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Jorge Selaive: “Economía necesitará una inyección de adrenalina en marzo o crecimiento se diluirá”

Para el experto, es imperativo que el próximo gobierno presente una batería de medidas pro-inversión en los primeros 30 días.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Lunes 30 de octubre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Un precio más alto para el cobre y un crecimiento más fuerte a nivel global han cargado de optimismo las proyecciones para el desempeño de la economía en 2018. La visión es compartida por el economista jefe de BBVA, Jorge Selaive, quien estima que lo peor para la actividad ya pasó y está confiado en una recuperación desde el 1,5% con que cerraría el PIB este año.

De hecho, espera que los registros de actividad comiencen un repunte más pronunciado a partir de este mes, con un Imacec que marcaría en torno a 4%, lo que a su vez alimentará una recuperación de las expectativas. Sin embargo, advierte que una aceleración prolongada no está garantizada y dependerá en gran parte de las medidas que tome la próxima administración.

- ¿Cuáles son los principales riesgos para la incipiente recuperación que observamos en la economía chilena?

- Hoy los datos marginales nos muestran que la recuperación tiene un carácter heterogéneo, muy empujada por el sector de recursos naturales y donde el resto de la actividad está aún comportándose de manera tímida. Los mejores registros que esperamos van a estar explicados en gran medida por el crecimiento de la minería, ya que -por ahora- hay muchos sectores que aún están en fase de contracción, como la construcción, por ejemplo.

- En ese escenario, ¿cuáles deberían ser las prioridades en materia económica para el próximo gobierno?

- El desafío es mantener ese crecimiento, para lo cual creo que la economía necesitará una inyección de adrenalina en marzo. Porque si no, existe un riesgo de que los positivos registros de actividad se comiencen a diluir en la segunda parte de 2018.

- ¿Qué debería contener esta inyección de adrenalina?

- Espero anuncios de reforma tributaria, en el ámbito laboral, educacional, leyes cortas, normas, una batería importante de anuncios desde el Ejecutivo que entreguen combustible en la economía, que a través de nuevas propuestas mantenga la confianza del empresariado y nos permita hacer homogénea la recuperación.

Si la economía está convaleciente en el segundo trimestre, nos vamos a empezar de nuevo a inundar de registros de actividad pobres, los que van a contagiar al resto de los agentes económicos y volverá el pesimismo. Lo importante es venir con una batería detallada de normas, leyes, los primeros 30 días del próximo gobierno.

- De las propuestas de los candidatos, ¿cuáles van en esta dirección?

- Hay propuestas que hablan de rebajas en los impuestos corporativos y sabemos que eso estimula la inversión. Esperamos una reforma tributaria que también tenga ese efecto, pero debe hacerse en forma responsable fiscalmente. Primero, porque las clasificadoras de riesgo pueden cuestionar los logros fiscales; y segundo, porque políticamente puede ser difícil aprobar una reforma amparando todo en eficiencia del gasto.

Bajar los impuestos corporativos y eventualmente integrar el sistema nos va a generar pérdidas de recaudación que no pueden quedar cerradas con la expectativa de que la economía va a crecer marcadamente sobre el potencial o en medidas de eficiencia de gasto, tienen que haber medidas compensatorias.

- ¿Cómo cuáles?

- Por ejemplo, trabajar con eventuales aumentos del IVA, una medida que será bien vista a nivel internacional y generaría daños acotados en la clase media.

- Pero eso puede generar mayor efervescencia social...

- Un punto de IVA genera efectos bastante acotados en términos de percepción social, no así de recaudación. Un punto más de IVA permite que cualquier reforma que baje impuestos corporativos e integre el sistema luzca responsable y sostenible en el tiempo en términos fiscales.

Más combustible a la recuperación

- Con una recuperación a la vista, y una inflación bajo la meta, ¿hay espacio para bajar la tasa?

