Charles Wyplosz: “La desigualdad es un desafío real para Chile, toma tiempo reducirla”

Charles Wyplosz tiene a su haber varios títulos. El economista francés es doctorado de la Universidad de Harvard y hoy desempeña varios cargos, siendo los principales la docencia en el Graduate Institute en Ginebra, Suiza, y la dirección del Centro Internacional de Estudios Monetarios y Bancarios, una organización no gubernamental que busca intercambiar ideas a nivel internacional sobre las finanzas y la banca, congregando a banqueros centrales y privados.

 El experto será el orador principal del seminario que organiza el Ministerio de Hacienda y el Fondo Monetario Internacional (FMI), denominado “Mejorando el marco fiscal chileno: lecciones de la experiencia nacional e internacional”, que comenzó ayer.

Justamente uno de los focos de análisis en su ponencia, que realizará al mediodía de hoy en el Edificio Bicentenario, será la regla fiscal que se implementó en 2001, que cataloga como “una de las mejores del mundo”.

Pero no solo de política fiscal trata esta conversación, sino también de los retos para una economía pequeña como la chilena.

- ¿Cuáles son los principales desafíos que ve para la economía del país? El consenso entre las agencias clasificadoras es que nuestra economía depende mucho de materias primas como el cobre y que tenemos una mala distribución del ingreso.

- Chile es afortunado de tener amplios recursos naturales. Esta es una gran ventaja, pero con algunos inconvenientes. Principalmente significa que sus ingresos son volátiles, aunque la regla fiscal está diseñada para suavizar esta fuente de volatilidad y está funcionando razonablemente bien.

La desigualdad de ingresos es un desafío real, toma tiempo reducir la desigualdad. La solución más fácil es con un rápido crecimiento económico -el cual Chile ha disfrutado- si es acompañado con un esfuerzo concienzudo para redistribuir los ingresos. En esto deberían concentrarse las políticas públicas.

- Chile fue uno de los pioneros a nivel global en implementar una regla fiscal en 2001. ¿Cree que la hemos implementado bien? ¿Cuánto ha ayudado a que el país no caiga en recesiones?

- La regla fiscal de Chile es una de las mejores en el mundo. Ayudó en la recesión global de 2008-2009, pero solo porque la regla fue usada con mucha flexibilidad, lo que en realidad significa que fue doblada. Dado cómo está diseñada la regla, era lo mejor que se pudo haber hecho.

Personalmente, prefiero una regla menos flexible, pero que incluya la posibilidad de reaccionar en caso de necesidad. Alemania y Suiza han sido pioneros en ese tipo de reglas, las que permiten explícitamente que el Presupuesto se desvíe temporalmente desde el objetivo establecido, pero requiere que dichas desviaciones sean corregidas gradualmente. De esta manera, el Gobierno puede reaccionar en caso de necesidad, pero dentro del margen de la regla.

- ¿Reformar la regla fiscal debe ser una prioridad del Gobierno chileno este año?

- Sería una buena idea. El peligro de cualquier reforma a las reglas fiscales es hacerlas más complejas. La tendencia es intentar tomar en consideración eventos posibles que son impredecibles. Pero al final esos eventos podrían no ser lo anticipado, por lo que la complejidad añadida podría ser contraproducente. Yo prefiero una disposición simple que reconozca que habrá tiempos en el que pasarán cosas malas y que permitirán al Gobierno tomar acciones dentro de lo ordenado por la regla.

“El Brexit es principalmente un problema británico”

- ¿Cómo ve la economía internacional? ¿Será este año mejor que el 2018?

- Después de varios años de un crecimiento global razonablemente rápido, nos acercamos a la inevitable parte baja del ciclo. Mi lectura de lo que dicen quienes realizan proyecciones es que 2018 fue decepcionante por razones aún no claras. Está el factor Trump, el que inyecta mucha incertidumbre. Está el factor China, con el conflicto comercial y probablemente más, pero la información es muy poco confiable como para determinar qué sucede y por qué. Europa está con una situación política inestable. Está el factor del mercado bursátil, con acciones que a menudo están sobrevaloradas, por lo que deben bajar.

Una desaceleración ciertamente se aproxima, pero podría ser tanto en 2020 como en 2019. Pero más importante es que podría ser un crecimiento más lento o una recesión.

- ¿El Brexit es su mayor preocupación en Europa en estos momentos?

- El Brexit es principalmente un problema británico. Un Brexit sin acuerdo podría dañar negativamente al Reino Unido, con una impacto más pequeño en la Unión Europea. La cancelación del Brexit, lo que no es imposible del todo, sería un impulso bienvenido.

La Unión Europea está sufriendo por la ola de populismo, lo que genera desacuerdos. Pero los países de manera individual están haciéndolo razonablemente bien, por lo que me declaro más bien optimista.