Macro

Daza defiende a Camus: “Sus declaraciones fueron prudentes, acertadas y necesarias”

El economista sostiene que advertir sobre riesgos es una “práctica habitual y sana en todos los mercados desarrollados.

Por: Rossana Lucero | Publicado: Lunes 23 de octubre de 2017 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

No es un misterio la crítica visión del economista José Luis Daza sobre la administración Bachelet. Desde antes que asumiera la hoy Presidenta, aludía al riesgo de un efecto nocivo de su agenda en el curso económico de Chile. En ese entonces, advertía un quiebre en la forma de hacer política de la candidata, pues le cuestionaba adoptar formas y lenguajes que veía más propias de la izquierda latinoamericana, incluido un desprecio por los acuerdos que caracterizaron la historia nacional en las últimas tres décadas.

De ahí que de cara a la próxima elección presidencial y parlamentaria, el también director de QFR Capital Management –vehículo de inversión que lanzó en 2005- enfatiza desde Nueva York que el nuevo gobierno tendrá el desafío de restaurar el diálogo y la capacidad de construir consensos.

Un reto nada menor, sobre todo cuando la campaña electoral ha generado más de una polémica. Y, en una de las más recientes, como la que provocó el presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago, Juan Andrés Camus, al advertir un "colapso" bursátil de no ganar el candidato Sebastián Piñera, quien fuera jefe de Research Global de JP Morgan no duda en defender al ejecutivo. Y para ello, no escatima en argumentos.

- En agosto usted estuvo en Chile. Entre ese entonces y ahora, ¿se ve muy polarizado desde Estados Unidos el debate electoral?

- El gobierno de Bachelet introdujo una nueva forma de gobernar que abandonó la búsqueda de consensos que caracterizó a los gobernantes de Chile en los últimos 30 años. Se despreció al centro político del país y se dio preferencia a las prioridades de las voces más extremas. Hubo una actitud despectiva hacia la Concertación que gobernó sobre la base de acuerdos. Esta polarización es la consecuencia natural de esa campaña y de su forma de gobernar. Cuando se descalifica a un sector de la sociedad se genera casi automáticamente una relación de adversarios, que hace muy difícil construir consensos y generar acuerdos. Esa capacidad de construir consensos era un capital social muy valioso para Chile.

El próximo gobierno va a tener el desafío de restaurar el diálogo, el respeto, y esa capacidad de construir consensos.

Más allá de que todo se puede hacer mejor, eso fue crucial para el desarrollo que tuvo Chile por varias décadas, que no olvidemos que fue uno de los más notables en el mundo.

- Durante la campaña anterior usted ya advirtió que veía un quiebre en la forma de hacer política de Bachelet y que ella estaba adoptando formas y lenguaje más comunes a la izquierda de Argentina, Brasil y Venezuela. ¿Se siente reivindicado?

- El neurocientista americano que visitó Chile a comienzos de año, Jonathan Haidt, tiene un interesante análisis sobre cómo la izquierda y la derecha se sienten superiores moralmente a sus contrincantes políticos. Ambas presumen superioridad moral, pero de diferente manera y en diferentes esferas. La campaña de Bachelet era un estereotipo de la presunción de superioridad moral muy común en la izquierda del continente. La Presidenta adoptó un discurso y formas más cercanas a Dilma Rousseff en Brasil o Cristina Kirchner en Argentina, que lo que había sido la norma desde el retorno a la democracia. Y gobernó de esa manera.

La polémica por la bolsa

- ¿Hay algo en particular que le haya sorprendido en estas elecciones?

- Siempre hay cosas puntuales, pero en esta elección salió a la luz que a pesar de los grandes avances económicos, a pesar de tener el sistema financiero más desarrollado del continente, somos bastante subdesarrollados y provincianos en nuestro conocimiento de finanzas; hay poca sofisticación en análisis financiero en la discusión pública.


- ¿A qué se refiere?

