Macro

Goldman Sachs: “Si la inversión se acelera, Chile llegaría a un crecimiento cercano al 4% este año”

Economista ve necesario avanzar en las reformas laboral, previsional y tributaria “simultáneamente” para consolidar las expectativas.

Por: Sebastián Valdenegro Toro | Publicado: Lunes 2 de abril de 2018 a las 04:00 hrs.
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Tres semanas en su cargo lleva el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, período en el que ha recalcado que el crecimiento económico “no está asegurado” y ha mostrado disposición a alcanzar acuerdos con la oposición. Primeros pasos que siguen de cerca en Goldman Sachs.

El economista jefe para América Latina del banco de inversión, Alberto Ramos, considera que parte de la mejora en las expectativas de consumidores y empresarios se explica por el cambio de gobierno, recalcando que la nueva administración deberá abrirse a acuerdos en las tres reformas clave: laboral, tributaria y previsional.

“Larraín es un economista con bastante experiencia y está reflejando lo que dijeron en la campaña”, afirma Ramos desde su oficina en Nueva York.

- ¿Cómo están viendo la economía chilena?

- Bastante positiva y favorable. Hay varios factores que dan soporte a ese optimismo, como por ejemplo la mejora en el ambiente doméstico y el externo, donde tenemos un crecimiento global fuerte y sincronizado, con condiciones monetarias bastante relajadas, con tasas de interés bajas a nivel global y una visión muy positiva para el precio del cobre, lo que es fundamental para la economía chilena.

Pero adentro, las cosas también empezaron a mejorar bastante. Si uno mira los indicadores de confianza de las familias y de los empresarios, se ha registrado un repunte muy importante. El crecimiento local se va diseminando, con la recuperación de la inversión, de la minería, de la construcción y de las manufacturas. Así, vemos un crecimiento entre el 3,5% y el 4% para este año y que se mantenga en un nivel bastante razonable para 2019.

- ¿Qué tan factible es que Chile crezca 4% este año?

- Crecer un 4% es una aceleración un poco más rápida de la expansión con un entorno externo que se mantendría favorable, con un precio del cobre dando un soporte a esa recuperación cíclica de la economía. Y algo se puede hacer también en términos de política fiscal y macroeconómica para reforzar lo que ya es bastante visible, en términos de la recuperación de la confianza empresarial y de las familias para que la inversión se pueda acelerar de una forma más contundente.

Si eso pasa, podríamos ciertamente llegar a un crecimiento cercano al 4%. El crecimiento anualizado para la segunda parte del 2018 probablemente estará por encima del 4%.

- ¿Dependerá de lo que hagamos internamente ese mayor crecimiento?

- Claro, y de que el escenario externo se mantenga positivo y que el cambio en el sentimiento de privados y consumidores se materialice en decisiones de consumo e inversión.

- ¿A qué atribuyen el cambio en las expectativas? Se debate si es por el cambio de gobierno o por las mejores perspectivas a nivel global.

- Es difícil separar ambos factores, los dos tienen una contribución positiva para la recuperación del sentimiento, pero es claro -mirando los indicadores de confianza- que hay un punto de inflexión tras las elecciones, que las expectativas están relacionadas quizás con una administración que ha dicho que propondrá políticas para facilitar e incentivar la inversión, y que filosóficamente tiene una orientación en la política macro más amigable al mercado y a la inversión de lo que vimos en el pasado.

Las tres reformas “importantes”

- A nivel político, ¿un Congreso tan segmentado dificultará sacar adelante una agenda pro inversión?

- La agenda va a requerir una capacidad de diálogo importante, hay que debatir, convencer y que las fuerzas políticas en el Congreso cooperen para adoptar las políticas que pudiesen apalancar la inversión. Claramente, no es un gobierno que tenga el control del Congreso, pero tiene que procurar entenderse con otros sectores que no están necesariamente alineados con el gobierno para convencerlos de darle apoyo político a sus iniciativas.