- Los mejores registros de actividad que vienen no son elementos que detengan el accionar de política monetaria, que todavía tiene espacio para actuar. Recortar la tasa puede ayudar a darle algo de combustible a la recuperación, todavía tenemos brechas de capacidad que tienen que cerrarse. Por lo tanto, bajar la TPM, por ahora, nos parece aún bastante adecuado.

La inflación está muy baja, marcadamente bajo el piso del rango meta y aún si tenemos inflación relevante en línea con patrones históricos en los próximos meses, va a permanecer por un tiempo prolongado debajo de 2%. Recién retomaría ese nivel en el segundo trimestre de 2018.

- Pero el efecto de uno o más recortes llegaría en plena aceleración. ¿Eso no sería contraproducente para los precios?

- Hay que desechar el temor de revertir este estímulo monetario hacia fines del próximo año o inicios de 2019, en la medida que se comunique adecuadamente al mercado, no tiene por que ser un problema. Y aún no está claro que se tendrá que revertir, ya que tenemos el desafío de mantener el crecimiento desde el segundo semestre de 2018.

- Si el Banco Central no actúa pronto, ¿las expectativas se desanclarán?

- En el precio de los activos, creemos que el Banco Central está jugando con fuego. En ellos y en la Encuesta de Operadores Financieros, hay claramente un desanclaje inflacionario del que el Banco Central tiene que hacerse cargo. Y no es descartable que la Encuesta de Expectativas Económicas también se alinee con esa visión, de tener nuevas sorpresas negativas. Y, en ese momento, ante un evidente y claro desanclaje generalizado de las expectativas, el Banco Central estará totalmente atrasado y deberá dar una sorpresa relevante para volver a anclar las expectativas. Recortar la tasa en 25 puntos base no será suficiente.


Presupuesto: "No hemos tenido gestos de austeridad"

Al conocerse el detalle del proyecto de Presupuesto 2018, algunos economistas cuestionaron su compatibilidad con la regla fiscal ante el alza de 3,9% previsto para el gasto. Ante ello, Selaive es claro: "la regla fiscal fue respetada". Sí acota que "no hemos tenido son gestos de austeridad", algo que en BBVA esperaban ver después de las rebajas en la clasificación de riesgo que realizaron este año Fitch y S&P.

- ¿Eso se hubiese logrado si Rodrigo Valdés seguía como ministro de Hacienda?

- Eso es futurología, no lo sé. Rodrigo Valdés mostró que estuvo siempre tratando de sostener el libreto, fue un ministro que realizó un ajuste fiscal, había un compromiso de austeridad de parte de él y no hemos visto declaraciones en esa dirección por parte del nuevo ministro de Hacienda. Pero también tenemos que considerar que Nicolás Eyzaguirre lleva muy poco tiempo y le tocó cerrar rápidamente el Presupuesto.

- Pero, ¿cómo lo ha hecho hasta ahora?

- Me hubiese gustado ver un grado mayor de coordinación entre el Ministerio de Hacienda y el Banco Central de cara a la presentación del Presupuesto.

- ¿En qué sentido?

- Se notó cierto grado de descoordinación cuando el presidente del Banco Central señala que el presupuesto del gasto público iba a crecer en torno a 3%, eso genera cierto consenso a nivel de los analistas y luego finalmente crece casi 4%. Eso, claramente, muestra que se perdió la coordinación que se llevaba o que se había retomado en la administración de Rodrigo Valdés y coyunturalmente se perdió en este Presupuesto.

- Pero eso también se puede deber a la urgencia con la que tuvo que asumir en el cargo, ¿o no?

- Nicolás Eyzaguirre ya fue ministro de Hacienda y creo que tiene bastante claro que siempre es importante que las políticas monetaria y fiscal estén coordinadas, no es un ministro de Hacienda novato.

- Tomando en cuenta eso, ¿es viable la meta de bajar el déficit efectivo de 2,7% este año a 1,9% el próximo?

- Sí, creemos que es viable y tenemos una estimación muy similar, con un déficit disminuyendo a cerca del 2%, principalmente porque suscribimos la estimación de incremento de los ingresos de 7,5% con la cual está trabajando el gobierno.

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