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Jadresic: “La clave para la confianza es un próximo gobierno más amigable con el mercado y el crecimiento”

Experto cree que el Central recortará la tasa mañana y que el próximo gobierno tendrá potencial para crecer 4% sólo si se recuperan las expectativas.

Por: Sebastián Valdenegro Toro | Publicado: Lunes 12 de diciembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Para Esteban Jadresic, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de octubre -que evidenció la primera contracción en siete años- tiene causas “puntuales”, como la “fuerte” baja de la minería, pero también tiene factores que ponen un signo de interrogación sobre el futuro, como el aumento acotado de 0,3% del Imacec no minero.

“Si bien esto último puede estar relacionado con los menores días hábiles, yo diría que confirma la tendencia a un crecimiento mediocre y eso es lo que debe preocuparnos más, más allá del dato puntual del mes”, advierte el economista jefe y estratega global de inversiones de Moneda Asset Management, quien anticipa una expansión de 1,6% este año y 2% el próximo, con una inversión que prácticamente no crecerá en ambos ejercicios.

- ¿Hay que tomar la cifra como una alerta?

- Claro, ya llevamos tres años de un crecimiento en torno al 2% y la verdad es que no veo señales relevantes de un cambio para el próximo año. Tal vez lo único positivo podría ser una recuperación de la minería, que este año ha caído cerca de 3%. Eso debería revertirse y contribuir a un aumento tanto de la producción minera como de las exportaciones.

Pero aparte de eso, creo que el tema de fondo es que no hemos tenido a la fecha una recuperación de la confianza. Esto no es lo normal en los ciclos económicos, lo normal es que se recupere bastante más rápido.

- ¿Entonces, la minería será la única buena noticia el próximo año?

- Sí. Pero el gran tema hacia adelante es si recuperamos o no los niveles de confianza. Hay espacio para un crecimiento bastante más interesante por algunos años. Si se da mi escenario para 2017, vamos a cumplir cuatro años con un crecimiento en torno al 2% y si el crecimiento de tendencia es de 3%, eso significa que esta economía podría perfectamente crecer al 4% por año durante cuatro años.

- ¿Pensando en los próximos cuatro años?

- Claro, desde el punto de vista de la demanda eso es factible. Si uno mira las cifras de Cuentas Nacionales, llevamos tres años de desacumulación de inventarios y físicamente es imposible continuar con eso eternamente. En algún momento, debiera frenarse y revertirse.

Pero de nuevo: para aprovechar los espacios y tener una recuperación de la inversión, necesitamos un repunte de la confianza.

- ¿Cuándo llegará la recuperación entonces?

- Posiblemente, en la última parte del próximo año, pero muy condicionado a una recuperación de la confianza. Eso va a depender de cómo se va vislumbrando el panorama político y de políticas económicas del próximo gobierno. Ahí van a ser importantes las señales que den los candidatos a la Presidencia.

La clave para la recuperación de la confianza es ver señales de que el próximo gobierno será más amigable con el mercado y con el crecimiento. Y ello va a requerir una agenda que tienda a revisar las reformas implementadas por el actual gobierno y la larga lista de temas que va a dejar abiertos. Tendrá que poner el foco en lograr soluciones técnicamente sólidas, consensuadas y que reduzcan la incertidumbre.

- ¿Cuál de todas las reformas es más urgente corregir?

- Será muy importante priorizar y dentro de esa priorización, quisiera ver una revisión a la reforma tributaria, rediseñándola para lograr los mismos objetivos en términos de recaudación y redistribución, pero de una manera más favorable para la inversión y la eficiencia.

En el área laboral, sería importante ver una reforma que apunte a atacar los problemas del mercado laboral del siglo XXI, incluyendo mejorar el acceso de los jóvenes y las mujeres al trabajo, y la adaptabilidad de las jornadas a un entorno cambiante.

Y, en tercer lugar, no cabe duda que hay que ir reduciendo las incertidumbres que se han abierto por el proyecto de reforma constitucional.

- Como está el panorama electoral hoy, ¿hay confianza de que el próximo gobierno sea más amigable con el crecimiento?

- Ha aumentado esa percepción, y es parte de la explicación de la mejora que ha mostrado la bolsa. Pero todavía falta bastante y, desde el punto de vista del mercado, sin duda candidaturas como las de Piñera, Lagos o Insulza dan mayor tranquilidad. La gran interrogante es la candidatura de Alejandro Guillier porque sabemos bien poco sobre qué propone y quiénes lo van a apoyar.

- ¿Hubo alguna vez “efectos primaverales” en la economía?

- Yo creo que lamentablemente los aires primaverales se los llevó el viento. Eso no quiere decir que no había ninguna señal en esa dirección, pero ya no se ve el escenario que se veía hace un par de meses.