Pero me parece también que es posible que se hagan bastantes cosas que no necesariamente requieran grandes cambios legislativos. Hay muchas cosas que se pueden hacer por decreto e iniciativa propia del Ejecutivo, que no necesariamente deben pasar por el Congreso.

- ¿Como cuáles?

- Simplificar el proceso de aprobación de los grandes proyectos de inversión, lo que podría dar una contribución importante a que se materialicen las positivas expectativas sobre la economía chilena.

- El gobierno ha puesto en el tapete tres reformas clave en materia económica: tributaria, laboral y pensiones. ¿Cuál considera más relevante para las expectativas?

- Todas son importantes, no hay que necesariamente priorizar. Lo relevante es que se avance en todas ellas, porque todas contribuyen desde ángulos distintos al crecimiento. Por ejemplo, la reforma laboral contribuye a facilitar y flexibilizar las relaciones laborales para contribuir a la creación de empleo. La reforma tributaria hay que simplificarla para que no sea tan penalizadora de la inversión sino para que la facilite. Y la reforma al sistema de pensiones contribuye a que la gente tenga más confianza en el sistema y para que eso facilite la movilización del ahorro interno. Así que las tres reformas me parecen muy importantes. Hay que avanzar en esas tres simultáneamente.

- ¿Ve factible reducir el impuesto a las empresas sin afectar la recaudación total?

- Depende de cómo se haga el diseño de la reforma. Es factible, pero depende de cómo se compensa una posible pérdida tributaria por los impuestos que se bajen.

También depende de cómo responde la economía a un marco tributario distinto y de cuánto crecimiento adicional se podría generar con una carga tributaria quizá menor o distribuida de una mejor manera. Hay que mirar qué tributos se podrían subir para compensar eso o cómo la reforma podría apalancar la inversión e indirectamente recuperar los ingresos fiscales a través del mayor crecimiento.

Es posible reducir la carga impositiva a algunos sectores y distribuirla de manera más equitativa en otros sectores de la economía.

- ¿Cómo vieron la polémica por el mayor déficit estructural?

- No tenemos opinión al respecto. Pero la situación fiscal es algo que impacta a todos los países de la región, a otros más que a Chile. Pero el problema de la consolidación fiscal es que hay que buscar que sea gradual para que el Fisco pueda ayudar a la formación de expectativas. La consolidación fiscal está en la agenda de todos los países, pero es más crítica en algunos como Argentina y Brasil.


Tasa: "En el corto plazo, no me parece que el Banco Central tenga que hacer mucho"

- Una de las grandes sorpresas del Informe de Política Monetaria fue el recorte a la inflación esperada, de 2,9% a 2,3% para este año. ¿Se alinea con su escenario?

- Por ahora es temprano, la economía empieza a crecer ahora pero la brecha del Producto no se ha cerrado completamente.

El Banco Central ha manejado la política monetaria con bastante competencia, tenemos una tasa de interés real por debajo de su punto neutro, la política monetaria es estimulativa. La economía ha empezado a responder, tanto los sectores mineros como no mineros también. Así que estamos ante una situación bastante buena, con una dinámica de crecimiento que se fortalece, con una inflación anclada en niveles bastante bajos.

- ¿No ven necesarios ajustes al alza en la tasa de interés?

- Hacia adelante, cuando se consolide más el proceso de crecimiento y en cuanto la brecha de Producto se cierre, el Banco Central podrá empezar a normalizar su política monetaria.
Pero por ahora, en el corto plazo, no me parece que tenga que hacer mucho y dejar la tasa en su nivel actual por más tiempo.

- ¿Por cuánto tiempo? Parte del mercado ve probable un alza de tasas antes de fin de año.

- Es posible, pero depende bastante del entorno externo. Si la Fed sorprende y toma una actitud más agresiva de normalización de la tasa de interés en Estados Unidos, eso puede poner presión en algunos bancos centrales que están con una política monetaria bastante acomodativa, como el caso de Chile. Pero el entorno externo está muy positivo hoy. No hay un sentido de urgencia para que el Banco Central cambie el sesgo de la política monetaria en el corto plazo.

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