Macro

Economía chilena ratifica su debilidad: descontadas las crisis, en 2016 creció a su menor ritmo en 20 años

La demanda interna se desaceleró producto de una nueva caída de la inversión, que retrocedió por tercer año consecutivo.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Martes 21 de marzo de 2017 a las 04:00 hrs.
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La recuperación se mantiene esquiva para la economía chilena, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que se afianza bajo el 2%.

Así lo ratificó el informe de Cuentas Nacionales del cuarto trimestre de 2016 publicado ayer por el Banco Central, el cual reflejó que la actividad creció apenas 1,6% el año pasado, el peor resultado en los últimos 20 años descontando las recesiones internacionales y el tercero más bajo al incluir las recesiones en medio de la crisis asiatica en 1999 y la crisis subprime en 2009 (ver gráfico).

El sector de servicios personales destacó como el de mayor crecimiento e incidencia y, en menor medida, el comercio. El resto de los rubros -minería, sectores empresariales, manufactura y pesca- registraron caídas, siendo los tres primeros los de mayor importancia para el PIB local (ver nota relacionada).

En tanto, el aumento de la demanda interna y, en menor medida, de las exportaciones netas, explicaron el resultado desde la perspectiva del gasto, según indicó el Central.

Además del frágil rendimiento anual, el reporte reafirmó que la desaceleración de la actividad se acentuó en la última parte de 2016, corroborando un PIB de apenas 0,5% en el cuarto trimestre. Esta debilidad se extendió hasta el primer mes de 2017, ya que el Imacec de enero fue corregido a la baja desde 1,7% a 1,4%, confirmando que la economía tendría una débil partida este año, lo que fue anticipado tanto por los economistas como por el gobierno.

La inversión vuelve a decepcionar

En 2016, la demanda interna volvió a perder dinamismo, con un aumento del gasto interno de 1,1% frente al 2% del año previo. Lo anterior, resultado de un tercer año de caída en la inversión, que se contrajo 0,8% en el período y un consumo que creció 2,8%.

La debilidad de la inversión se sintió con fuerza en el último trimestre, ya que cedió 5% a raíz de una baja de 4,9% en la construcción y de 5,2% en la inversión en maquinaria y equipos, lo que sumado a la caída de 2,4% en el tercer trimestre y crecimientos moderados de la primera parte del año, derivaron en una variación anual negativa.

La inversión total del año fue equivalente a 21,6% del PIB (alrededor de US$ 48 mil millones), menor al 23,3% registrado el año anterior.

Respecto al desempeño del consumo, el alza registrada el año pasado respondió al aumento de 2,4% en el gasto de los hogares. El consumo de gobierno aumentó 5,1% en el período, aunque con un marcado freno en el cuarto trimestre, al subir 1,7% frente al 7,1% del lapso previo.

El ingreso nacional bruto disponible real creció 1,7%, tras exhibir variaciones positivas en todos los trimestres.

En cuanto al ahorro nacional, éste llegó a 20,2% del PIB frente al 23,3% de 2015.

Valdés: visión se mantiene

Tras conocer las cifras de las Cuentas Nacionales, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, calificó la revisión de los datos trimestrales como “muy marginal”, indicando que no cambian para nada el cuadro macroeconómico, “ni tampoco son noticias que nos hagan cambiar de opinión en nada”.

“Chile es una economía sana, que tiene capacidad para crecer bastante más, no tenemos problemas de tensiones macroeconómicas en ningún ámbito que nos hagan pensar que la economía no pueda crecer más”, dijo la autoridad, destacando que la actividad sigue creciendo y a la vez se ha logrado mantener un bajo desempleo.

 

La minería lideró descensos, seguida de pesca e industria

Agropecuario-silvícola: subió 4,5% en medio de un aumento en la producción de cerezas y hortalizas, mientras también mejoró la producción de aves. La silvicultura, en cambio, cayó por una menor producción para celulosa.


Pesca: el Producto sectorial sumó un segundo año de baja, esta vez de 1,1%, debido a la caída en pesca extractiva y captura de especies. La acuicultura aumentó gracias a salmónidos.


Minería: este rubro bajó 2,9% en su globalidad, en circunstancias en que la correspondiente a cobre retrocedió 2,7%. En esta área se observó un incremento en la producción de hierro.


Industria manufactura: acusó una disminución de 0,9% arrastrada por la menor elaboración de combustibles y productos de caucho y plástico y exportación.


Electricidad, gas, agua y gestión de desechos (EGA): esta área creció 1,6% a pesar de un menor valor agregado de la generación eléctrica. El año pasado hubo una caída de la generación hídrica y, en contraste, aumentó la generación térmica en base a carbón y gas natural licuado. A su vez, las energías renovables aumentaron su participación y en el caso del gas hubo más demanda de las generadoras eléctricas y exportación.


Construcción: el PIB de este sector avanzó 2,5% impulsado por actividades asociadas a la edificación de proyectos habitacionales y el desempeño más moderado del resto.


Comercio: se expandió 3,5% favorecido por el ítem minorista, donde destacó la venta de vestuario, calzado y equipamiento doméstico.


En el segmento mayorista hubo un incremento en ventas de enseres domésticos y una caída en maquinaria y equipos. Además, mejoraron las ventas de vehículos y de mantención y de repuestos.


Transporte: subió 3,3% influido por el segmento aéreo, que fue impulsado por el servicio de pasajero nacional e internacional. Destacó también el transporte terrestre de carga, servicios conexos y transporte a los servicios asociados a carreteras, y al desempeño del transporte urbano.


Comunicaciones y servicios de información: el alza de 3,1% obedeció a la expansión principalmente de la telefonía móvil e internet.Bajó la fija y larga distancia.


Servicios empresariales: disminuyó 1,8% debido a contracción de las actividades profesionales, científicas y técnicas


Servicios personales: creció un 5,2% liderado por servicios de salud, públicos y privados. También en educación, en particular pública.

 

menor déficit de cuenta corriente

Una de las pocas buenas noticias que se desprendió de las Cuentas Nacionales fue que el déficit de la cuenta corriente el año pasado fue menor a lo esperado, al registrar un saldo negativo de US$ 3.574 millones equivalente a 1,4% del PIB. Las expectativas de los agentes apuntaban a que el saldo negativo llegaría a 1,6% del Producto.


En tanto, la balanza comercial fue superavitaria en US$ 5.256 millones, superior en US$ 1.791 millones a lo registrado el año anterior, con una baja de 2,6% en las exportaciones y una caída de 5,8% en las importaciones.


El año pasado, la deuda externa de Chile se elevó respecto del año 2015, llegando a US$ 163.789 millones, equivalente a 65,4% del PIB anual.


En el informe, el Banco Central explicó que el resultado se explicó principalmente por mayores obligaciones externas del gobierno y de las empresas, incluidas las de inversión directa. "En el primer caso, el alza se debió a emisiones de bonos gubernamentales en los mercados internacionales, y en el segundo a préstamos recibidos por empresas de los sectores financieros, transporte y minería", detalló el instituto emisor.


En tanto, el flujo de inversión extranjera directa que ingresó a Chile alcanzó US$ 12.225 millones, US$ 8.243 millones menos que lo registrado en el período anterior.

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