Los candidatos presidenciales se comprometen con el crecimiento y anuncian su plan de acción

Sebastián Piñera: "Vamos a tener que reorientar las reformas"

Considerando una escala de 1 a 10, ¿qué importancia le da al crecimiento del país?
De ser de nuevo presidente, Sebastián Piñera -quien en marzo definirá si es o no candidato- aseguró en entrevista con revista Capital que su primera tarea será recuperar el crecimiento económico del país.

¿Cree que el país perdió el rumbo del crecimiento?
Lo anterior guarda relación por lo demás con su crítico diagnóstico -expuesto en distintas ocasiones en el último año- sobre las reformas que impulsó la actual administración en el plano tributario, laboral y educacional.
"Más allá de las buenas intenciones del actual gobierno, éste está conduciendo a Chile por un camino equivocado", planteó a fines de noviembre en Enade. Y, en esa ocasión, agregó que los errores que se han cometido son múltiples y de distinta naturaleza", recordando -a modo de ejemplo- el diagnóstico equivocado que simboliza la cultura de la retroexcavadora y de que el Estado debe ser el protagonista.
De igual forma, sostuvo que muchas de las reformas fueron "mal pensadas y diseñadas", puntualizando que el proyecto tributario significó "un grave freno a la capacidad de crecer e invertir; la reforma educacional es un grave retroceso en materia de libertad y calidad; la laboral un obstáculo a la capacidad de crear más y mejores empleos, mientras que la constitucional no sabemos hacia dónde nos puede conducir".
Desde su óptica, en Chile "se está viviendo en demasía una cultura de derechos sin responsabilidades" y "el fenómeno preocupante es la fuerza de los grupos de presión en la conducción y fijación de prioridades de las políticas públicas".

¿Nos debemos acostumbrar a la nueva normalidad o ve espacio para recuperar un mayor ritmo?
En Enade Piñera resaltó que para aprovechar el "gran potencial" que cree tiene el país se "necesita corregir el rumbo y recuperar la senda del progreso y desarrollo".
El ex mandatario ha dicho que sueña con un país desarrollado, lo que no significa alcanzar un ingreso per cápita de US$ 25 mil o US$ 30 mil sino un desarrollo integral: una democracia sana, instituciones sólidas, capacidad de garantizarles a todos una vida con seguridad y tranquilidad, buena educación y salud y oportunidades para desarrollar talentos.
Bajo la mirada del jefe de Estado, el gran cambio que está experimentando Chile es que pasó de ser un país con mucha gente en la pobreza a uno de clase media, que tiene conciencia de lo que ha logrado con su trabajo y quiere seguir progresando. Pero, al mismo tiempo, se siente frágil en los ámbitos del empleo, salud y educación.

¿Ya definieron si el tema del crecimiento será parte de su agenda programática?
El ex presidente aún no ha definido si volverá a competir por el sillón de La Moneda, pero su discurso da cuenta de un compromiso con el devenir del país y su interés por superar lo que ha llamado el "tropiezo" del país. "Espero que el tropiezo que estamos experimentando hoy día sea sólo eso, y que Chile recupere el rumbo y la senda del progreso y del desarrollo. Vamos a tener que reorientar las reformas. Para que la reforma tributaria, más allá de la recaudación que Chile necesita, sea una reforma que fomente el ahorro, la inversión, la innovación, el emprendimiento, la productividad".

¿Qué medidas considera clave para impulsar la actividad del país?
Para aprovechar el potencial del país, sostuvo Piñera en Enade, se "necesita corregir el rumbo y recuperar la senda del progreso y desarrollo". Por ello, propuso incentivar tres grandes valores para volver a avanzar: libertad, progreso y justicia.
Todo un marco que permita a Chile superar la pobreza, generar más oportunidades, más empleo y mejores salarios. En suma, un mejoramiento en los índices de desarrollo humano.

