Carlos Massad: “No me voy de la DC. Y si es necesario dar peleas internas, las daré”

La Democracia Cristiana (DC) vive un momento crítico. El quinto lugar obtenido en la primera vuelta por su candidata presidencial, Carolina Goic, la fuerte reducción de la bancada parlamentaria y el apoyo del partido a la opción de Alejandro Guillier en el balotaje produjeron un quiebre en la tienda, propiciando la renuncia de históricos economistas ligados a la falange, como el exministro de Hacienda, Eduardo Aninat, y el exconsejero del Banco Central, Pablo Piñera.

Carlos Massad no seguirá ese camino, por ahora.

El extimonel de instituto emisor en dos gobiernos DC (entre 1967 y 1970 bajo Eduardo Frei Montalva y entre 1996 y 2003 con Eduardo Frei Ruiz Tagle y Ricardo Lagos) es tajante en señalar que aún quedan “peleas” que dar a nivel interno para encauzar al conglomerado.

El economista de la U. de Chile, con posgrado en Chicago, plantea que el partido no debiera cerrarse a “cooperar” con el nuevo gobierno, tomando como base las ideas del programa de Goic.

- ¿Cuál es su balance de 2017?

- En cuanto a lo político, nunca encontré que hubiese un planteamiento muy sólido de apoyo a la política vigente de la presidenta Bachelet. Siempre pensé que los mensajes que se transmitían desde el otro lado eran más potentes y más claros. También creo que la Nueva Mayoría cometió errores en el proceso electoral, con algunas declaraciones algo rimbombásticas.

- ¿Como cuáles?

- Esto de meter la mano al bolsillo… expresiones que no se veían hace muchos años en Chile y creo que a nadie le gusta que le metan la mano al bolsillo. Son elementos que fueron conjugando una situación compleja para la Nueva Mayoría y más favorable para Chile Vamos.

- ¿Cuál es el Chile de hoy: el de la primera o la segunda vuelta?

- Yo creo que el Chile de hoy es el de la primera y la segunda vuelta, los dos son Chile. En la primera vuelta, pesó la dirección de políticas sociales de la presidenta Bachelet y de los gobiernos de la Concertación, lo que se demostró en la votación. En la segunda vuelta, pesaron los temores e imprecisiones. Ambas cosas son muy chilenas.

- ¿Erró este diagnóstico de que lo chilenos estaban hastiados del modelo?

- Sí, los chilenos no quieren derribar el modelo sino mayor igualdad. Y con razón…

- ¿Se mantendrá en la DC? Varios economistas históricos han renunciado.

- Sí, siempre he pensado que las peleas hay que darlas por dentro, que solo cuando uno ha agotado todas las posibilidades y las cosas institucionales se mueven por caminos muy distintos, ahí hay que pensar en otra cosa. Pero mientras tanto, las batallas hay que darlas por dentro.

Además, tengo una obligación con el país que me generó el llamado que me hicieron los presidentes Frei Montalva y Frei Ruiz Tagle a colaborar con sus gobiernos, y también por todos los años que estuve en el Banco Central. Siento que esa obligación puedo descargarla, por ahora, mucho mejor en la DC que en cualquier otro lugar. No me voy a ir de la DC; y si es necesario dar peleas internas, las daré.

- ¿Hacia dónde va la DC? ¿Le preocupa que el ala progresista se tome el partido?

- Me preocupaba bastante hasta el resultado de la segunda vuelta, pero creo que el resultado es un campanazo que dice que el país está buscando otra cosa. Esos campanazos deben tomarse en serio.

Sin duda, el sector progresista de la DC debería tomar en cuenta el resultado de la segunda vuelta. Todos los sectores deben tomarlo en consideración y hacer un análisis objetivo y sereno de lo que eso significa.

- ¿Debe la DC reforzar su vocación de centro?

- La DC no se define entre esta línea horizontal entre izquierdas y derechas, somos otra cosa. Ofrecemos una visión completa al país, no solamente una intermedia entre dos extremos, no esta idea del centro. La DC debe tener objetivos claros y perseguirlos.

Ahora, esto no significa que no pueda llegar a acuerdos con la izquierda o la derecha para llevar adelante los objetivos centrales del partido, pero tampoco es una bisagra entre dos posiciones. Debe tener una personalidad propia.

- ¿Con quién debiera la DC formar coalición?

