Macro

Entre el optimismo local y los nubarrones externos

Felipe Jaque Economista jefe Grupo SECURITY

Por: | Publicado: Viernes 15 de junio de 2018 a las 04:00 hrs.
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El reciente Informe de Política Monetaria publicado por el Banco Central presenta la confirmación de un escenario de actividad local más dinámico (buena parte explicado por las sorpresas al alza de los primeros meses del año), inflación total de corto y mediano plazo más elevada (en gran medida impulsada por tipo de cambio y precios de combustibles), pero con un supuesto de normalización de la tasa de referencia bastante similar al presentado en marzo. En resumen, hay un mejor ambiente, pero aún no lo suficiente para mudarse a un escenario más optimista a más largo plazo. Así, las perspectivas de crecimiento 2019-2020 se mantienen en torno al 3,5%, la velocidad en el cierre de las holguras de capacidad no varía mayormente, y la convergencia de la inflación subyacente a niveles en torno al objetivo del Banco Central llega hacia fines del 2019. De esta forma, se hace más marcada la probabilidad de un primer incremento de la tasa de política monetaria hacia el cierre de este año, algo que se ha ido internalizando en las expectativas del mercado. Esto se alimenta además de un riesgo reducido de desvíos a la baja en inflación a juicio de la autoridad, favorecido por la depreciación del tipo de cambio y mayores precios de combustibles.

Sin embargo, gana terreno la discusión sobre el balance de riesgos al alza en actividad local y a la baja en el escenario externo, lo que debiera finalmente marcar la pauta en lo que vendrá en política monetaria en los siguientes trimestres. De mantenerse el escenario global actual, que incorpora buenas perspectivas de crecimiento global, pero con condiciones financieras menos favorables, no debiera haber mayores desvíos en el actuar del Banco Central y el ciclo de normalización de tasas. Pero es importante señalar que a pesar que Chile se muestra como mejor preparado para enfrentar shocks, tema que también analiza el IPoM, podría ser necesaria una cuota de cautela antes de asumir bajos niveles de contagio o derechamente un desacople de la economía local versus el resto de economías emergentes, y en particular de la región. De tomar mayor magnitud los nubarrones externos, la normalización de la política monetaria podría tener un perfil menos pronunciado del que anticipa parte del mercado luego del buen inicio de año. De hecho, si bien la inflación podría reaccionar al alza en el corto plazo -por un tipo de cambio más alto-, los efectos sobre actividad serían negativos a mediano plazo, atenuando el ciclo favorable que consideramos como más probable actualmente.

Con todo, más allá de la pregunta recurrente de qué pesa más en las desaceleraciones o recuperaciones de la economía local, si los factores globales o internos, el cambio que se ha generado en el panorama externo toma relevancia y pone una nota de cautela antes de anticipar una normalización de la política monetaria más temprana y marcada, en respuesta a los buenos indicadores que hemos acumulado a la fecha.

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