- A la reacción a las declaraciones del presidente de la Bolsa, Juan Andrés Camus, sobre un eventual escenario en que pierda Piñera. Pienso que sus declaraciones fueron prudentes, acertadas y necesarias. Yo dije algo similar en un seminario de Moneda en agosto en Santiago, por lo que obviamente estoy de acuerdo con él. Advertir sobre riesgos es una práctica habitual y sana en todos los mercados desarrollados. Hay una multitud de estudios demostrando que la población, en general, subestima en forma significativa los riesgos de mercados de acciones. Esta semana el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, advirtió que si no aprueba legislativamente el recorte de impuestos, la bolsa caerá. La mayor parte de la gente lo entendió como algo obvio, razonable, dado que los impuestos corporativos afectan las valuaciones. El año pasado el Fondo Monetario advirtió sobre un posible crash de la bolsa y del valor de propiedades inglesas si ganaba Brexit. Finalmente, la caída no se dio, pero igual la advertencia fue importante porque el riesgo existía. Los comentaristas chilenos parecen no entender la diferencia entre pronosticar algo -afirmar que algo va a suceder - e identificar un riesgo, que es lo que hizo el Presidente de la Bolsa.

La semana pasada el ente regulador de mercados financieros de Europa advirtió sobre el riesgo de un posible colapso de las bolsas de Europa por la incertidumbre que generan eventos políticos que se avecinan, aparentemente apuntando a la elección en Italia de año que viene y el ruido en torno a Cataluña.

Alan Greenspan, uno de los banqueros centrales más célebres y poderosos en la historia de Estados Unidos, habló sobre la famosa posible exuberancia irracional frente a una sostenida alza en la bolsa.


El argumento de Daza va más allá y señala que en el año en que premian con el Nobel de Economía a Richard Thaler -quien trabajó en la identificación de los sesgos sistemáticos que genera el cerebro-, es importante destacar dos sesgos muy bien documentados. El primero, señala, "es que damos excesiva importancia a los datos más recientes. Cuando la bolsa sube por periodos prolongados, la gente subestima la posibilidad de caídas grandes, porque pensamos que el mundo seguirá en línea con lo que hemos visto recientemente. Damos mucho más peso a los retornos recientes. Por ejemplo, en los años inmediatamente posteriores a la crisis de 2008, los mercados financieros atribuían una probabilidad muy alta de otra crisis similar o aún mayor".

El segundo sesgo, continúa con su explicación el experto, "surge porque tendemos a usar algo parecido a una distribución normal para los retornos esperados, en circunstancias en que las probabilidades de pérdidas extremas son sustancialmente mayores a las que esta indicaría. Es decir, usamos los datos equivocados y la distribución de posibles resultados equivocada, ambos errores apuntando en la dirección de mayores pérdidas que las esperadas, si nuestras predicciones resultan equivocadas".

- ¿Y cómo afectan estos sesgos a la bolsa?

- Contribuyen a un comportamiento no lineal, es decir, shocks relativamente menores pueden generar efectos cascada y terminan con fuertes caídas. Esos shocks pueden ser sorpresas en eventos determinados como una elección o, simplemente, riesgos que no sabíamos existían. Esta semana se cumplieron 30 años del crash del 87 cuando la bolsa americana cayó 22,6% en un día. Es interesante pero mientras más advertimos sobre esos riesgos y se incorporan en valuaciones, menores son las probabilidades de que la cola más extrema de la distribución se materialice.

- Camus fue transversalmente criticado tras sus declaraciones...

- No sé cuáles son las limitaciones institucionales para una declaración del presidente de la Bolsa en Chile, pero no debe autocensurarse cuando ve riesgos importantes. Y si alguien tiene diferencias con él, pregúntenle por sus razones, pregúntenle por el tipo de distribución que asume, qué tipo de prima de riesgo, qué valuaciones. No vi ningún comentarista preguntando sobre sustancia. Es más, en muchos mercados es una obligación legal de las empresas cuando emiten deuda o acciones que sean explícitas sobre los riesgos de pérdidas para los inversores. La idea de que la gente asociada a mercados solamente puede decir cosas positivas sobre la bolsa o quedarse callada, es una pésima idea.