Ricardo Lagos: "Necesitamos una economía más intensiva en conocimiento"

Considerando una escala de 1 a 10, ¿qué importancia le da al crecimiento del país?
Diez

¿Cree que el país perdió el rumbo del crecimiento?
El país volvió a tropezar con la misma piedra de sobre-especialización en recursos naturales, especialmente mineros. Necesitamos diversificar la economía y hacerla más intensiva en conocimiento. En esta materia, arrastramos un déficit histórico en inversión en innovación y participación en las cadenas globales de valor. Es en esta dirección que debemos reemprender el crecimiento.
En esta coyuntura ha caído peligrosamente el ahorro y la inversión, lo que nos obliga a recuperar un clima pro-inversión. La viabilidad de lograrlo queda de manifiesto durante el gobierno de la presidenta Bachelet, que impulsó una exitosa agenda de energía, resultando una matriz energética más limpia y de menor costo, fundamental para promover el crecimiento económico futuro.

¿Nos debemos acostumbrar a la nueva normalidad o ve espacio para recuperar un mayor ritmo?
Mayor crecimiento requiere mayor inversión y Chile tiene todas las condiciones para elevar su tasa de inversión. Solo la plena utilización del Fondo de Infraestructura, post aprobación parlamentaria, permitiría recuperar las tasas de inversión que tuvimos hace algunos años. Adicionalmente, el Estado debe hacer un esfuerzo por promover la realización de grandes proyectos de inversión, que mueven la aguja del crecimiento. Y, simultáneamente, fortalecer la calidad de los empleos en las Mipymes. Un crecimiento más intensivo en empleos de mayor calidad es en sí mismo redistributivo, aumenta la capacidad de consumo y estimula aún más el crecimiento. Esto es, más crecimiento redistributivo para obtener más crecimiento.

¿Ya definieron si el tema del crecimiento será parte de su agenda programática?
Recuperar el crecimiento será prioritario; pero también lo será reorientarlo hacia uno más intensivo en conocimiento y valor agregado, que contribuya a enfrentar el desafío del calentamiento global. Proponemos un nuevo estilo de crecimiento que permita avanzar simultáneamente en progreso material, ambiental y cohesión social. El crecimiento, para persistir en el tiempo, debe basarse en incrementos en la productividad que beneficie a toda la población y proteja el medioambiente.

¿Qué medidas considera clave para impulsar la actividad del país?
Buscaremos crear o fortalecer instituciones que aseguren un clima favorable para la inversión y un estilo de gobernanza que estimule la colaboración y articulación de intereses de los diversos actores que deben concurrir a lograr un crecimiento sostenido. Esto requiere de nuevas relaciones para enfrentar la complejidad de la era del conocimiento y la información, de la globalización y del calentamiento global. Más y mejores relaciones entre Estado y sector privado, entre empresarios y trabajadores –debiendo buscar acá un mayor equilibrio en el poder de negociación entre ambas partes, situación especialmente importante en la gran empresa–, entre empresas y centros de investigación y de las empresas con su entorno social.
Por otra parte, se requiere una multiplicidad de políticas públicas. Por ejemplo, necesitamos promover la competencia en los mercados para terminar con los abusos y la colusión que perjudican gravemente a miles de hogares chilenos. Necesitamos racionalizar y agilizar los trámites públicos para estimular la realización de los grandes proyectos de inversión de manera coherente con el interés de los ciudadanos que viven o trabajan en su entorno. Se requieren también políticas para que las pequeñas y medianas empresas puedan acceder al crédito y, con ello, crezcan y aumenten su productividad, mejorando así la calidad de los empleos que generan. Todo ello debe ocurrir en un marco de disciplina fiscal y mejora continua en la calidad del gasto público.

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Considerando una escala de 1 a 10, ¿qué importancia le da al crecimiento del país?
Es 10. Si no hay crecimiento económico, los países no se desarrollan. Pero no basta con el crecimiento, sino con la capacidad de crecer con sustentabilidad social y ambiental. De lo contrario, eso termina -lo que es muy propio de los países primario exportadores- en estructuras de concentración del ingreso brutales. Hay países con un alto PIB, pero mala distribución, como el caso de Chile, que es de las naciones con peor distribución, entonces no genera mercado interno y reproduce las estructuras jerárquicas y desiguales, no siendo capaces de cambiarlas si no hay una buena distribución de la riqueza.

