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Desormeaux pide mantener la prudencia en el manejo fiscal: “Esta puede no ser la última crisis”

Exvicepresidente del Banco Central valora las medidas que ha tomado el Gobierno para atenuar el impacto del coronavirus, pero estima que el país debe retomar “lo antes posible” la senda de consolidación presupuestaria.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Lunes 4 de mayo de 2020 a las 04:00 hrs.
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Foto: José Montenegro
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El economista Jorge Desormeaux se muestra tranquilo. Luego de varias semanas de cuarentena obligatoria, el exvicepresidente del Banco Central ha podido retomar su rutina habitual, dividiendo su tiempo entre el trabajo desde su hogar y desde su oficina.

De hecho, el martes asistió, en su calidad de presidente del Consejo Fiscal Autónomo (CFA), a una sesión de la comisión mixta de Presupuestos en el Senado, en Valparaíso. Con mascarilla y toda la prevención sugerida.

“Hemos respetado las recomendaciones y las reglas que ha impuesto la autoridad sanitaria. Eso ha significado que hemos dejado de lado las reuniones presenciales y rápidamente hemos pasado a hacerlas a través de videoconferencias. Por la naturaleza de nuestro trabajo, nos hemos adecuado bastante bien”, señala el economista de la UC y con posgrado en el MIT.

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Desormeaux valora las medidas de apoyo fiscal que ha tomado hasta la fecha el Gobierno. Eso sí, advierte que el espacio de gasto es cada vez menor y que, una vez superada la emergencia sanitaria, el Fisco debe retomar una senda de reducción sustancial del déficit estructural.

- ¿Teme que el deterioro fiscal, que en principio es transitorio, se vuelva permanente?

- El Fisco chileno ha recurrido a endeudamiento, uso de activos del Tesoro Público y reasignaciones para enfrentar primero la crisis social y después la crisis del Covid-19. Pero este esfuerzo ha dado lugar a un aumento de nueve puntos porcentuales en la proyección de razón deuda a PIB hacia 2024, que llegaría al 38,3% del PIB ese año, número que todavía puede aumentar. Ello amenaza una fuente de fortaleza de la economía chilena: la fiscal. Preservarla esa fortaleza es nuestra preocupación.

La economía chilena se ha distinguido del resto de las economías latinoamericanas por su seriedad, por su preocupación por la estabilidad macroeconómica, con un Banco Central independiente, con libre flotación cambiaria y con finanzas públicas extraordinariamente fuertes.

Y, además, gracias a los ahorros generados en épocas de abundancia, hemos podido enfrentar crisis severas y atenuar sus consecuencias. Así, hoy el Estado está apoyando a las familias más vulnerables, protegiendo sus empleos y sus ingresos, así como apoyando con liquidez y garantías a las empresas y sus fuentes de trabajo.

Además, no hay que perder de vista que el país tiene que estar preparado para enfrentar nuevas crisis y, en la medida en que el espacio fiscal que Chile tiene se vaya erosionando, el país puede entrar a otra realidad distinta a la vivida en los últimos 30 años.

Esta tensión fiscal se puede superar, sin embargo para ello el país debe mantener su compromiso con una senda de convergencia de las metas de balance estructural en los próximos años, una vez superadas las crisis. También es necesario asegurarse de que las medidas transitorias sean efectivamente revertidas una vez superada la emergencia de manera que en un plazo lo más breve posible, nuestro balance estructural retorne a una situación de equilibrio.

-¿Está en entredicho la reputación de finanzas públicas ordenadas que tiene Chile?

- No tenemos ninguna crítica a las medidas que se han tomado. Las medidas son necesarias y sin ellas la crisis sería muchísimo más grave. Son muy importantes y la verdad es que los recursos acumulados son para enfrentar situaciones como la que estamos viviendo.

El mensaje que queremos entregar es que así como hoy estamos apoyando con gran energía a las familias y empresas afectadas por la crisis, posteriormente vamos a tener que dedicar la misma energía para asegurar la convergencia de las cuentas fiscales, de manera que no perdamos ese tremendo activo que el país acumuló durante los últimos 30 años.

- ¿Ve conciencia de esta situación en los actores políticos? Hay muchas demandas adicionales de gasto.

- La preocupación principal que mostraron los parlamentarios era tener alguna noción del espacio fiscal remanente que tiene el país. Nuestra respuesta fue que siempre hay un espacio fiscal restante, pero es un espacio que se ha reducido.

Esa es la nueva realidad del mundo y, por eso, Chile y el resto de los países no pueden tirar la casa por la ventana, tienen que ser siempre muy cuidadosos, atendiendo las necesidades más urgentes, tratando de ayudar sobre todo a los más vulnerables a superar este período, pero siempre teniendo en mente que esta puede no ser la última crisis.

