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José Luis Daza: “Aunque venga Superman a gestionar, no vamos a crecer más sin reformas”

El reconocido economista considera “increíble” que el Presidente Piñera haya renunciado a bajar los impuestos corporativos.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Lunes 17 de junio de 2019 a las 04:00 hrs.
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Julio Castro
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En los últimos años, el economista chileno José Luis Daza ha dado un giro a su empresa, QFR Capital, reduciéndola sustancialmente y enfocándose en manejar sólo activos de algunas destacadas familias de Estados Unidos, de América Latina, y capital propio y de sus socios.

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Esto va en línea con la tendencia en el mundo de los hedge funds. Fuentes de Wall Street indican que después del retiro del legendario George Soros, sus hijos habrían elegido a Daza para administrar fondos de la familia en estrategias macro, que era a lo que se dedicaba el famoso inversionista.

Desde el corazón financiero de Nueva York, el experto aborda los últimos acontecimientos locales, centrados en el cambio de gabinete que implicó movimientos en las carteras de Obras Públicas y Economía.

Daza será uno de los principales expositores en el tradicional seminario anual de Moneda Asset Management, que se realizará este jueves.

- ¿Cómo evalúa el cambio de gabinete?

- El desánimo que se percibe en Chile y la caída del crecimiento no tienen que ver con el gabinete. Los ministros salientes eran todos excelentes. Me da la impresión que en Chile ha costado mucho tomar conciencia de que las reformas del gobierno de Bachelet realmente aplastaron la capacidad de crecimiento de Chile. Sin reformas tendremos un crecimiento mediocre, y estaremos llenos de conflictos y con grandes frustraciones. Para crecer, hay que hacer reformas tributaria, laboral, y otras. Ninguno de los ministros salientes era responsable de ellas.

- ¿Quién es el responsable del deterioro de las expectativas económicas?

- Claramente, hay un elemento externo causado por la guerra comercial y caída del crecimiento mundial. Hay enorme incertidumbre sobre las reglas del juego del comercio internacional. Y nuestro principal socio comercial está en el ojo de la tormenta. Pero también hay un componente doméstico.

- Entonces, ¿la caída de expectativas no es solo por factores externos?

- El gobierno tiene minoría en el Congreso, y tiene en frente a una oposición obstruccionista, muy de izquierda con ideas obsoletas. Obviamente, esto hace muy difícil implementar una agenda modernizadora. Pero creo que también hay responsabilidad por parte del Presidente, a quien aprecio y admiro. Hay un proverbio japonés que dice que quien persigue dos conejos no atrapa ninguno. A veces da la impresión que este gobierno está persiguiendo 20 conejos. En términos de negociación, sus propuestas han sido tímidas. Parece haberse olvidado de la idea de “anchoring” en negociaciones: la gran ventaja de quien propone es que la negociación se hace en torno a los parámetros propuestos. Me parece increíble que un hombre de su inteligencia haya eliminado la idea de bajar impuestos a empresas antes de sentarse a negociar.

- ¿Cuál es su balance del primer año del gobierno?

- Es destacable que Chile esté creciendo al doble del cuatrienio anterior en un contexto de la economía mundial sumamente difícil. Claramente, la gestión del aparato estatal mejoró en forma sustancial. Me parece que el exministro Valente estaba impulsando una agenda microeconómica muy valiosa para el crecimiento, aunque tediosa, poco glamorosa. Pero lamentablemente no han avanzado en las reformas claves.

- Entonces, hacia adelante, ¿deberemos conformarnos con el 3%?

- Dudo que podamos crecer al 3% en forma sostenida sin las reformas que todos conocen. Aunque venga Superman a gestionar la economía, no vamos a crecer a tasas más altas si no hacemos las reformas.

Por otra parte, soy muy optimista del crecimiento que podríamos alcanzar con las reformas adecuadas. Chile tiene muchas fortalezas que no estamos aprovechando. Con un programa de reformas agresivas, Chile debería crecer a más del 4% por un período prolongado.

- Hacienda y el MOP anunciaron un plan de aceleración de concesiones por US$ 1.400 millones. ¿Es suficiente para las expectativas?

- La importancia del programa de obras públicas no está en el impacto cíclico al crecimiento. Está en que puede tener un impacto sustancial en elevar la productividad de la economía y la calidad de vida de la gente. Chile está en condiciones de hacer un cambio radical en infraestructura. No estoy pensando en cambios marginales como ensanchar o agregar una pista. Hay espacio para una reingeniería, rediseño mayor, incorporando tecnología avanzada incluyendo inteligencia artificial. Los mercados financieros y el estado de nuestra economía nos permiten ser muy ambiciosos en esta materia. Todo apunta a que el ministro Fontaine estaba haciendo una labor sumamente inteligente y eficiente.

- El Banco Central sorpresivamente recortó en 50 puntos base la tasa de interés. ¿El impulso monetario será suficiente para alcanzar el 3%?

- Chile tiene un Banco Central de lujo. Me pareció que actuaron muy bien, anticipándose a eventos. La baja de la tasa no resuelve nuestros problemas estructurales pero puede ayudar con la desaceleración cíclica. Chile es de los pocos países en la región que puede amortiguar shocks externos con depreciación sin que tenga graves consecuencias en la inflación. Es posible que tengan que hacer más. Los precios de mercado indican que el Central hará por lo menos un recorte más el próximo año.

