Macro

Latinoamérica levanta cabeza y podría dar un impulso extra a recuperación de Chile este año

Mayor crecimiento, especialmente en Brasil, será un viento a favor para el comercio y la inversión, aunque los cambios en el escenario político siguen siendo el principal riesgo.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Miércoles 28 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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El contexto económico de Latinoamérica ha mejorado en los últimos meses, con una recuperación que se afianza, mejoras en las confianzas, un aumento en los precios de las materias primas y un alza en la demanda, lo que generaría un viento incluso más favorable para Chile este año, que ya ha visto mejorar sus expectativas para el PIB de manera constante desde agosto.

El último Latinfocus remarca que, de concretarse los pronósticos, la economía de la región habría crecido un 2,3% el cuarto trimestre de 2017, lo que marcaría la tasa de crecimiento más alta desde el primer trimestre de 2014 y una relevante recuperación respecto al 1,7% del lapso previo. Así, la zona habría pasado de una contracción de 0,7% en 2016 a un incremento de 1,5% el año pasado, el cual se aceleraría hasta 2,3% en el actual ejercicio y 2,7% en el siguiente.

Este panorama significaría mayores beneficios para la economía chilena en diversas áreas. El economista de Scotiabank, Benjamín Sierra, destaca por lo menos tres: un comercio que se intensifica gracias a la mayor demanda; más optimismo de las empresas con inversiones en la región; y, en términos de portafolio, más disposición de inversionistas globales hacia la zona.

La economista senior de BCI, Francisca Pérez, coincide con esta visión: “Podría significar una mayor entrada de flujos a los mercados de capitales, también se beneficiaría el sector externo manufacturero, que la región es su principal socio comercial”.

“La mayor demanda externa por bienes chilenos es especialmente importante para el sector industrial, ya que de las exportaciones excluyendo minería y agricultura, 35% tiene como destino la región”, complementa Miguel Ricaurte.

En general, cerca de 17% de las exportaciones de Chile tienen como destino algún país de la región.

El economista jefe de CorpResearch, Sebastián Cerda, dice que este mejor panorama para la región se da en un marco de mayor actividad global -liderado por Estados Unidos- y con un debilitamiento del dólar.

“Hay buenos términos de intercambio, e inflación en dólares. Vuelve el crecimiento, en general sin inflación, a América Latina. De esta forma, lo raro sería que Chile y la región no estuvieran reflejando en actividad ese panorama externo tan bueno en lo financiero”, plantea.

Por lo pronto, las primeras señales son auspiciosas en términos del intercambio comercial de Chile con la región, el cual exhibió un aumento de 16,4% en enero de 2018, con un alza de 23% en las exportaciones.

Y las expectativas de una actividad siguen corrigiéndose al alza. Esta vez fue el turno de BTG Pactual, entidad financiera que elevó su proyección para el PIB este año de 3,2% a 3,5% como consecuencia de la mejora en los niveles de confianza y desempeño de las exportaciones no cobre, entre otros.

Velocidad desigual y piedras en el camino

La velocidad de crecimiento no será uniforme en las principales economías de la zona, aunque Perú aparece con las mejores perspectivas entre las proyecciones de los organismos internacionales y LatinFocus (ver tabla).

Más atrás se ubicaría Chile, con un Producto Interno Bruto que bordeará el 3%, similar al de Colombia y con el que también podría soprender Argentina.

De hecho, la estabilidad en el crecimiento del país vecino y, por sobre todo la aceleración de la actividad en Brasil serán beneficiosos para nuestra economía.

Dentro de la región, el gigante sudamericano es el principal mercado para los bienes chilenos, concentrando cerca del 30% de los envíos durante 2017, mientras que Argentina representó cerca del 8%.

Ricaurte destaca la importancia de Perú, que recibe cerca del 15% de los envíos y México y Bolivia 10% cada uno.

“Por ello, no sólo ayudará la recuperación de Brasil y Argentina, sino también la de Perú -que creció 2,5% en 2017 y se aceleraría a 4,0% este año- y del continuo dinamismo de Bolivia este año”, expone el ejecutivo de Itaú.

Pérez también destaca que mientras los precios en Argentina sean mayores que en Chile y a medida que el salario real suba, la llegada de ciudadanos trasandinos continuará, lo que es beneficioso para el consumo privado. “Brasil también añade algo de valor a las exportaciones de cobre, porque es el principal destino de la región”, agrega.

El economista jefe de CorpResearch destaca que un mejor desempeño de la economía chilena dependerá también de factores internos, dependerá del mix de políticas que anuncie la nueva administración, especialmente en incentivos a la inversión.

“Anuncios que reduzcan el costo de uso del capital puede significar alza en la intensidad de capital y un crecimiento económico que vaya más allá de las condiciones cíclicas globales”, sostiene Cerda.

El factor político también será un riesgo en el resto de los países de la región, especialmente en el marco de elecciones presidenciales en Colombia, México y Brasil.


Economías regionales se aceleran gracias al consumo interno y el comercio global

Por María Akbulyakova La región de América Latina y el Caribe salió de la recesión el año pasado y este año se espera un crecimiento aún más acelerado, gracias a la recuperación de las dos principales economías de la región, Brasil y Argentina. Alentados por el repunte en el comercio global –a pesar de las amenazas proteccionistas del presidente estadounidense Donald Trump- y una recuperación mundial transversal, las economías latinoamericanas se benefician de un aumento en exportaciones.

El crecimiento de los precios de los commodities después de la caída de 2015 y 2016 ayuda a equilibrar los presupuestos nacionales.

Pero el mayor protagonista ha sido –y seguirá siendo- el repunte en el consumo interno. Este fue favorecido también por la exitosa batalla contra la inflación en países como Brasil y Colombia que permitió flexibilizar la política monetaria y dar un respiro a la actividad económica. Con eso, el Banco Mundial espera que la región crezca 2% en el año en curso. Esta vez, la inversión privada –en desaceleración durante los últimos años- irá de la mano del fortalecimiento del consumo interno.

Motores de la región

Brasil y Argentina finalmente registraron el año pasado cifras azules, después de las políticas de severa austeridad adoptadas por los gobiernos de Michel Temer y Mauricio Macri.

El índice de actividad económica apunta a que la mayor economía de la región creció 1% en 2017, y el Banco Mundial estima que duplicará esa cifra este año, gracias al consumo privado -alentado por mejores condiciones laborales y una baja inflación- y la inversión.

Argentina estima que habría crecido 2,8% el año pasado, una cifra que llegaría a 3% en 2018. Con las políticas contra la inflación y promercado de Mauricio Macri, el Banco Mundial destaca la inversión en infraestructura como el principal motor del crecimiento.

La institución prevé un crecimiento mayor para Perú, gracias al impulso de reconstrucción tras el paso de El Niño y la demanda interna, y Colombia, donde el crecimiento será alentado por el consumo privado y el repunte de los precios del petróleo. Hasta México, que enfrenta la incertidumbre de la renegociación del Nafta, acelerará su crecimiento. Pero los riesgos a la baja están más presentes que nunca, con las elecciones presidenciales en Brasil, Colombia y México y las cambiantes condiciones en los mercados financieros mundiales.

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