¿Cree que el país perdió el rumbo del crecimiento?
Chile agotó la etapa primario exportadora, que entregó mucho y debemos estar agradecidos, pero el país 'se farreó' la oportunidad de avanzar a la cadena de valor. Un ejemplo es la industria de la madera, donde se usa poco la madera en la construcción de viviendas, por ejemplo, en consideración con países desarrollados. De la minería ni hablar. No ha existido una política de Estado. Chile debe asumir que se agotó lo que podía ofrecer la economía rentista primario exportadora y debe avanzar hacia la cadena de valor. Además, incursionar en áreas nuevas, como las energías renovables no convencionales, pero con industria. No hay que importar maquinaria y equipos, sino que generarla en Chile, lo que además crea empleo de calidad, sobre todo en la educación técnico-profesional.

¿Nos debemos acostumbrar a la nueva normalidad o ve espacio para recuperar un mayor ritmo?
Vamos a tener un salto, pero para dar ese salto tenemos que enfrentar el tema de la educación. Chile ha puesto demasiado énfasis en la educación mercantil, entonces las universidades ofrecen carreras técnicas, las alargan dos o tres años, sin valor agregado, encareciendo la educación, con un estudiante que termina endeudado y donde la mayoría no finaliza sus estudios. Además, son formaciones que no son ni universitarios ni técnicos-profesionales. Las reformas educacionales deben incluir una racionalización del sistema de educación superior, permitiendo fortalecer la enseñanza técnica y profesional, lo que además genera industria.

¿Ya definieron si el tema del crecimiento será parte de su agenda programática?
Sí, pero un desarrollo con cadena de valor y sustentabilidad social y ambiental. Como país tenemos grandes oportunidades, no sólo en los sectores tradicionales, sino que en energía, biotecnología y las incubadoras de proyectos en universidades, donde los jóvenes están innovando en telecomunicaciones, por ejemplo. En Chile podríamos avanzar en un nuevo sistema eléctrico, basado en ERNC, que además puede impulsar la industria. Otra cosa es fortalecer la negociación colectiva, ya que tener sindicatos fuertes ayudan a redistribuir la riqueza.

¿Qué medidas considera clave para impulsar la actividad del país?
Lo primero es que el Estado entregue señales de avanzar hacia una nueva matriz productiva, más sustentable. Eso requiere de una política de Estado, porque el sector privado no se va a animar si no ve al Estado 'jugado' en la diversificación de la economía. Pero es difícil que el empresariado chileno realice el salto por voluntad propia. El empresariado chileno es históricamente conservador; le gusta el sector primario y la exportación de materia prima. No es muy dado a la industria. Entonces, se requieren políticas públicas que generen condiciones y certezas al sector privado, para que ellos identifiquen las áreas de negocios. El Estado proporciona la infraestructura y los estímulos. Creo en las exenciones tributarias, condicionadas y por períodos acotados de tiempo. Por ejemplo, lograr que los colegios, la administración pública y las empresas, con exenciones, funcionen con ERNC.

Manuel José ossandon: "Urge pensar cómo descentralizamos la actividad económica"

Considerando una escala de 1 a 10, ¿qué importancia le da al crecimiento del país?
Un 9. El crecimiento es una condición necesaria, pero no suficiente, para mejorar la calidad de vida de las personas. Para que se produzca es necesario no sólo declarar la intención de trabajar para lograrlo, sino que hay que generar las condiciones para que sea posible, como la paz social y la legitimidad de los distintos actores sociales, cosas en las que hoy estamos al debe. Este gobierno se preocupó más de redistribuir el ingreso, pero parece que ignoró que debe hacerlo bien para no dañar el crecimiento. El gobierno anterior tuvo buenos niveles de crecimiento, pero fue resultado del impulso que traía la recuperación de la crisis de 2008 y el boom de inversión minera por el alto precio del cobre, pero en términos de productividad quedó al debe.

¿Cree que el país perdió el rumbo del crecimiento?
Definitivamente. Y ha demorado mucho en poner los medios para recuperarlo. Una de las mejores recetas para tener un crecimiento duradero y generar una mejora en la calidad de vida de las personas es mejorando la productividad. Esto sólo se logra innovando, y permitiendo que los trabajadores se beneficien de los frutos de su innovación.

