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Engel: “La derecha cree que un alza de impuestos a las empresas es el fin del mundo”

El economista destaca que la reforma tributaria realmente tendrá ese nombre, sólo si se cambian exenciones tributarias. Además, apuesta por “analizar y transparentar” el FUT.

Por: | Publicado: Sábado 17 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Cristián Torres Erpel 



Una visión bastante crítica muestra el profesor de Economía de las universidades de Yale y de Chile, Eduardo Engel, sobre la discusión tributaria que se ha tomado el país en las últimas semanas. Afirma que eso se sustenta en que no ese puede determinar una tasa de impuesto adecuada “si no me dicen para que quiero gastar la plata y eso, por el momento, el gobierno no lo ha hecho”.

-¿Es apropiada una reforma tributaria en este momento?


-El gobierno ha realizado incrementos importantes y permanentes del gasto público, el presupuesto de Educación es uno de los ítem importantes, pero también, por ejemplo, los compromisos como el postnatal. Por lo tanto, es imprescindible que esos incrementos permanentes se financien mediante mayor recaudación de impuesto. En ese sentido, creo que es importante que se discuta en forma seria este tema.


-¿Es primordial entonces que se realice esta iniciativa?


-Creo que dados los anuncios del gobierno y las decisiones que ha tomado en materia de gasto, sí es importante tener una reforma y no sólo eso, creo que políticamente hubiese sido mucho mejor y más responsable haberla tenido el año pasado y no este año. Mientras más nos atrasamos van a estar más cercanas las elecciones y, por tanto, va a ser un contexto más difícil para discutir estos temas de manera desapasionada y en forma seria.


-¿Por qué el año pasado?


-Porque estas discusiones no son cortas, son largas, y mientras más se acerque uno a un período electoral, son mas fáciles de ver las posiciones, sobre todo en temas en que las posiciones son muy distintas.


-El aumento a las empresas sería del 20%, ¿le parece adecuado?


-La única forma de ver qué cifra es adecuada es que el gobierno diga cuánto es el monto adicional de recursos que necesita. Un tema ahí es cuánto va a ser el monto adicional que se necesita y, segundo, si fuera parte del objetivo, cuánto más quiere redistribuir, pero acá es importante partir por decir qué necesitamos financiar y cuánto cuesta.

-¿La cifra debería ser 20% ó 23%?


-Eso va depender de cuánto más necesita financiar el gobierno.

-Se ha dicho que son $2.000 millones por el tema educacional...


- No hay una cifra clara en la mesa de cuánto se necesita en cada uno de los próximos 10 años y cómo se entienda dicha cifra. Ahora, el tema es que una vez que uno empieza a considerar opciones, aumentar la tasa de las empresas a 20%, 22%, 24% o hasta 25%, a mi juicio personal, si es que realmente se justifica para efectos de que se va a gastar la plata, es un margen que uno debe considerar y puede considerar sin temores a que esto tenga un efecto negativo sobre la inversión. Rangos razonables del impuesto de primera categoría de las empresas, no tienen un efecto adverso de importancia sobre la inversión de las empresas.

-¿Por qué no?


-Tenemos un estudio con dos coautores, Álvaro Bustos y Alexander Galetovic, y es el motivo porque las empresas pagan más impuestos , pero al mismo tiempo los beneficios de la depreciación desacelerada crecen cuando uno paga más impuestos, y los beneficios de descontar las inversiones que uno financia mediante deuda también crecen y el efecto combinado de estos dos beneficios que crecen es aproximadamente igual al costo que tiene el mayor impuesto, de modo que al final del día, las empresas demandan la misma cantidad de capital con el nivel actual de impuesto corporativo o niveles más altos que sigan dentro de rangos razonables.

-¿Qué otras alternativas existen?


-Está la posibilidad de los impuestos verdes. Hay varios motivos de eficiencia y también cálculos, al menos en primer orden de magnitud, que dicen que los impuestos verdes lograrían recaudar cantidades significativas de dinero y al mismo tiempo tienen beneficios que permiten a Chile cumplir con compromisos internacionales que tiene en los próximos 10 años respecto a calentamiento global y dióxido de carbono .

-¿El IVA es algo que debiera evaluarse?


-Hay varios temas en que la derecha es muy ideológica en el tema tributario, no tiene mucho argumento, y uno de esos es que cualquier aumento de impuestos a las empresas es el fin del mundo. Cuando fue la reforma tributaria del gobierno de Aylwin, los diarios de la época están llenos de declaraciones de muchos dirigentes y economistas de derecha que anunciaban las catástrofes más grandes producto de esta reforma tributaria y ninguna de estas catástrofes ocurrió, por el contrario, recibieron una década de crecimiento sostenido.

