados de Libre Comercio con algunos de los países de este bloque, llegando a 0%. ¿Estamos en el camino correcto?

-Me parece que sí. Claro que hay que tener en cuenta los poderes comparativos entre la industria interna y la externa, pero me parece que sí.

-Uno de los argumentos que ha dado el Gobierno para apoyar el ritmo de crecimiento del País es que, a diferencia del resto del vecindario de la Región, el país crece de manera estable, lo que nos deja en mejor pie ¿Está de acuerdo con esta visión?

-Lo veo así también... Es una economía más estable, pero también un poquito volátil en relación con el escenario externo, pero no veo a Chile como una economía que necesite de reformas profundas o que tiene problemas estructurales muy fuertes como en Brasil con la necesidad de reforma fiscal.

Reformas

- ¿Cómo ve que las discusiones que se están dando en el Congreso en torno a las reformas de pensiones y tributarias estén afectando a la economía?

- La reforma de pensiones es algo que se lleva discutiendo hace mucho en Chile. Me parece que es una discusión que ha madurado y que sí, es el camino correcto.

Para la reforma tributaria, la idea es de simplificación del sistema y cuando uno se enfoca en esa explicación hace todo el sentido. Pero el otro lado de la moneda, es que cada vez que en cualquier Gobierno se está discutiendo una reforma tributaria, es un momento de incertidumbre e incertezas para las compañías. Entonces, al mismo tiempo que la expectativa es una mejora del sistema por más simplificación antes de llegar -al diseño completo- a la reforma tiene volatilidad que puede atrasar proyectos de inversión, que van a estar en la mesa hasta que sea aprobada.

- Recientemente Moody's nos hizo una advertencia respecto a la tendencia fiscal. ¿Le parece preocupante la tendencia fiscal?

- No me parece que esté aún visible en los números fiscales una preocupación. Me parece que dado que nosotros tenemos una expectativa de ingresos que está relacionada a la actividad económica y que si la expectativa de crecimiento ha venido a la baja, eso va a afectar los ingresos. Menos actividad económica menos ingresos. El cobre es una parte también no despreciable de los ingresos, entonces eso significa que el Gobierno tendrá que esforzarse para lograr la meta fiscal. Pero, el hecho de que el Congreso esté empeñado en seguir con una disciplina fiscal fuerte –en la discusión de la reforma tributaria por ejemplo- es un buen punto para mi expectativa sobre la trayectoria fiscal.

- ¿La propuesta de reforma del Gobierno es buen punto para usted?
- Sí, es decir, la reforma tributaria incluye las pérdidas de ingresos y hay discusiones entre el Gobierno y el Congreso que tiene una preocupación grande por mantener la disciplina fiscal. Entonces, el resultado de la reforma que va a salir va a tener en cuenta la preocupación de una disciplina fiscal y para mí, eso es un buen punto.