Además, habrá que reconstruir los ahorros fiscales que nuestro país usó en estas dos crisis. Para eso, la primera tarea es que el balance estructural vuelva a un equilibrio en un plazo prudente.

- ¿Qué es “prudente”? ¿Partir en 2021 con un ajuste en el gasto?

- La prudencia va a depender de hasta dónde llegue el deterioro del balance estructural. El Gobierno tiene previsto hacer un ajuste del balance estructural desde un 3,5% del PIB este año a un 2,5% del PIB el próximo año. Habrá que ver si el país puede tolerar eso y si de aquí a fines de año no se deteriora adicionalmente el balance estructural.

Además, vamos a tener nuevas mediciones del PIB tendencial y del precio de referencia del cobre, eso puede traer también algunos ajustes en el balance estructural. La convergencia va a ser la que el país pueda tolerar y, en la medida que el país comience a crecer tempranamente, ojalá a partir del segundo semestre, eso facilitaría mucho las cosas.

- Hay un alto nivel de incertidumbre sobre cuánto durará la pandemia.

- Hay muchos elementos que hoy son inciertos. No sabemos bien cuánto durará la pandemia, tenemos otras dudas respecto de la magnitud del daño que esto va a producir en la oferta productiva y en los patrones de gasto de los hogares, cuán afectadas quedarán las empresas y las confianzas. Hay una cantidad de imponderables muy grande.

-¿Hay que ponderar también la posibilidad de un rebrote de la violencia una vez que pase la pandemia?

- Sin duda. Yo creo que el país está un poco mejor preparado para esto, hay más conciencia en la ciudadanía de que esto tiene un efecto dañino para el país y que nos termina afectando a todos. Tengo menos temor a eso hoy.

La discusión constitucional es otra incertidumbre importante que puede postergar decisiones de inversión de las empresas y es algo que naturalmente nos preocupa y que debiera preocupar al país. Es importante cerrar esas brechas de incertidumbre para que el país, como un todo, pueda recuperar su normalidad.

- ¿Es sostenible el actual deterioro fiscal?

- Mi percepción y, en esto creo interpretar al Consejo Fiscal Autónomo, es que la situación del país es manejable, claramente va a aumentar de manera importante su relación de deuda a PIB, pero si se recupera la normalidad en su funcionamiento, creo que va a ser capaz de salir airoso de esta situación y va a poder volver a tener expectativas de un crecimiento más acelerado en el futuro.

Creo que lo que están mirando hoy las agencias clasificadoras de riesgo es qué tanta convicción tiene Chile de que tiene que volver a una senda de convergencia en materia fiscal, con cuánta energía va a acometer esto el país. Las agencias está esperando esa señal. Si el país lo hace con la misma energía con que ha tomado las medidas para proteger a los más vulnerables y las empresas con problemas de liquidez, la verdad es que pronto vamos a recuperar la confianza, la cual no hemos perdido, pero sí podemos recuperar los niveles de spread que teníamos antes de estas dos crisis.

"No me parece que sea el momento para pensar en reformas tributarias"

- ¿Ve con buenos ojos que se hable de una nueva reforma tributaria para financiar las necesidades crecientes de gasto?
- Mi opinión personal es que estamos recién cruzando el río en este momento. Ponerse a pensar qué es lo que vamos a hacer en el otro lado del río es un poco prematuro.
Creo que en materia tributaria se pueden hacer perfeccionamientos, se pueden también procurar aumentos de la carga en el tiempo, pero hoy estamos tratando de hacer algo bien distinto, estamos tratando de bajarle la mochila a las empresas para que crucen el río. Claramente, no me parece que sea el momento para estar pensando en aumentos de impuestos o en reformas tributarias.
Mientras mayor predictibilidad haya respecto de la carga tributaria y la estructura de los impuestos, tanto mejor. No es prudente hoy abrir nuevos frentes de incertidumbre.
- ¿Cómo ha visto las reacciones de las autoridades de salud ante la crisis sanitaria?
- Yo estoy satisfecho de la forma en que se ha manejado la crisis, ha sido un manejo inteligente y efectivo en el aspecto sanitario.
La idea de tener restricciones que sean dinámicas en el tiempo me parece correcta, porque no solo se trata de proteger la salud de los chilenos, sino que también los chilenos podamos volver a la normalidad en el plazo más breve.
- ¿Y la reacción del Banco Central? Aplicó recortes históricas de la tasa e implementó política monetaria no convencional.
- Tengo una alta opinión de lo que ha hecho el Banco Central. Realmente, no hay ningún banco central de la región que pueda hacer lo que ha hecho el Banco Central de Chile, básicamente porque tenemos un marco de política muy potente, un mercado financiero muy profundo, con lo cual la acción del Banco Central tiene mucho más efectividad. Tengo la impresión de que el manejo de la liquidez que han hecho, y de la política monetaria en general, ha sido realmente óptimo.

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