- ¿Qué es lo que más le preocupa del escenario local?

- La calidad de la política y el bajo crecimiento. Hemos caído en un equilibrio político económico del cual es difícil salir y que conduce al estancamiento. Chile tuvo un equilibrio virtuoso, donde buenas políticas económicas generaban altas tasas de crecimiento y a la vez el alto crecimiento generaba incentivos a mantener o mejorar esas políticas económicas. Eso se terminó de romper en el segundo gobierno de Bachelet y caímos a un equilibrio nocivo, donde el bajo crecimiento genera presiones para soluciones facilistas y estas, a su vez, deprimen el crecimiento. Este equilibrio es nocivo también porque aleja de la política a la gente más talentosa del país.

"Sin cambios, Brasil va camino a la bancarrota fiscal"

- ¿Cómo ve a América Latina?
- Cíclicamente, América Latina está mal porque depende de commodities. China está en una posición frágil, desacelerándose y con pocas herramientas para reactivar. En toda América Latina los gobiernos aumentaron el gasto público en forma dramática durante el boom de commodities y desde 2013 están luchando para ajustarse. Los países populistas fueron los más extremos y los que están pasando por los ajustes más duros, de Ecuador a Argentina y Brasil. Venezuela simplemente implosionó como no hemos visto jamás en un país que no estuviera en guerra.
- ¿Cuál es su evaluación de Macri y Bolsonaro?
- Macri y Bolsonaro representan dos estrategias económicas muy diferentes. Macri optó por no hacer ningún ajuste frente a los enormes desequilibrios que heredó de Cristina Kirchner. Por el contario, aumentó el déficit del sector público en sus primeros dos años. Eventualmente, la bomba explotó y se vio obligado a empezar a corregir los excesos acumulados en una década. El gradualismo fracasó.
Pero creo que en forma traumática Macri aprendió la lección. Por primera vez en un tiempo estoy más optimista de lo que pueda lograr en un segundo gobierno si es que gana. Para salir del estancamiento necesitan reformas muy duras todavía.
- ¿Y Bolsonaro? ¿Ha decepcionado?
- A diferencia de Macri, Bolsonaro no ha esperado un día para atacar los problemas más serios que tiene la economía. Sin cambios inmediatos, Brasil va a la bancarrota fiscal, posiblemente a la crisis financiera más grande en su historia reciente. Pero Brasil tiene posiblemente el mejor y más ambicioso equipo económico que ha gobernado América Latina en décadas. Han programado una secuencia de reformas a implementar y están priorizando una a la vez. El primer problema que enfrentan es la insolvencia del sistema de pensiones de reparto. Es muy difícil todo lo que tienen que hacer, no sé si lo lograrán. Están privatizando agresivamente y reduciendo el tamaño de empresas estatales que actuaban como focos de corrupción y despilfarro. Empezaron muy bien.

EEUU: "Por supuesto que Trump puede ser reelecto"

- ¿Qué le preocupa más del exterior?
- El crecimiento en el mundo cayó sustancialmente después de la crisis financiera. Los bancos centrales reaccionaron inyectando cantidades masivas de liquidez, lo que hizo subir el valor de activos financieros en forma desproporcionada en relación a salarios. En países desarrollados los salarios han estado estancados por una década. Esto se tradujo en el surgimiento de movimientos populistas, nacionalistas en Europa y EEUU.
- ¿Cuál es el ambiente que se respira en Wall Street respecto a la guerra comercial?
- Como era de esperarse, el conflicto comercial mutó a uno de supremacía hegemónica mundial, que tiene elementos comerciales, tecnológicos y militares. Durante décadas los países desarrollados aceptaron que China violara las normas del comercio internacional y reglas de propiedad intelectual. Pero hoy China es la segunda economía más grande del mundo, en vías a convertirse en la más grande del mundo y hace que esa situación sea políticamente insostenible en muchos países. El surgimiento geopolítico de China tiene también una dimensión de supremacía militar, que agudiza la tensión y causa mucho nerviosismo en Asia. Trump es el primer Presidente de EEUU dispuesto a romper ese status quo. Lo hace en forma burda, intelectualmente vulgar, pero en EEUU tiene apoyo político transversal en esta materia.
- ¿Llegarán a acuerdo?
- Es posible que haya acuerdo en agosto o septiembre del año que viene. Ambos lo necesitan, pero ninguno quiere ceder en este momento. China está en el momento más vulnerable en 20 años. De hecho, China había aceptado un acuerdo que incluía la mayor parte de las demandas de EEUU. Tenían el documento escrito, estaban discutiendo en qué país sería la ceremonia de firma del tratado. Pero, a último minuto, por presiones internas, China se echó para atrás. Trump lo necesita antes de la elección para impulsar la economía y la bolsa para poder ganar.
- ¿Hay posibilidades de que Trump sea reelecto?
- Falta mucho tiempo, pueden pasar muchas cosas, pero por supuesto que puede ser reelecto. Para ello necesita una economía fuerte, la bolsa subiendo y alguna forma de resolución del problema migratorio. Fuera de su base, Trump es muy impopular y todas las encuestas hoy lo dan por perdedor. Pero es demasiado temprano. Los Demócratas tienen que nominar a su candidato. Si nominan a Biden, los Demócratas ganan. Si nominan a alguno de los candidatos de extrema izquierda, creo que gana Trump, siempre que la economía siga fuerte.

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