El análisis que hicieron los consejeros del Banco Central por la presión inflacionaria que se está incubando a nivel mundial

La configuración de un escenario económico distinto al de marzo es lo que estuvo detrás del cambio en el lenguaje de la última Reunión de Política Monetaria. Así lo evidencia la minuta que publicó este lunes el Banco Central en donde si bien se constata que el Consejo de la entidad resolvió mantener sin ajuste la tasa de interés, se dio luces de las "dudas" que despierta el impulso fiscal de Estados Unidos sobre la inflación mundial.

En el terreno local una mejor adaptación de las empresas a las restricciones de movilidad junto a una recuperación del mercado laboral “bastante significativa”, desde el punto más bajo provocado por la pandemia, fueron parte del análisis. Mientras que la presión sobre la inflación mundial que podría generar el mix de acciones reactivadoras para la economía que impulsa Estados Unidos, le generan al Consejo del Banco Central “dudas razonables respecto de cuán generalizado podía ser ese fenómeno en el mundo”. De hecho, agrega el reporte que “esta mayor preocupación por la inflación había alimentado algunos ajustes recientes en los mercados, aunque las expectativas permanecían ancladas”.

Si bien de manera unánime la Tasa de Política Monetaria (TPM) se quedó en 0,5% (su mínimo técnico) el presidente de la entidad, Mario Marcel, junto al vicepresidente Joaquín Vial y los consejeros Pablo García, Alberto Naudon y Rosanna Costa concordaron en que “lo prudente era reservar cualquier definición” sobre un ajuste una vez que se publique el próximo Informe de Política Monetaria (IPom) de junio.

¿La razón? Ellos esperan que el próximo 9 de junio el documento dé pistas más concretas sobre qué tan efectiva es la recuperación de la actividad productiva y qué tanta presión se está incubando en los precios internacionales por  los estímulos de la administración de Biden.