¿Nos debemos acostumbrar a la nueva normalidad o ve espacio para recuperar un mayor ritmo?
La nueva "mediocridad" no tiene por qué ser lo normal. Hoy día es cierto que el ambiente de crecimiento mundial no es boyante, pero como país tenemos una enorme brecha productiva que cubrir y si lo hacemos bien podemos crecer mucho más. ¿Por qué Chile tiene que conformarse con un crecimiento en torno a 2% o 3%? Para que Chile entre al desarrollo, deben desarrollarse nuevas industrias capaces de generar alto valor agregado a los países del mundo, invertir en los trabajadores para que aumenten su productividad, y generar condiciones para que haya certezas que permitan la inversión.

¿Ya definieron si el tema del crecimiento será parte de su agenda programática?
Sí, y lo estamos trabajando. Todavía es prematuro para hablar de temas específicos, pero se está trabajando, pensando siempre en un Chile diferente.

¿Qué medidas considera clave para impulsar la actividad del país?
En términos de las últimas reformas, definitivamente tanto las tributaria, educacional y laboral deben ser revisitadas y reformuladas en la medida de lo necesario. Pero hay que ir más allá que eso. Chile debe re-pensar las regulaciones que impiden que se creen nuevas industrias. Tenemos que revisar nuestra infraestructura para gestionar nuevas obras públicas, que por supuesto incluyan las concesiones como opción, aclarar las incertidumbres que limitan los incentivos necesarios para innovar y crear nuevo conocimiento en el país. Urge pensar cómo descentralizamos la actividad económica, social y política de nuestro país dándole más preponderancia a las regiones.

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Considerando una escala de 1 a 10, ¿qué importancia le da al crecimiento del país?
Un crecimiento sostenible e inclusivo tiene una importancia de 10. Sin crecimiento ningún otro objetivo nacional puede cumplirse eficazmente.

¿Cree que el país perdió el rumbo del crecimiento?
Efectivamente. La economía no ha sido capaz de superar el modelo excesivamente basado en la explotación de recursos naturales. El país no ha estado en condiciones de desarrollar nuevos impulsores del crecimiento, manteniendo una excesiva dependencia de sus exportaciones de cobre. Producto, pero también causa, de esta situación, son que el gasto en investigación y desarrollo es muy bajo, la calidad de la educación es deficiente y el acceso es desigual. Y el desarrollo de la infraestructura está estancado.

¿Nos debemos acostumbrar a la nueva normalidad o ve espacio para recuperar un mayor ritmo?
2016 será el primer año en las últimas dos décadas en que el comercio mundial crecerá menos que la economía. En ese contexto, la pérdida de dinamismo de nuestras exportaciones ha sido inevitable. Pero no es lo único; la apertura externa y el manejo macroeconómico eficiente siguen siendo indispensables; pero ya no bastan por sí solos para retomar el crecimiento. Chile ya no es un país pobre y tiene los medios para crecer de manera más sana, inclusiva y sostenible, si orientamos la economía hacia una mayor competencia en todos los sectores, reduciendo la concentración monopólica, impulsando la innovación y permitiendo que nuevos actores se incorporen al mercado y tengan mejor acceso al crédito y a la tecnología.

¿Ya definieron si el tema del crecimiento será parte de su agenda programática?
El crecimiento sostenible e inclusivo es parte fundamental de nuestra propuesta. Transitando hacia una economía basada en el conocimiento, en recursos humanos altamente calificados y en un nuevo rol del Estado es posible superar esta situación. Cuando la economía sufre por su falta de innovación le corresponde al Estado un papel central. Es importante lo que está haciendo el Consejo Nacional de Productividad. Pero ello no es tarea solo de expertos, es necesario incorporar a los agentes productivos en un proceso amplio de concertación. Esto requiere, además, destinar recursos sustantivos.

