Un trabajo de más de dos meses, encabezado por cinco expertos técnicos, permitió al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) realizar una inédita rectificación a las cifras que el organismo reporta mensualmente acerca de los salarios, y que en las últimas semanas habían sido objeto de críticas por parte de especialistas, especialmente tras la argumentación entregada en octubre por el Banco Central, a la hora de explicar su decisión de elevar la Tasa de Política Monetaria (TPM).

"La revisión de fuentes complementarias de información sobre el mercado laboral -incluyendo registros administrativos- indica un mayor dinamismo del empleo y las remuneraciones que el sugerido por las encuestas", dijo en esa oportunidad en el instituto emisor.

Las rectificaciones dadas a conocer ayer por el organismo tras la publicación habitual del Índice de Remuneraciones (IR) y del Índice de Costo de Mano de Obra (ICMO), se enmarcan en el proceso de cambio de base del índice a 2016. Se trata de una actualización metodológica para lograr una correcta medición a través de datos comparables, que incorporara las rectificaciones de las empresas informantes sobre meses anteriores, además de las respuestas aportadas fuera de los plazos establecidos por el INE.

Así, desde ahora, la cifra mensual será publicada de forma provisional, comunicándose de manera definitiva en el siguiente informe.

El director del INE, Guillermo Pattillo, reconoció que a pocos meses de su llegada al organismo tenían la "hipótesis" de que el indicador se veía afectado por un "proceso de aprendizaje de las empresas", donde la probabilidad de cometer errores era alta, ya que "no son encuestas simples".

A esto se suma la mencionada discrepancia entre los datos administrativos y los recopilados por el INE, que "no eran absolutamente consistentes con las evoluciones que uno detectaba desde estos datos y la data que venía de otros ámbitos, y la evolución macro en general", explicó el economista.

Ambos factores llevaron a que el grupo técnico revisara "en detalle" las cifras, lo que permitió detectar "que existe una diferencia significativa al comparar los datos rectificados con los datos iniciales o provisorios", según reconoció el propio INE en un comunicado.

Ante ello, y al ser consultado sobre si el diagnóstico que adujo el Central era correcto, Pattillo respondió con un escueto "sí".

Tras ello, el economista defendió la labor previa del INE ante las críticas de los especialistas, y afirmó que su prestigio se vería afectado si esta corrección no se hiciera. "En el óptimo, no se debería corregir nada (...) A veces uno se equivoca o no consideró algo, pero no hay dato en el mundo que no sufra correcciones", señaló.

La subdirectora técnica del INE, María Mercedes Jeria, descartó cualquier interpretación de "improvisación" y señaló que "esta es una práctica de todos los institutos nacionales de estadísticas en el mundo y, en esta ocasión, además, estamos siguiendo el código de buenas prácticas de la OCDE".

"Con la actividad de hoy no estamos invalidando nuestros datos, estamos diciendo que lo que estamos mostrando se lee mejor de esta manera, y es así cómo hay que hacerlo. Lo que estamos haciendo es transparentar la manera en la cual vamos a empezar a funcionar ahora", remarcó.

Empleo en trabajo aparte

Consultado respecto de si habrá una política de rectificaciones en la Encuesta Nacional de Empleo, que también ha sido cuestionada por expertos, Pattillo descartó revisiones metodológicas, aunque recordó las innovaciones que se estudian en los marcos muestrales.

"Es una encuesta muy buena y ha reflejado bien, en nuestro conocimiento, lo que ocurre en el mercado laboral. La encuesta está teniendo otros perfeccionamientos, que son graduales y derivan de modificación de tamaños muestrales en algunas regiones. Estamos en un proceso de mejora contínua, pero no hay nada semejante a lo que estamos haciendo ahora en el ámbito del empleo", afirmó.

Nueva cifra de salarios acumula avance real de 0,5% en el año

Tras la rectificación a realizada al Índice de Remuneraciones (IR) y al Índice de Costo de Mano de Obra (ICMO), los registros de ambos indicadores anotaron avances nominales en septiembre de 4,5% y 4,4% en base anual, respectivamente.

En el desempeño incidiero los avances en los sectores del comercio, construcción e industria manufacturera, que tuvieron las mayores incidencias anuales positivas, de 5,4%, 7,3% y 5,3% respectivamente.

En tanto el IR real, que ue mide la evolución mensual de las remuneraciones deflactada por el Índice de Precio al Consumidor (IPC), anotó un alza de 1,3% en doce meses, acumulando una variación de 0,5% en lo que va del año.

Sin embargo, uno de los factores mencionados por el propio organismo, destaco "la influencia de la entrada en vigencia del reajuste del salario mínimo", que desde el 1 de septiembre se ajustó a $ 288.000-.

Informe de la CCS: ingresos laborales interrumpieron seis meses de desaceleración

Un buen mes en materia de ingresos fue septiembre. De acuerdo a las estimaciones de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), que consideran los últimos datos publicados y corregidos por el INE sobre remuneraciones y empleo para lo que va de 2018, en el noveno mes la masa salarial interrumpió la desaceleración que protagonizaba desde marzo y mostró un aumento real de 3,2% en 12 meses.

Suponiendo que el conjunto de asalariados sigue manteniendo su incidencia en el total de ocupados -alrededor del 70%-, y teniendo en cuenta la evolución de los últimos 12 años de remuneraciones en Chile, la CCS estima que la masa salarial podría haber crecido incluso por sobre el 4% en octubre, para luego frenarse de nuevo hasta niveles menores al 3% a fin de año.

En efecto, desde que en febrero de este año alcanzó un alza de 7,1% en 12 meses, el indicador inició un agresivo proceso de desaceleración hasta llegar a un mínimo de 2,8% en agosto, lo que generó incertidumbre respecto de las expectativas del mercado laboral.

"El resultado del mes de septiembre descomprime al menos esta tendencia, interrumpiendo la negativa trayectoria de los meses previos", dijo el reporte de la CCS.
La evolución del indicador quedó determinada por un incremento anual de los salarios reales de 1,3% y por una expansión del 1,8% del empleo asalariado en igual lapso.
Si bien en agosto la masa salarial se desaceleraba porque se frenaban tanto el empleo como las remuneraciones reales, en septiembre el mejor resultado surge de un empleo que evoluciona al mismo ritmo con las remuneraciones.