Diciembre sigue siendo el mes que concentra la mayor ejecución del gasto público

Hay cierta percepción instalada a nivel cultural de que los chilenos tendemos a dejar todo para última hora. Y al menos en lo que se refiere a la gestión presupuestaria del aparato público, esa premisa se estaría cumpliendo.

Así lo muestra un informe elaborado por el Observatorio del Gasto Fiscal, que define como la "fiebre de diciembre" la tendencia a concentrar la mayor proporción del gasto anual en el último mes del año, dinámica que volvió a repetirse en el 2020.

Así, en diciembre del año pasado se gastó el equivalente al 11,5% del Presupuesto, siendo el mes de mayor incidencia, superando a agosto (10,6% del total) y septiembre (9,6%). En el otro extremo se ubican enero y febrero, meses en los que se desembolsó el equivalente a apenas el 6,3% y 6,5% de los recursos disponibles, respectivamente. De hecho, en el último mes del año se gasta un 35% más que el promedio de los meses precedentes (8,5% entre enero y noviembre).

Pese a que en 2020 se consolidó la tendencia, la proporción de recursos que se gastan en el último mes del año alcanzó su mínimo desde al menos 2010. De hecho, la dinámica ha sido decreciente -con altos y bajos- desde el peak registrado en diciembre del 2011, período en que se ejecutó en un solo mes el 16% del erario.

En el desglose, la adquisición de activos (equipos, maquinaria y automóviles, entre otros) se lleva la principal incidencia en el gasto de diciembre, mes en que se compra el 46% de lo disponible para el ejercicio. Luego vienen las inversiones (20,4% del total anual en el mes), la compra de bienes y servicios de consumo (17,9%), transferencias de capital (13,7%) y otros gastos (13,1%).

Por partida, el Servicio Electoral (34,7%), Cancillería (22,7%), Deporte (18,2%), Transportes (17,9%) y Bienes Nacionales (17,2%) son las que mayor gasto realizan en el último mes del año, mientras que en términos absolutos lidera la cartera de Salud con $ 1.657.515 millones (un 14,1% de su erario anual).

Espacios para mejoras

La directora ejecutiva, Paula Díaz, y el investigador de la entidad, José Mora, plantean la necesidad de avanzar en tres áreas donde reducir los riesgos asociados a la concentración de las compras en el último mes del ejercicio.

La primera son las compras de elementos que no sean "realmente necesarios" para las instituciones, resultando en compras "ineficientes e inefectivas" para los objetivos de las instituciones, "pero que se adquieren incentivadas por el potencial reducción presupuestaria para el siguiente período fiscal, por la subejecución de recursos en el año en análisis".

Un segundo ítem son los potenciales errores e ineficiencias en el proceso de adjudicación para la inversión en obras, "debido a la premura por ejecutar gasto en el respectivo año fiscal".

Mientras que un tercer foco son los problemas en términos de ajuste a las normas procedimentales establecidas en la ley para las adquisiciones públicas, "debido a la presión que ejerce la premura con que estas se efectúan en el último mes del año".

Díaz señala que una manera de "aplanar" el gasto durante el año pasa por "mejorar los procesos internos de planificación y monitoreo en la ejecución de los recursos por parte de las instituciones públicas, involucrando a las autoridades y altos directivos en dicho proceso, y de manera complementaria, introduciendo mecanismos y un cambio cultural de incentivo al ahorro de recursos, que no castigue la subejecución presupuestaria informada de manera oportuna, que reduzca el costo de uso alternativo de los recursos, para una nueva asignación".

Mientras que para Mora explica que hoy el DL 1.263 de 1975 del Ministerio de Hacienda permite a los servicios públicos traspasar recursos de inversión de un periodo al siguiente. "En este contexto, creo que esta posibilidad debe ser fomentada desde el Ministerio de Hacienda, en los casos que lo ameriten. Junto con ello, impulsar al interior de las instituciones públicas una nueva relación con la Dipres, en que se transparente e incentive esta práctica, excluyendo el temor de una potencial menor asignación de recursos", agrega.