¿Qué medidas considera clave para impulsar la actividad del país?
La estabilidad macroeconómica es esencial. Sin embargo, es necesario entender que tan importante como mantener una baja inflación es la estabilidad cambiaria y la minimización de la brecha entre el crecimiento del PIB efectivo y potencial. No es posible desarrollar nuevas actividades productivas orientadas a la exportación cuando el tipo de cambio varía como lo ha hecho en los últimos años. El Banco Central debería asignar a la atención por los niveles de actividad un valor equivalente a la preocupación por la inflación, creo incluso necesario revisar la Ley Orgánica del Banco Central, dándole más funciones en este aspecto y la política fiscal debe tomar un rol más relevante. No es posible convocar al sector privado a tomar cartas en la reactivación cuando el sector público impulsa una política indiferente frente al crecimiento de corto plazo. El Estado debe dar un giro respecto del papel que le corresponde jugar en la economía.

josé antonio kast: "No tenemos complejos en defender la economía de mercado"

Considerando una escala de 1 a 10, ¿qué importancia le da al crecimiento del país?
Le doy una importancia de 10, no porque sea un fin en sí mismo, sino porque es un medio para mejorar las condiciones de vida de las personas, especialmente de aquellas que están en la pobreza. Y el crecimiento significa también menos cesantes.

¿Cree que el país perdió el rumbo del crecimiento?
Hace tiempo que Chile perdió el rumbo en materia económica. No es una impresión mía, lo constato todos los días en la calle, en lo que dice la gente. Eso comenzó en el gobierno anterior y se ha profundizado en forma alarmante durante este gobierno. La reforma tributaria y la reforma laboral fueron profundamente equivocadas y deberían ser derogadas y reemplazadas por reformas modernas, que entiendan la nueva economía.

¿Nos debemos acostumbrar a la nueva normalidad o ve espacio para recuperar un mayor ritmo?
La nueva normalidad es la forma que tiene la izquierda y el gobierno de tratar de justificar lo injustificable, de que no son capaces de administrar el país para que funcione en la economía moderna y que lo llevan inexorablemente a la mediocridad.

¿Ya definieron si el tema del crecimiento será parte de su agenda programática?
Está definido que sea un elemento central y creo que es diferenciador no sólo de la Nueva Mayoría, sino de los demás candidatos. En el caso de la Nueva Mayoría, porque tenemos visiones contrapuestas de lo que debe mover la economía: ellos creen en que el Estado piensa y administra mejor que las personas; nosotros creemos en la libertad y el espíritu emprendedor como motores fundamentales del desarrollo. En el caso de los demás candidatos, nosotros nos diferenciamos porque no tenemos complejos en defender la economía de mercado.

¿Qué medidas considera clave para impulsar la actividad del país?
Cuatro medidas básicas: una, rebajar los impuestos a las familias y a las empresas y volver a tener un sistema tributario que premie la inversión; dos, si queremos recuperar la confianza en las personas, el primero que debe dar el ejemplo es el Estado, terminando con un sistema de trámites y obstáculos que tiene detenido el desarrollo de los negocios pequeños y medianos. Tercero, crear un nuevo capítulo del Código del Trabajo dedicado a la nueva economía, que no promueva el conflicto, sino la colaboración en las empresas y le permita a empresarios y trabajadores adoptar acuerdos para enfrentar la dura competencia en los mercados internacionales. Y cuarto, promover el desarrollo del sector privado como proveedor de bienes públicos de calidad para las personas, como la salud, la educación y la vivienda.

FELIPE KAST: "SE NECESITA UNA NUEVA ECONOMÍA QUE SE PREOCUPE DE NO DEJAR A NADIE ATRÁS"

Considerando una escala de 1 a 10, ¿qué importancia le da al crecimiento del país?
El crecimiento es fundamental, porque sin una economía potente, que genere en forma sostenible empleo y recursos, tanto para el Estado como para todos los ciudadanos, las conquistas sociales y políticas siempre estarán en riesgo. Somos realistas y entendemos que un país con una economía frágil está más expuesto al populismo y la demagogia, porque la provisión de redes de seguridad social y la lucha contra la pobreza y la vulnerabilidad necesitan de recursos que provienen de una sana economía. También porque en el largo plazo el empleo y el conocimiento son las mejores herramientas que existen contra la pobreza y la exclusión.

