Macro

Lehmann y 2016: “Podríamos tener un PIB bajo 1% si el escenario externo sigue débil”

Según el ex gerente de Análisis Internacional del Banco Central, se deberán moderar las expetativas en términos de reformas, entendiendo que el menor crecimiento obligará a priorizar los proyectos hacia adelante.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Lunes 1 de febrero de 2016 a las 04:00 hrs.
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Terminó enero y las noticias no fueron muy positivas para las expectativas de crecimiento de este año. Así lo cree el economista jefe del BCI, Sergio Lehmann.

Por el lado doméstico, le preocupa que los magros datos de la actividad de los últimos meses puedan replicarse hacia adelante, ya que espera una importante caída en la producción manufacturera, una desaceleración del comercio minorista y una minería que seguirá reduciendo su producción ante menores precios de los commodities.

En el plano externo, le inquieta China y cree que las dudas en torno a su crecimiento nos va a acompañar “por un buen rato”, plantea quien fuera por más de 13 años gerente de Análisis Internacional del Banco Central.

- Hoy se discute si el 2% propuesto como piso por el Banco Central para el PIB de este año es en realidad el techo. ¿Cuál es su expectativa?

- Estamos afinando nuestras proyecciones, pero ya tenemos algunas estimaciones preliminares y hoy vemos ese 2% como techo. Alcanzar un PIB de 2% este año es un escenario bastante positivo y optimista. La verdad es que lo más probable es que estemos en un rango entre 1% y 2% como escenario base. Y si la economía sigue estancada y el escenario externo sigue siendo débil, la verdad es que incluso podríamos tener un crecimiento bajo 1%. Como escenario de riesgo, un PIB menor a 1% tiene una probabilidad significativa de ocurrencia.

- ¿El primer trimestre será el peor del año, como dijo Mario Marcel?

- Si uno mira las variaciones en 12 meses, efectivamente debería ser el más malo. Nos vamos a estar comparando con un primer trimestre que en 2015 fue muy positivo, por lo tanto, por base de comparación ya vamos a tener datos bastante malos y las cifras de Imacec probablemente van a estar más cercanas a 0,5%, entre 0% y 1%.

A comienzos del 2015, Hacienda hablaba de los “brotes verdes”, que claramente no prosperaron, se secaron rápidamente y esa frase se olvidó, porque generó una expectativa que claramente no se cumplió. Hoy estamos al otro lado de la moneda, con datos que están marcando una franca debilidad.

- Siempre se ha destacado la resiliencia de Chile a dificultades externas, pero cuando se toca un punto tan sensible como lo es el cobre, ¿esta resistencia se mantiene?

- Los fundamentos de la economía chilena son sólidos, con una deuda pública baja, una cuenta corriente bastante sana -con déficit, pero bastante menor- y en general las instituciones son fuertes, por lo que la economía chilena se ve bien preparada, con fortalezas para enfrentar escenarios externos más complejos.

Sin embargo, si uno compara con la situación de hace dos años atrás, claramente está en una posición más débil, básicamente porque hoy lo que más nos aprieta el zapato es una situación fiscal mucho más debilitada.

- El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, ya ha tomado medidas en esa dirección.

- Creo que el ministro de Hacienda ha marcado con bastante claridad la necesidad de ir ajustando el gasto público, pero esas señales tienen que ir reforzándose, reforzar el compromiso de Chile con un balance fiscal más equilibrado. Para este año estimamos un déficit en torno a 3,5% del PIB, a raíz de un cobre más bajo y un crecimiento que también va a ser más bajo al que estimó Hacienda para el Presupuesto 2016.

- En esa línea, ¿anticipar el llamado al comité de expertos del cobre es una buena señal?

- A mí me parece una buena señal. Claramente el precio de US$ 2,98 para el largo plazo está fuera de foco y por lo tanto, reforzar la idea de que los ingresos estructurales para Chile hacia adelante van a ser bastante más bajos es necesaria y obliga también a reducir los gastos estructurales. Le va a dar un espacio para ser más moderado en materia de gasto este año, para que al final el déficit no se escape más allá de lo razonable.

- Este año parte la gratuidad educacional, que se financiará en gran parte con la recaudación de la reforma tributaria, pero con la debilidad que observamos en la economía desde 2014, ¿cuadrarán los números?

