El comercio logró salvarse de las caídas del tercer trimestre y la construcción se hundió con fuerza

La administración pública y el comercio fueron los dos sectores productivos que lograron crecer durante el tercer trimestre del año, comparado con igual período de 2019, de acuerdo al informe del Banco Central de esta mañana.

Mientras el PIB total cayó 9,1%, en el primer caso se registró una expansión de 2,4%, muy similar al período anterior, pero más moderado que en el resto del año. 

La actividad comercial, luego de caer 20,8% en el segundo trimestre, tuvo una variación nula en el tercero como consecuencia de la flexibilización de los confinamientos, las medidas económicas de apoyo a los hogares y el retiro de una parte de los fondos previsionales.

Así, la caída observada en el comercio automotor y mayorista fue compensada en su totalidad por un aumento en el comercio minorista. En términos trimestrales, este segmento mostró una recuperación de 25,1% respecto al período previo, acorde a cifras desestacionalizadas.

La recuperación del comercio minorista fue liderada por grandes tiendas y supermercados. Adicionalmente, se registraron mayores ventas realizadas a través de páginas web y plataformas online. Compensó en parte este resultado, el menor movimiento en establecimientos especializados de vestuario, calzado y equipamiento doméstico.

Las ventas mayoristas contribuyeron a la baja al resultado de la actividad comercial incididas principalmente por las ventas de combustibles. Este efecto fue parcialmente compensado por mayores ventas de materias primas, alimentos, bebidas y tabaco, y, en menor medida, de maquinarias y equipos.

Si bien el comercio automotor disminuyó, la caída observada fue menor a la del trimestre anterior; menores ventas de vehículos explicaron principalmente este resultado. Adicionalmente, la mantención y venta de repuestos se redujo acentuando la caída de la actividad.

Como contraparte, hoteles y restaurantes acusaro una disminución de 43,1%.

Construcción, el punto más crítico

El desempeño más crítico se dio en la construcción, que acentuó su contracción hasta 29,2% entre julio y septiembre, reflejando cifras negativas en todas sus dimensiones y, en particular, en el ítem de edificación, que cayó como resultado de la paralización de un gran número de obras en comunas en cuarentena.

En efecto, tanto las obras habitacionales como las no habitacionales disminuyeron.

Un resultado similar se observó en las obras de ingeniería; el aplazamiento de proyectos mineros que se encontraban en fase de ejecución explicaron principalmente este resultado.

Finalmente, las actividades especializadas también registraron cifras negativas durante el trimestre, acorde con la menor actividad en sus principales demandantes.

Otro signo negativo del tercer trimestre provino de la desaceleración de la minería, que se redujo 1% por una menor producción de cobre. Contrarrestó al resultado de la actividad la producción de hierro. 

La minería del cobre se redujo, con resultados mixtos entre los principales productores. Durante el período, se registraron menores leyes del mineral y mantenciones en algunos yacimientos, lo que se sumó a una reducción de la dotación en faena debido a la emergencia sanitaria.

En contraste, otros yacimientos presentaron mejoras operacionales y mayor procesamiento de
cobre, en línea con el desempeño de las fundiciones.

La extracción de minerales no metálicos también restó al resultado de la actividad, explicado principalmente por el cloruro de sodio.

Finalmente, el hierro creció gracias a una baja base de comparación, explicada por reparaciones y modificaciones en una de las principales plantas de pellet y al cierre del puerto de embarque ocurridos el año anterior.

Menos malo

Al igual que el trimestre anterior, la actividad transporte sufrió el impacto de las medidas sanitarias, cayendo 28,6% el tercer trimestre, lo que de todas maneras está por debajo del 33,6% que descendió en el lapso anterior. 

El movimiento aéreo reflejó principalmente una menor actividad en los servicios de pasajeros, tanto en rutas internacionales como nacionales. En contraste, el segmento de carga aérea se expandió, debido al comercio exterior.

Todas las actividades que componen a los servicios conexos mostraron caídas, con excepción de los servicios de correo que aumentaron, producto de la demanda por servicios de entrega a domicilio. En las actividades que disminuyeron destacaron aquellas vinculadas al movimiento de personas y al comercio exterior.

Otro sector que aminoró su descenso en el tercer trimestre fue la industria manufacturera, que se contrajo 4,0% en línea con una menor demanda.

El desempeño de la actividad manufacturera fue resultado de una caída en la elaboración de combustibles y, en menor medida, de una reducción en la producción de bebidas y tabaco y de minerales no metálicos y metálica básica.

En contraste, la producción de alimentos aumentó liderada por la actividad pesquera, en particular por mayores envíos de filetes de salmónidos al exterior, y por el incremento de la elaboración de productos lácteos.

Según datos desestacionalizados, la actividad manufacturera aumentó, mostrando una recuperación de 6,6% respecto del trimestre anterior.

La menor refinación de combustibles se reflejó principalmente en la producción de gasolinas y diésel. Este resultado se explicó por una menor demanda, sustitución por productos importados y mantenciones realizadas durante el período.

En tanto, la elaboración de bebidas y tabaco disminuyó en repuesta a una menor demanda de bebidas no alcohólicas y a una menor producción de cigarrillos con destino doméstico.