¿Cree que el país perdió el rumbo del crecimiento?
Desde 2014 en adelante el crecimiento se entendió como dado y, efectivamente, se perdió el rumbo. Pero ya desde antes había señales de que nuestro modelo evidenciaba la necesidad de renovación y reinvención, y tampoco se tomaron medidas. Lo que se necesita es una nueva economía para el desarrollo de Chile y de sus ciudadanos. Una que esté basada en el mérito, en el esfuerzo, en las ideas y en la competencia, pero que, al mismo tiempo, se preocupe de no dejar a nadie atrás.

¿Nos debemos acostumbrar a la nueva normalidad o ve espacio para recuperar un mayor ritmo?
Nuestra generación tiene la oportunidad única en nuestra historia de llevar a Chile al desarrollo económico. Si no nos hacemos cargo de este desafío deberíamos escondernos de vergüenza delante de nuestros hijos y nietos. No podemos renunciar a mayores tasas de crecimiento y mejores niveles de desarrollo. Claro que el espacio está y es hoy el momento de aprovecharlo, transformando nuestra economía a través del conocimiento, la competencia, la inclusión y la equidad.

¿Ya definieron si el tema del crecimiento será parte de su agenda programática?
Es uno de los tres capítulos que forman nuestra agenda programática, junto con las reformas sociales y políticas.

¿Qué medidas considera clave para impulsar la actividad del país?
Existen al menos cinco dimensiones que debemos abordar. Uno, una reforma laboral, para generar un mercado inclusivo para mujeres, migrantes, jóvenes y el adulto mayor; dos, una reforma tributaria, para tener un sistema simple, justo y que facilite el ahorro y la inversión; tres, una reforma del Estado; cuatro, retomar la inversión en obras públicas; y cinco, una agenda pro competencia, que ponga el foco en la exportación de ideas, la economía creativa, los servicios y la adición de valor agregado.

Francisco chahuán: "Chile tiene que convertirse en un país exportador de minería"

Considerando una escala de 1 a 10, ¿qué importancia le da al crecimiento del país?
La economía es vital. Una de las dificultades que ha tenido la actual administración es que, según sostuvo el ex ministro Alberto Arenas, era partidario de sacrificar uno o dos puntos del PIB, para materializar reformas estructurales. Se equivocó, se promovieron una serie de reformas que provocaron incertidumbre y claramente eso afectó las perspectivas económicas.

¿Cree que el país perdió el rumbo del crecimiento?
Absolutamente. Un crecimiento estimado de 1,5%, cuando uno observa las condiciones en que crecen los países del continente, como Bolivia y Perú, indica que Chile tiene mucho que avanzar, no sólo en crecimiento, sino que generar condiciones para recuperar las confianzas. Tenemos un 'frenazo' en nuevos proyectos de capital. Eso se explica por un clima de incertidumbre que le está costando caro al país.

¿Nos debemos acostumbrar a la nueva normalidad o ve espacio para recuperar un mayor ritmo?
El llamado que hacemos al gobierno es a entender que el crecimiento es clave para generar políticas de intervención social. En la medida que se dispongan los recursos y se entienda que el Estado no es un motor de la economía, se podrá movilizar el país. Más grave aún es no entender que no se han dado las condiciones para cambiar el modelo de desarrollo del país. Mientras sigamos siendo un país exportador de materias primas, sin ser capaces de agregar valor a nuestros procesos y sin invertir en ciencia, tecnología e innovación, mantendremos un problema estructural y Chile no va a despegar. Chile tiene que dejar de ser un país exportador de minerales y convertirse en un exportador de minería.

¿Ya definieron si el tema del crecimiento será parte de su agenda programática?
Absolutamente. Tenemos un equipo trabajando en un programa y propuestas, con académicos, economistas y gente del mundo de la empresa, que además serán incorporadas al programa de gobierno de Renovación Nacional.