- ¿No es campaña del terror?


- Es una práctica habitual, pero intelectualmente pobre, presumir intenciones en un argumento y no debatir ideas. La izquierda chilena ha probado recurrir permanentemente a esa práctica cuando no tiene ideas para contrarrestar. Lo notable es que la centroderecha se deja amedrentar por un mediocre recurso argumentativo.

Hace cuatro años, en su diario, dije que el programa de Bachelet resultaría en menor inversión, menor crecimiento en salarios, peores empleos, después hablé sobre un aumento del endeudamiento y una eventual baja de la nota al país. En ese momento, igual a como han reaccionado con las declaraciones del presidente de la Bolsa, acusaron de campaña del terror a todos quienes plantearon una visión similar.

Si la mayor parte de los inversionistas cree que ganara Piñera, piensan que Piñera es mejor que sus oponentes para la bolsa, y compraron acciones bajo el supuesto de que ganaría Piñera, los riesgos de una corrección son claros si no gana.

Por diferencias ideológicas, de preparación y por la dirección en que Bachelet encaminó al país, enfrentamos el escenario más binario desde el retorno a la democracia. Las chances de aumentar el crecimiento potencial de Chile y de mejorar el ambiente de negocios serían sustancialmente más altas bajo un gobierno de Piñera; ambos factores cruciales para las valuaciones de las acciones.

Creo que el señor Guillier y la señora Sánchez tienen una actitud hostil al sector privado y no han demostrado conocimientos básicos sobre el funcionamiento de una economía moderna compleja, azotada por shocks tecnológicos y de otra naturaleza.

De manera increíble, dado lo que ha ocurrido en todo el planeta y en Chile en los últimos 30 años, la señora Sánchez quiere cambiar todo el sistema económico y, entre otras cosas, nacionalizar las AFP, invertir ese dinero en empresas con bajas utilidades, subir variados impuestos y otra serie de medidas que harían sentir orgulloso a Chávez si estuviera vivo.

El señor Guillier ha dicho ser el continuador de las reformas de Bachelet, ha atacado la inversión extranjera (las multinacionales son explotadoras) y sinceramente no parece tener la más mínima idea de la estructura de la economía chilena. Ha dicho que piensa que el cobre genera el 50% del PIB en circunstancias que es de aproximadamente 10% del PIB. Diseñar un programa para una economía que no existe, no parece augurar muy buenos resultados.

El gobierno está siendo altamente irresponsable al darle a la población un falso sentido de seguridad con respecto a la bolsa.

- ¿Y si gana Piñera, qué pasará con la bolsa?

- No lo sé, puede subir, bajar o quedarse igual. Depende de qué tan incorporado en los precios está su triunfo. Probablemente, también dependerá de los resultados de las elecciones parlamentarias.

¿Carrera presidencial corrida? "Para nada"

- A casi un mes de las elecciones, la contienda parece centrada entre el legado de la presidenta Bachelet y las promesas de revisarlo todo de parte de Piñera. ¿Es un cuadro saludable?

- Lo más saludable es buscar consensos políticos en torno a medidas técnicamente ambiciosas y competentes que sean duraderas en el tiempo. Incluso, en Estados Unidos vemos lo frágil que son políticas que solamente tienen apoyo de un sector del espectro político. El presidente Obama implementó su programa de salud, el cual impactó a un séptimo de la economía americana, sin atraer ni siquiera un voto de los republicanos. Fue aprobado por una mayoría temporal. Cuando cambió la mayoría en el Congreso, los republicanos iniciaron de inmediato el proceso para desarmar Obamacare.

- ¿Cree que es una carrera corrida para Piñera?

