Deuda pública salta en junio y ya supera todo el Presupuesto previsto para 2020

Cinco días han pasado desde que el gobierno presentó el Presupuesto del sector público más austero en más de una década. Al menos, en lo que se refiere al gasto total del aparato estatal, con un 3% de expansión para 2020.

El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, junto con el director de Presupuestos, Rodrigo Cerda, señalaron el viernes en conferencia de prensa de que el erario conjuga la “audacia” para impulsar la reactivación a través de la inversión pública, con la austeridad y un menor avance del gasto corriente, ratificando que el erario del próximo año mantendrá las políticas de ajuste y racionalización del gasto estatal que se implementaron este año.

Y uno de los principales factores para insistir en dichas políticas es el explosivo aumento que ha registrado la deuda pública en la última década. Deterioro de las cuentas fiscales -entre otros factores- que en 2017 y 2018 implicó rebajas en la clasificación de riesgo del país. Y a pesar de los esfuerzos del Ejecutivo por contener la deuda, ésta se niega a decrecer.

Así lo revela un informe de la Dirección de Presupuestos (Dipres), que da cuenta de que la deuda pública bruta saltó en junio a 26,8% del Producto Interno Bruto (PIB), un avance de 1,1 puntos en relación al cierre del primer trimestre.

Como proporción de la economía, el indicador alcanzó su nivel más alto desde 1993, cuando se situaba en 28,3% del Producto.

La deuda bruta considera sólo las acreencias del Gobierno Central, excluyendo a las empresas públicas y las universidades estatales. Asimismo, no considera los activos del Tesoro Público, como los fondos soberanos y reservas en pesos y en moneda extranjera.

La deuda bruta del Gobierno Central no considera los activos del Tesoro Público, como los fondos soberanos y reservas en pesos y moneda extranjera.

En términos de stock, el endeudamiento bruto del Fisco se situó en más de US$ 77.000 millones al cierre del primer semestre, US$ 4.000 millones de incremento en relación a marzo pasado.

En una serie histórica, dicho monto es el máximo desde al menos 1990. En apenas cinco años, el stock de deuda bruta del Gobierno Central más que se duplicó, desde US$ 36.586 millones en diciembre de 2014.

La deuda en el mercado local totalizó US$ 62.122 millones a junio, US$ 2.600 millones sobre el cierre a marzo. La externa aumentó US$ 600 millones a casi US$ 15.000 millones.

Más que el tamaño del Estado

Al comparar el total de las acreencias brutas del sector público con el tamaño del Presupuesto para el próximo año, se consolida la tendencia ya registrada en marzo pasado: la deuda es mayor al gasto total autorizado por el Congreso.

Para este año, por ejemplo, el Presupuesto disponible ascendía a algo más de US$ 72.000 millones, mientras que a marzo el endeudamiento bruto totalizó US$ 73.000 millones.

En tanto que para el próximo año, los desembolsos presentados por Hacienda y Dipres al Congreso totalizan US$ 74.169 millones, versus US$ 77.099 millones de deuda bruta.

Las metas del gobierno

Tanto en Hacienda como en Dipres hay conciencia del desafío que implica el control del crecimiento de la deuda estatal. Larraín ha señalado en reiteradas ocasiones que buscarán frenar el avance del endeudamiento, el que si bien es bajo aún en relación a otros países con similar clasificación a la de Chile, es la tendencia lo que en Teatinos 120 consideran como “insostenible”.

En la última actualización del escenario fiscal, realizado en julio ante la comisión mixta de Presupuestos, la cartera proyectó que para este año la deuda bruta se ubicará en 26,8% del Producto. O sea, a junio ya se alcanzó la meta para el año completo.

Para 2020, la proporción se ubicaría en 27,4% del tamaño de la economía, para luego comenzar una tenue trayectoria a la baja a partir de 2022, cuando se ubique en 27,2% del Producto y cierre en 26,6% el año 2023, el último ejercicio en el horizonte de proyección.

Consejo Fiscal analiza el viernes polémica por proyecto impositivo

La inclusión de casi US$ 400 millones en ingresos de la reforma tributaria en el Presupuesto 2020 encendió el debate en el Congreso. Los senadores de oposición de la comisión de Hacienda del Senado criticaron la determinación del ministro del ramo, Felipe Larraín, de incluir dichos recursos, ya que -dicen- aún no hay claridad de que el proyecto sea aprobado antes del despacho del Presupuesto, cuyo plazo fatal es el 30 de noviembre.
Es tal la molestia de los legisladores, que el presidente de la comisión mixta de Presupuestos, Ricardo Lagos Weber, solicitó un pronunciamiento al Consejo Fiscal Autónomo (CFA) para que zanje si es correcto contabilizar dichos fondos en el erario, considerando que es un proyecto de ley aún en trámite.
Conocedores señalan que el consejo analizará la solicitud del Congreso este viernes y que en la misma jornada podrían remitir una respuesta.
Ayer, el CFA se reunió para analizar el cálculo del ajuste cíclico de los ingresos efectivos que realizó la Dirección de Presupuestos (Dipres) para 2019 y 2020, según la metodología del balance estructural. Así, la instancia determinó la "correcta aplicación" de dicha metodología.