-¿Qué sería lo ideal para que sea una reforma y no un perfeccionamiento?


-Si se revisan en serio las exenciones es una reforma, porque cambia la estructura tributaria y no solamente el monto que se recauda. Si yo subo un poco el impuesto y bajo otro, es básicamente un cambio tributario, pero no es una reforma, pero si elimino una exención importante, ahí sí hablamos de una reforma.

-Un grupo de economistas no está de acuerdo con la reforma...


- La carga tributaria en Chile en los últimos 20 años se ha mantenido más o menos constante, cuando lo que sucede habitualmente a medida que los países se desarrollan es que la carga como fracción del producto crece con el producto. Claramente no comparto ese argumento.

- El tema FUT parece algo tabú. ¿Es algo que debería modificarse?


- Es algo que por lo menos debiera estudiarse y transparentarse. Aumentar el impuesto a las empresas reduce la exención que viene con el FUT, al aumentar el impuesto a las empresas se reduce el FUT, pero primero hay que ver cuán grande es la magnitud. En esta discusión, cuando no hay datos está lleno de supuestos, muchas veces sabemos el signo del problema pero no si es muy chico o muy grande y en política hay que ser razonable, no se puede resolver todo de una vez.



“LONGUEIRA REPRESENTA MÁS QUE SU OPINIÓN”


-¿Puede perjudicar que la discusión esté marcada por un tema político?

- Siempre las reformas tributarias se manejan por un tema político, eso no tiene nada de malo, lo importante es cómo se manejan. Claramente uno ve cómo el ministro Longueira ha sido públicamente favorable a aumentar el impuesto corporativo, el impuesto de las empresas y uno ve otro líder de derecha que ha sido muy contrario, Hernan Büchi. Pero al final del día lo que es relevante es lo que propone el gobierno, en la medida que esa propuesta reúna los votos en el Congreso. Esta posilibidad es una iniciativa exclusiva del Ejecutivo, y que ojalá se apruebe y no sea insuficiente y se convierta en un tema en las elecciones (municipales).

Creo que sería bueno zanjar el tema tributario, porque el país no puede vivir en discusión permanente de reformas tributarias.

-¿Le parece adecuado el rol del ministro Longueira?
-Yo creo que en este tema, el ministro Longueira representa más que simplemente su propia opinión, creo que hay personas dentro de la centroderecha que son menos ideologizadas en el tema tributario y que se dan cuenta que un aumento razonable de impuesto a las empresas no tiene un impacto negativo, que es esencialmente lo que trató de comunicar el ministro Longueira, creo que no está totalmente solo en este tema.

-¿Y el rol del ministro de Hacienda?
-Inicialmente dijo que no había reforma, que lo que había era un perfeccionamiento y ahora hay una reforma. Me imagino que al interior del gobierno ha habido cambios respecto a la decisión inicial.



“HAY EXENCIONES QUE, DE FRENTÓN, NO ESTÁN

“Las exenciones tributarias suelen combinar dos motivaciones, una muy loable que es promover cierto tipo de actividades económicas y otras, nada de loables, que responden a grupos de presión”, afirma Engel.

- ¿Y qué debiera hacer el gobierno con ellas?

- Dentro de las segundas hay exenciones que debieran revisarse y, más que yo darle una lista, me sorprende que el gobierno no haya creado una comisión transversal de expertos que mire cuáles son las distintas exenciones tributarias que uno podría eliminar versus cuales uno debería mantener porque se justifican.

Típicamente los países con el tiempo van acumulando más y más exenciones tributarias y muchas de ellas no se justifican.

Hay un cálculo que realiza año a año la Dirección de Presupuesto y que ellos llaman gasto tributario, que es cuánto se pierde en recaudación debido a todo tipo de exenciones. Algunas muy justificadas y otras nada de justificadas, las cifras para Chile son del orden de 5 puntos del producto.


El profesor de Economía de Yale y la Universidad de Chile agrega que “de esos $ 9.500 millones hay varios que están muy bien, pero hay partes que de frentón no están bien y lo que quisiera es un grupo serio alejado de los intereses correspondientes por todos los lados que es mire esos $ 9.500 millones y diga qué parte se justifica plenamente y qué parte se justifica un poquito y qué parte no se justifica para nada. Esa es una tercera fuente de recursos importante, al menos potencialmente, en la medida que dicho recurso se justifique debidamente y en la medida que se tomen las previsiones para que gaste bien la plata adicional”, afirma.

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