- Para nada. La evidencia reciente en Europa, Estados Unidos y Argentina indica que los resultados electorales son hoy inestables y difíciles de predecir, y en gran parte determinados por quiénes van a votar. Si bien Piñera está adelante en las encuestas, no sé cómo se comportará el electorado chileno a la hora de ir a votar.

- Usted ha planteado que esta elección es la más importante de los últimos 30 años y que el principal riesgo es un "mal resultado". ¿El buen resultado es solo Piñera?

- Dado los contendores actuales, sí. De los candidatos con chances serias de ser electos, Piñera es el único que puede aumentar la tasa de crecimiento sostenida del país. No es seguro que lo pueda hacer, pero es el único que lo intentará. Es el único que tiene conocimientos, equipo e intención para comenzar a reparar el daño causado por las reformas y la actitud divisiva del gobierno de Bachelet. Pero esto solo importa si logra hacer cambios duraderos en el tiempo. Además de cambios en políticas específicas, sería sano para la sociedad retomar una forma de hacer política, respetando y valorando el conocimiento especializado y buscando consensos.

- ¿Cree que el Piñera actual es el mismo de 2010? O lo ve derechizado?

- Es una persona de centro en materia económica y conservador en materias valóricas. Lo que anunció la semana pasada en materia de impuestos a empresas no es particularmente ambicioso ni audaz. En Estados Unidos sería un demócrata con una saludable propensión a gastar y a tener impuestos moderadamente altos para no tener desequilibrios. No representa a la derecha clásica pero tampoco es liberal. Lo que pasó es que Chile se movió hacia la izquierda. No veo que haya cambiado en sus ideas, aunque es posible que sí en sus prioridades.

Parece estar más enfocado en el largo plazo que la primera vez. Habla de un proyecto a ocho años. Eso incluye poder proyectarse políticamente en un sucesor de su sector político. Hay otra realidad importante y es que la situación que recibiría ahora es significativamente peor de la que recibió en 2010.


La receta para un eventual segundo gobierno de Piñera

- ¿Qué foco debe tener un eventual gobierno del expresidente?

- Hay cinco principios que humildemente recomendaría guiaran las miles de decisiones tomadas día a día.

Primero, enfocarse en incentivos. Prácticamente todas las políticas públicas llevan consigo transferencias de recursos (transversales o intertemporales) y generan incentivos. Los grandes líderes y buenos economistas se enfocan principalmente en incentivos para obtener resultados. Segundo, enfocarse en eficiencia: ¿cómo obtener el mismo objetivo utilizando menos recursos? Tercero, dar flexibilidad a las instituciones, organismos y programas, para poder adaptarse a los permanentes e inciertos cambios tecnológicos que impactan todas las áreas de la sociedad. Cuarto, enfocar transferencias en los más pobres o en aquellas cosas que no puede hacer el sector privado.

Finalmente, buscar obsesivamente facilitar y aumentar la competencia. Antes que aumentar el peso regulatorio, facilitar al máximo la entrada de nuevos competidores para amenazar a empresas establecidas. Hacerle la vida muy difícil a los incumbentes, no con regulaciones, sino que con la llegada de nuevos competidores.


"El Central está en una encrucijada"

- ¿Ve margen para que el Banco Central vuelva a bajar la tasa de interés?

- El Central está en una encrucijada: la economía parece estar acelerándose, el sector externo está apoyando la reactivación, las expectativas de que Piñera gane están bajando la incertidumbre, lo que probablemente activará inversiones que estaban postergadas, la expansión fiscal es importante. Todo esto apunta a que no deben hacer mucho.

Por otra parte, la inflación está muy por debajo del rango inferior de la meta. Si tenemos otro número negativo, es posible que se vean obligados a bajar tasas como una forma de comprar algún seguro contra una inflación excesivamente baja y apoyar la reactivación, aunque tengan que revertirla en algún momento el año que viene. Marcel y el Banco Central son muy buenos profesionales.