¿Qué medidas considera clave para impulsar la actividad del país?
En la mirada de mediano y largo plazo, hay que entender que se debe discriminar positivamente a los emprendedores por su tamaño. Hoy el mayor esfuerzo las hacen las micro, pequeñas y medianas empresas, por lo tanto hay que ampliar el uso de la tributación simplificada. Lo segundo es incentivar la contratación de jóvenes y mujeres. Tercero, una legislación laboral que responda al cambio en las condiciones del trabajo. Cuarto, mejorar la competitividad y fomentar el desarrollo de las regiones, con incentivos tributarios, pensando en el potencial de cada una. Quinto, incentivar la educación técnica y profesional.

Jorge tarud: "Lo primero es dar confianza para invertir en Chile"

Considerando una escala de 1 a 10, ¿qué importancia le da al crecimiento del país?
10, porque el crecimiento es esencial. Y para que exista crecimiento, debe haber confianza, que es lo que se ha perdido en el país. Si somos ambiciosos en un futuro programa de gobierno, sin recursos no vamos a poder hacer nada de lo que anhelamos. Por eso, lo primero es dar la confianza a los agentes internos y externos para que inviertan en Chile. Eso es esencial.

¿Cree que el país perdió el rumbo del crecimiento?
Hoy el país está en un crecimiento extremadamente lento, producto de la desconfianza y, comparado con otros países latinoamericanos, estamos bajo la media. Las reformas no se pueden realizar una tras otra: se hacen una sola vez para dar señales al país de que las reglas están claras. De esa forma vamos a recuperar la inversión nacional y extranjera.

¿Nos debemos acostumbrar a la nueva normalidad o ve espacio para recuperar un mayor ritmo?
Veo espacios para recuperar el ritmo de crecimiento, sin lugar a dudas. Pero para eso tiene que haber un rumbo claro, confianza y promover una fuerte campaña en el exterior, para impulsar la inversión en Chile.

¿Ya definieron si el tema del crecimiento será parte de su agenda programática?
El crecimiento es esencial, porque hemos perdido el vuelo y eso no es bueno para el país. Pero sí tengo la confianza que tenemos todas las posibilidades de volver a crecer.

¿Qué medidas considera clave para impulsar la actividad del país?
En general, recuperar la confianza. Segundo, el dicho popular dice 'el que mucho abarca, poco aprieta', y eso le ha pasado a este gobierno: hemos querido hacer demasiados cambios en muy corto tiempo. Por ejemplo, algunas naciones europeas han hecho los cambios en educación que hemos proyectado en 10 años. Entonces, todas esas medidas hay que revisarlas y hacerlas sin improvisación, como ha existido acá. No es factible la gratuidad universal. En un país como el nuestro debemos llegar al máximo posible en materia de gratuidad para las familias más vulnerables y la clase media. Quienes podemos pagar la educación de nuestros hijos, debemos hacerlo.

Alberto espina: "Se deben crear estímulos e incentivos para la inversión"

Considerando una escala de 1 a 10, ¿qué importancia le da al crecimiento del país?
10, porque un país que no tiene crecimiento económico genera menos recursos y, por tanto, no puede abordar adecuadamente los déficit que existen en el país para derrotar la pobreza y mejorar las condiciones económicas y de vida de la clase media. El crecimiento económico es clave para el bienestar.

¿Cree que el país perdió el rumbo del crecimiento?
-Sí, lo perdió absolutamente. Las incertidumbres que ha generado este gobierno, con proyectos mal estructurados y mal diseñados, cambios profundos que se pretende hacer bajo la tesis de la retroexcavadora, obviamente se ha traducido en una parálisis de la inversión y de productividad y, por tanto, del crecimiento económico.

¿Nos debemos acostumbrar a la nueva normalidad o ve espacio para recuperar un mayor ritmo?
Es fundamental recuperar el ritmo de crecimiento. De lo contrario, Chile no va a poder derrotar a la pobreza.

¿Ya definieron si el tema del crecimiento será parte de su agenda programática?
Lo será. Es un elemento importante, no el único, pero es un elemento central.

¿Qué medidas considera clave para impulsar la actividad del país?
La medida más importante es dar seguridad de que al invertir en Chile las reglas del juego se van a mantener. En segundo lugar, crear estímulos e incentivos para la inversión. Tercero, ser capaz de entender que Chile es un país globalizado y que tiene que abrir sus fronteras y fomentar la exportación, como elemento clave para desarrollar al país.