- Si bien fue una buena señal el hecho de que se haya buscado financiar los mayores gastos en educación a través de una reforma tributaria, al final la recaudación va a estar por debajo de lo previsto producto de un crecimiento bastante más bajo.

Mi percepción es que no se va a poder avanzar en el plan original de llegar a una gratuidad total. Primero, no comparto esa estrategia, creo que en materia educacional las fichas deben estar más bien puestas en mejorar la calidad y por ese lado se ha hecho poco. Pero más allá de eso, hacia adelante claramente se deberán moderar las expectativas, probablemente estableciendo lo que hoy se alcanzó en materia de gratuidad como un elemento permanente. Creo que no están los recursos y por lo tanto, hay que ser muy cautos y responsables con los gastos.

- Pero para lograrlo no es suficiente solo la visión de Hacienda, debe existir un consenso político.

- La falta de consenso en materias tan claves y que tienen impacto de largo plazo como son ésta o la reforma laboral, son un déficit que estamos viendo en el sistema político, pero creo que la realidad económica debe imponerse sobre esas visiones -que muchas veces son de carácter ideológico- y se debe entender que no se puede gastar más allá de lo que se dispone porque se compromete el crecimiento hacia adelante y eso tiene también un efecto importante sobre el bienestar de la gente, que es lo que al final se busca con las políticas que se están diseñando.

- En su opinión, ¿es viable dinamizar el crecimiento?

- Lamentablemente creo que hoy Chile tiene poco espacio para dinamizar el crecimiento en el corto plazo.

Por el lado fiscal claramente no hay espacio porque tenemos un déficit importante; por el lado monetario, con una inflación que ha tendido a ser persistente, tampoco. Creo que las miradas tienen que enfocarse al mediano y largo plazo, poniendo las fichas en temas como la productividad, capacitación y buscar una situación fiscal más balanceada.

También es necesario mejorar las confianzas. En eso creo que se ha hecho poco y el ministro de Hacienda no tiene mucho espacio ahí, necesita lineamientos más claros del gobierno como un todo y los empresarios, por cierto, juegan un rol importante en ese sentido y en términos de transparencia, para dejar estos eventos “poco felices” de colusión en el pasado.

Tasa: "El Central tiene espacio para ser un poco más cauto"

- ¿La inflación logrará terminar el año dentro del rango meta del Central (entre 2% y 4%)?

- El actual escenario es poco cómodo para el Banco Central, sin duda. Tenemos una inflación que persiste sobre el techo de la meta y, al mismo tiempo, una economía que se va debilitando. En materia de crecimiento, el Central ha sido un tanto optimista y eso tiene efectos sobre su visión inflacionaria. La proyección de 3,8% que entregó en el último IPoM para fines de este año es un tanto alta. Para el inicio del año esperamos una persistencia inflacionaria producto de los ruidos internacionales y la depreciación sostenida del tipo de cambio en las primeras semanas, pero hacia la segunda mitad del año vamos a tener un descenso más rápido de la inflación.

Ante ese escenario, el Central debe ser especialmente cauto para evitar que, mirando hacia el 2017, la inflación no se vaya muy rápido hacia abajo.

- Entonces, ¿qué podríamos esperar en términos de la política monetaria?

- El foco del diseño de sus movimientos hacia adelante tiene que estar muy concentrado en las expectativas inflacionarias a dos años plazo. Mientras estén ancladas en 3%, eso da espacio al Banco Central para ser un poco más laxo en su política monetaria, de manera de evitar que hacia fines de este año o comienzos de 2017 estemos preocupados que esté más bien cerca del piso, dado lo que estamos viendo en materia de demanda interna.

- Mario Marcel dejó entrever que podría no ser necesario seguir subiendo la tasa de interés.

- Lo que está viendo sobre la base del escenario internacional, es que lo que viene hacia adelante son políticas monetarias algo más estimulativas. El Banco Central europeo ya señaló que estaría dispuesto a aumentar sus estímulos monetarios, creemos que la Fed también va a ser más gradual en sus aumentos, tenía contemplado cuatro para este año; con el escenario actual, vemos solo dos y eso también da espacio para que el Banco Central para, en este esquema global de estímulo monetario, ser algo más moderado. Sobre la base de esta economía más debilitada, el Banco Cental tiene espacio para ser algo más cauto.

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