"Estoy en desacuerdo con la visión de Eyzaguirre de que tuvimos mala pata con el cobre"

- ¿Cuánta urgencia hay de revisar alguna reforma?

- La reforma laboral es enormemente dañina. Todavía no hay conciencia de lo extrema que es la regulación. Pero me parece importante priorizar el hacer las cosas bien, más que con urgencia. Tomarse el tiempo para proponer medidas técnicamente competentes que generen acuerdos en el centro y duraderas en el tiempo. Si tuviera que nombrar una prioridad con urgencia, es restaurar la atención y energía del Estado en reducir la pobreza, algo que Bachelet abandonó.

- ¿No ve nada positivo al gobierno de Bachelet?

- En su conjunto, creo que Bachelet hizo un gran daño a las perspectivas de desarrollo de nuestra sociedad e instaló una forma muy conflictiva de hacer política. Pero siempre hay puntos rescatables.

En materia económica, haber mantenido total distancia del Banco Central, respetando su autonomía fue positivo y diferente a lo visto en otros países latinoamericanos gobernados por la izquierda.

Mario Marcel fue un excelente nombramiento para presidir el Banco Central, una función clave para el país. Es un técnico de primer nivel, serio, estudioso, meticuloso, con el temperamento y conocimiento ideales para ser presidente del Banco Central. Da mucha confianza.

En su momento haber reaccionado nombrando a Rodrigo Valdés en Hacienda nos evitó un deterioro fiscal mucho más importante. También creo que dio un paso muy importante en traer al país al siglo XXI en materias valóricas, como el aborto en tres causales.

- ¿Cómo ha visto la gestión del ministro Nicolás Eyzaguirre? Su llegada ha coincidido con mejores cifras económicas...

- Las cartas ya estaban jugadas cuando asumió como ministro de Hacienda. A diferencia de su primera gestión en el cargo, en esta oportunidad no tiene tiempo para dejar un legado mayor. Pero me gustaría decir que estoy en desacuerdo con su visión de que tuvimos mala pata con el cobre. Es justamente al revés, tuvimos buena suerte. Miren cómo en Brasil, Argentina y Venezuela booms de commodities permitieron esconder todo tipo de desastres fiscales y aumentaron el gasto permanente en forma no sostenible por el resto de la economía.

Warren Buffet tiene un dicho que solamente cuando baja la marea sabemos quién está nadando sin traje de baño. Lo voy a copiar y decir que la marea bajó en América Latina y lo que vimos en Argentina, Brasil y Venezuela no era muy agradable. Por lo visto en este gobierno, me parece que con un cobre más alto el deterioro fiscal permanente habría sido más alto todavía.


Fed: "Alza de tasas serán pausadas y tratando de no crear a problemas en mercados"

- ¿Cómo ve la economía internacional? La economía mundial está creciendo en forma sincronizada. Por primera vez desde la crisis financiera, todas las regiones del mundo lo están haciendo (...) Pero el crecimiento mundial es relativamente mediocre, alrededor de 3,6%, que se compara con crecimiento por sobre 5,5 % antes de la crisis.

- ¿Cuáles son los mayores riesgos de cara a 2018? Si bien el crecimiento es menor que antes de la crisis de 2007, la economía mundial presenta mucho menos desbalances. (...) Pero sí existen riesgos idiosincráticos en muchos países, principalmente potenciales sorpresas electorales.

- ¿Cómo ve a la Fed? A diferencia de mucha gente, no creo que las tasas de interés mundiales estén bajas por los bancos centrales. Al revés, como la tasa de interés real de equilibrio en el mundo cayó, los bancos centrales se vieron forzados a bajar tasas y a comprar bonos de gobierno. La Fed hará un esfuerzo por seguir subiendo las tasas y simultáneamente reducir el tamaño de su portfolio de activos. Las alzas serán anunciadas, pausadas y tratando de no crear a problemas en mercados financiero.

Lo más leído