- No creo en las coaliciones que tienen problemas internos. En vez de hacer una coalición, prefiero definir un programa y, en la medida que se cumple, trabajar juntos. La idea es un pacto programático, no apoyar incondicionalmente una coalición. Fue una mala declaración apoyar incondicionalmente la candidatura de Guillier, fue un error porque teníamos un programa trabajado por gente muy buena. El apoyo debe ser para hacer ciertas cosas, no un apoyo sin condiciones.

No somos gobierno, seremos oposición. Y en calidad de oposición, tenemos un programa y las cosas que el gobierno quiera realizar dentro de ese marco general son bienvenidas, no tenemos por qué oponernos a ellas o ponerle piedras en el camino. El programa debe ser una base de cooperación. Si parte del programa es apoyado por el gobierno, ¡fantástico, vamos adelante!

- ¿Debe haber una cooperación con el gobierno de Piñera?

- No veo por qué hay que cerrarse a una cooperación con el gobierno de Piñera, dentro de lo que es nuestro programa.

- ¿Qué le parece que militantes de la Democracia Cristiana se integren al nuevo gobierno?

- No, no, no, esa es una cosa distinta... Participar en el gobierno de Piñera implica comprometerse con lo que el gobierno de Piñera quiere hacer y ese no es el compromiso que debe adquirir la DC.

“El 3,5% de PIB está a la vuelta de la esquina”

- ¿Qué tan robusta será la recuperación el próximo año?

- La base de comparación sin duda ayuda, pero hay indicadores muy potentes de que la economía mundial está mejorando y eso es bueno para una economía abierta como la nuestra. Ahora, en lo interno veo buenas noticias. Por ejemplo, la resolución del conflicto entre SQM y Corfo puede llevar a un mejoramiento de la producción de litio. En la agricultura se ven buenos síntomas, la minería se está recuperando de la caída del cobre, el comercio tiene muy buenas perspectivas para el 2018. El único sector deprimido aún es la construcción, pero en la medida que el resto de las actividades se recupere, también lo hará este rubro. Las perspectivas para 2018 me parecen favorables, pero mirando a largo plazo sí tenemos problemas.

- ¿Se puede crecer 3,5% en 2018?

- Sí, incluso estamos capacitados para crecer un poco más que eso. Ahora, esto no sucederá de repente, hay que hacer cosas. Hoy tenemos casi garantizado el 3% de crecimiento, de modo que el 3,5% está a la vuelta de la esquina.

Pero el problema es que las economías crecen por capital, trabajo y tecnología. El crecimiento del capital y el trabajo ha sido pobre en el último tiempo, y la tecnología ha mostrado que la productividad ha bajado en Chile. Tenemos que actuar en esos tres frentes para asegurar un mayor crecimiento.

El escenario de tasa de interés: "No veo la necesidad de un mayor estímulo por ahora"

- ¿Cómo ve el escenario para la tasa? ¿Se requiere mayor estímulo monetario?

- La tasa de interés del Banco Central es de muy corto plazo, mover la tasa un poco en cualquier dirección no hace mucha diferencia desde el punto de vista de los costos. Por supuesto que la tasa del Banco Central es una indicación y parte del costo de financiamiento de los bancos, pero es solo una parte. Entonces, a pequeños movimientos de la tasa no les doy una gran importancia. Hay circunstancias críticas en las que hay que hacer movimientos importantes, eso ha ocurrido en el pasado, pero yo no veo que en el futuro cercano se produzca un escenario como ese. No le asigno a la tasa de interés del Banco Central, en las circunstancias actuales, una importancia muy grande cuando se trata de pequeños cambios.

- ¿25 puntos en cualquier dirección no hacen una diferencia?

- No, a menos que se anuncien varios movimientos consecutivos de tasa. Pero decir que se subirá un cuarto de punto la tasa no hace mucha diferencia. Ya hay un estímulo que viene desde el exterior, el crédito está creciendo, el endeudamiento de las familias está creciendo, por lo que veo un peligro para un mayor estímulo monetario. No veo la necesidad de un mayor estímulo por ahora.

- ¿Cómo interpretó las medidas para inyectar liquidez al mercado que implementó el Banco Central a dos días de las elecciones? A algunos les generó ruido el timing del anuncio.

- Hubo un alza de tasas en las curvas en dólares que indicaba que había un problema de liquidez, las empresas estaban mandando plata para afuera y efectivamente había un problema de liquidez, se había producido una salida de capitales de cierta envergadura. Pero ya se normalizó todo. Es lo que se tenía que hacer.