Desanclaje de expectativas

- El mercado habla de un inminente recorte de tasas. ¿Podría ocurrir en la reunión de mañana?

- Sí, el escenario interno y externo apunta con claridad a la conveniencia de una baja en la tasa. Si lo hace ahora o en enero, creo que depende fundamentalmente de consideraciones tácticas. El caso por baja de tasas es lo suficientemente fuerte como para opacar esas consideraciones tácticas.

- ¿Por consideraciones tácticas se refiere al escenario externo?

- Sí, parte relevante tiene que ver con esperar qué es lo que efectivamente logre hacer el gobierno de Trump en materia de rebajas tributarias y su plan de infraestructura. Y también lo que haga la Fed. Pero la incertidumbre respecto a Trump demorará en despejarse, él asume el 20 de enero y la discusión de estos planes tomará varios meses.

- ¿Cuánto puede efectivamente ayudar una baja de tasas a impulsar la economía?

- El objetivo de la baja de tasas es reencauzar la tendencia de la inflación hacia la meta de 3%. Y si bien debiese contribuir a una recuperación en el margen de la economía, no será el factor principal que va a determinar la evolución del PIB. Pero, por supuesto, que un poco más de estímulo monetario siempre ayuda.

Ahí el tema central es la inflación. Todos tenemos que felicitar al Banco Central porque terminaremos este año con una inflación igual o muy cercana a la meta del 3%. Pero la tarea del ente emisor nunca está terminada y ahora hay que preocuparse de la inflación hacia adelante. Y el riesgo de no actuar es que la inflación se vaya más cerca del 2%.

- ¿Hay un riesgo de desanclaje de expectativas?

- Si el Banco Central no actúa en las próximas reuniones, efectivamente hay un riesgo de desanclaje de expectativas.

- ¿Cuántos recortes son necesarios?

- Partiría con uno de 25 puntos base en esta reunión, y señalizaría la posibilidad de bajarla otros 25 puntos próximamente, para luego dejar el escenario abierto a las condiciones. Ahí hay que mirar la inflación, la actividad y el escenario externo. Por ahora, 50 puntos base me parecen suficientes, pero no descarto la necesidad de nuevos recortes hacia adelante.

 

"El rally del precio del cobre ha sido exagerado, por fundamentos debe estar en US$ 2,25 la libra"

 

- ¿Se justifica el rally del cobre?


- Ha sido exagerado. No se debe solo a la sorpresiva elección de Donald Trump en Estados Unidos y a la expectativa de un plan de infraestructura, sino también a mejores cifras de confianza industrial en el mundo y a una mayor demanda china, reflejada en una acumulación de inventarios.


Ahora, cuando uno suma y resta, es difícil justificar por fundamentos una subida a niveles entre US$ 2,60 y US$ 2,70 la libra. En particular, el plan de infraestructura de Trump está concentrado en carreteras, puertos y trenes, lo que demanda cemento y hierro, pero no cobre. Además, EEUU representa solo el 8% del consumo mundial de cobre.


- ¿Por fundamentos dónde debería estar el cobre?


- Mucho más abajo. Nuestra estimación es que debería estar en promedio en US$ 2,25 la libra. US$ 2,65 la libra hoy parece excesivo.


- ¿Cómo puede navegar Chile en este escenario internacional tan cambiante?


- En general, el escenario 2017 tiene muchas incertidumbres, que provienen principalmente del mundo político. Uno se puede imaginar buenos escenarios, por ejemplo, en que las políticas de Trump terminen siendo buenas para la economía internacional, o exactamente lo contrario. En el caso de Europa, las elecciones en Francia y el riesgo de que gane Marine Le Pen es relevante. China, de cara a la renovación del Politburó en octubre, también introduce riesgos. En la región, está por verse aún si continuará este giro hacia políticas más amistosas con el mercado en Brasil y en Argentina.


- ¿Estamos mejor preparados para un escenario tan complejo como lo fue en 2009?


- Chile está bien preparado desde el punto de vista de que mantiene instituciones económicas sólidas, con una política fiscal ejemplar en el mundo y un Banco Central que ha hecho un gran trabajo. En este sentido, tiene elementos similares a la posición que teníamos en 2009, con la diferencia que en aquel entonces habíamos acumulado importantes ahorros en los fondos soberanos. Hoy no tenemos esos ahorros, pero la deuda del sector público sigue siendo baja. El mayor riesgo que enfrentamos hoy -y que no se veía en 2009- es la existencia de propuestas populistas frente a los próximos períodos presidenciales. De ahí la importancia de que los candidatos sean muy responsables en sus propuestas.

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